TENIS
La lesión de Rafael Nadal confirma el mal presagio de Carlos Moyà
El técnico aseguró hace unas semanas que su mayor preocupación para el regreso de Nadal era la "asimilación de partidos".
Después de un año sin competir por una lesión en el psoas, el regreso de Rafael Nadal a las pistas en Brisbane estaba rodeado de interrogantes. Y había uno que preocupaba especialmente a Carlos Moyà. Su entrenador estaba convencido de que el tenis estaba ahí, de que su cabeza iba a responder, pero temía que el cuerpo no respondiera a la exigencia del circuito.
Pese a las buenas sensaciones que transmitía Nadal durante la pretemporada, Moyà era bastante cauto sobre el nivel que podría a mostrar el español en su vuelta. "Todo tiene una progresión. Para ir completando tu mejor nivel, las dificultades deben ir siendo mayores. Esto es como un videojuego. Puedes pensar que estás jugando muy bien, pero te pasan a la última pantalla y te eliminan en dos minutos. Es un poco lo mismo. Vas empezando con la primera pantalla, luego la segunda, vas eliminando a jefes finales que poco a poco van siendo un poco más duros. Esto es un paralelismo para mí bastante adecuado", decía el entrenador del campeón de 22 Grand Slam en una entrevista publicada en la página de la ATP a mediados de diciembre.
"¿Cuál es el mayor temor ahora mismo?", le preguntaron a Moyà en esa misma entrevista. Y el campeón de Roland Garros 1998 lo dejó bien claro: "Para mí, claramente la asimilación de las cargas de los partidos. Creo que ese es mi mayor temor. Rafa va a pasar de entrenar, que está muy bien, a competir. Y es imposible tener las mismas condiciones en un entreno que en un partido".
"Jugar al mejor de cinco sets, ganar, descansar, volver a la pista a los dos días… Esa es la duda que tengo ahora mismo, sobre todo para un Grand Slam", añadió Moyà. Y ese mal presagio se ha cumplido sin ni siquiera esperar a los cinco sets del Open de Australia, el primer Grand Slam de la temporada.
Nadal ha sufrido un pequeño desgarro muscular en la zona de la cadera en el tercer partido desde su regreso, un contratiempo que en su equipo achacan al largo periodo de inactividad del que venía. La lesión se produjo en el tercer partido que disputaba en apenas cuatro días, un ritmo al que su cuerpo no está acostumbrado últimamente. Además, fue en un encuentro que se alargó a las tres horas y media y en el que la humedad se disparó.
Tras sufrir un pinchazo en la zona de la cadera, Nadal pudo acabar el partido ante Jordan Thomspon, pero al día siguiente se sometió a una resonancia magnética que confirmó la microrrotura: el campeón de 22 Grand Slam renunció al Open de Australia y volverá a España para recuperarse, confiando en poner a punto su cuerpo para la gira de tierra. "Ahora mismo no estoy preparado para competir al máximo nivel de exigencia en partidos de cinco sets. Vuelvo a España para ver a mi médico, recibir tratamiento y descansar", explicó el balear en su comunicado.