Carlos Alcaraz avanza a martillazo limpio y completa su póker particular

Melbourne.- "¡Vamos, Carlitos, así no se nos enfría el arroz!" En el silencio de la Rod Laver Arena, una voz de mujer, de mujer española, retumba cuando Carlos Alcaraz y Miomir Kecmanovic llevan apenas unos minutos sobre la pista. Carlitos acaba de pegar un zurriagazo con la derecha en el segundo juego del partido, avanzando lo que se venía: una avalancha de tenis camino de los cuartos de final del Open de Australia.

El arroz no se enfrío porque Carlitos se calentó y resolvió el partido por 6-4, 6-4 y 6-0 en una hora y 50 minutos. Fue su mejor partido en mucho tiempo, una exhibición, un golpe sobre la mesa. A este nivel, va a costar ganar a Alcaraz. Aunque te llames Novak Djokovic, hayas ganado diez veces el Open de Australia y andes regalando juegos.

El número dos del ranking mundial redujo a Kecmanovic a base de martillazos. Su derecha voló y ejecutó a un rival serbio que nada más pudo hacer: él metió prácticamente todo y apenas se equivocó -en el primer set sólo cometió dos errores no forzados, una cifra ridícula-, pero ni eso es suficiente cuando Alcaraz está inspirado. El murciano acabó el partido con 43 winners y apenas 19 errores no forzados.

 Kecmanovic es de esos tenistas que no se cansan, que llegan a todo y que meten siempre una bola más. Raro es que regale un punto. "Tengo que estar preparado otra vez para la guerra", había dicho Alcaraz en las horas previas, al acordarse del único precedente entre ambos, un 6-7 (5-7), 6-3 y 7-6 (7-5) final a favor del murciano en los cuartos de final de Miami 2022. Pero aquel Alcaraz era todavía una promesa y el de ahora es una realidad. En Miami hubo guerra. En Melbourne, un paseo militar.

A diferencia de lo que viene siendo habitual, Alcaraz rompió en la primera oportunidad de break que tuvo y despegó pronto el vuelo. Cerró el primer set con un ace en 38 minutos y el guion se repitió en el segundo parcial. Ahí se desintegró del todo Kecmanovic, incapaz de hacer cosquillas a Alcaraz. Y ahí se acabó el partido.

Campeón del US Open y de Wimbledon y semifinalista en Roland Garros, Alcaraz tenía un lunar en el Open de Australia, el único Grand Slam en el que no había accedido a la segunda semana. Ahora ya puede presumir de haber alcanzado los cuartos de final en los cuatro Grand Slam, algo que sólo pueden decir otros 11 tenistas en activo: Nadal, Djokovic, Murray, Wawrinka, Nishikori, Cilic, Medvedev, Rublev, Khachanov Berrettini y Sinner. Además, es el cuarto más joven de la historia conseguirlo, después de Boris Becker, Nadal y Djokovic.

"Todo ha funcionado. He hecho todo casi perfecto. Le he llevado al límite en cada bola, en cada punto. Él había jugado varios partidos en cinco sets antes de este y físicamente no estaba al 100% seguramente. En cada bola le he movido, le he llevado al límite y he aprovechado las oportunidades que he tenido en cada set", ha señalado Alcaraz después del partido. "Me siento mejor cada día. Cada partido que juego en la Rod Laver me estoy sintiendo más cómodo".

Superada la barrera de los octavos, Alcaraz tendrá ahora una verdadera piedra de toque en cuartos con Alexander Zverev como rival. El alemán, número seis del ranking mundial, ha superado varias situaciones complicadísimas en los últimos días: remontó un 2-1 en contra en segunda ronda y en octavos, este mismo lunes, estuvo más de cuatro horas en pista para tumbar a Cameron Norrie por 7-5, 3-6, 6-3, 4-6 y 7-6 (10-3).

Zverev es, además, uno de los pocos tenistas con lo que Carlitos tiene el cara a cara perdido. Hasta el momento se han enfrentado en siete ocasiones y el alemán triunfo en cuatro de ellas: Acapulco 2021, Viena 2021, Roland Garros 2022 y ATP Finals 2023. Alcaraz, por su parte, ganó los duelos de Madrid 2022 y 2023 y el del US Open 2023. En pista dura, el H2H está 3-1 para el germano.