MUTUA MADRID OPEN

Alcaraz pierde la inocencia en Madrid: "Si tengo fallos tontos, me pego latigazos a mí mismo"

El jugador español sale satisfecho del Mutua por haber conseguido jugar cuatro partidos tras llegar con problemas físicos.

Alcaraz y Rublev se marchan juntos de la pista. /EFE
Alcaraz y Rublev se marchan juntos de la pista. EFE
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

"Hoy quizá he sido mentalmente más débil que en otros momentos, me he quejado más. Me duele tener opciones y no aprovecharlas, que sea por mí. Si el otro juega bien le aplaudo y a por el siguiente, pero si tengo fallos tontos me pego latigazos a mí mismo. Duele, quizá tendría que haber estado más duro mentalmente y hoy quizá eso me ha pasado factura".

Alcaraz es un tipo sonriente y expresivo, no tiene miedo a decir lo que se le pasa por la cabeza. Es capaz en una frase de contar que está mentalmente débil y de que se flagela cuando falla. Aunque sea algo natural, no es del todo normal escuchar este tipo de discursos, los deportistas tienden a maquillar más lo que sienten o piensan.

La derrota contra Rublev es menos dolorosa que otras, porque viene de una lesión en el antebrazo y con problemas varios para llegar hasta Madrid en forma. "Es una semana muy positiva, un día antes de empezar no sabía si iba poder jugar, hemos llegado a cuartos, he jugado grandes partidos, a un nivel bueno. Obviamente cuando entro a pista no me gusta perder, pero si miramos el cómputo global ha sido una semana muy muy buena", relata el tenista murciano.

Ahora que ha perdido, el relato puede ser completo, explicar con más detalle cuál ha sido el padecimiento de estos días. "Ni mi equipo ni yo mismo cuando llegué aquí pensábamos que iba a llegar donde he llegado. La primera vez que toque raqueta fue aquí y fueron 45 minutos pegando muy muy suave. A partir de ahora a seguir trabajando para ver si puedo recuperar mi derecha normal y a ver cómo siguen estas próximas semanas", explica.

No fue hasta un entrenamiento con Medvedev, que esta semana probablemente le quitará el número 3 del mundo, cuando empezó a tocar la raqueta y tener sensaciones. Eso es muy poco, se mire por donde se mire. "Ha sido un día difícil para mí, llevaba bastante tiempo sin un partido tan exigente como el de ayer, hoy me he levantado con agujetas prácticamente, me ha pasado factura todo eso", dijo tras su derrota.

Le quedó la pena de no haber "empujado a sus límites" a Rublev, que jugó un partidazo en la pista Manolo Santana: "Ha estado muy bien, su saque fue increíble, me dejó pocas oportunidades para romperle, no pude hacerlo, su juego fue espectacular".

El dolor se arrastra y condiciona. La derecha de Alcaraz, habitualmente un martillo, ha perdido fuste en estos días. Especialmente en este encuentro, pero para eso el campeón de Wimbledon tiene una explicación. "Hoy he pensado más en el antebrazo que ayer, porque tras jugar tres horas ayer sabía que hoy iba a ser así. Al final corté más la bola, tuve sensaciones difíciles", explica al comentar que en la última manga varió su juego para hacerlo más reactivo y menos contundente.

Hay también un proceso mental en todo esto. Alcaraz está cambiando, antes ganaba por avasallamiento, pero quizá ya no es ese jugador porque el calendario va pasando sus páginas: "Por lo que he sido número 1 es por la alegría de mi juego, pero voy madurando y voy creciendo, le voy dando importancia a ciertos momentos. Voy madurando tanto para lo bueno como para lo malo. Debo seguir teniendo frescura, pero quizá en mi cabeza manejo las situaciones de otra manera a como venía haciéndolo, espero que sea para mejor", explica.

Un jugador más frío, entendiendo mejor cómo jugar cada punto, puede llegar a ser una versión todavía mejor del doble campeón de Grand Slam. Ahora bien, los procesos tienen altibajos y eso lo ve también Alcaraz, perder el impulso para ser más calmado es un camino con baches. La siguiente estación es Roma. Aparecerá en la ciudad eterna con el brazo todavía en proceso y la manga como prevención. "Tengo que seguir con la derecha, tengo que trabajar duro estos días si quiero ir a Roma con buenas sensaciones, sin dolor. Es un proceso lento que tengo que hacer, aunque salgo con buenas sensaciones de aquí. Voy a ir a Roma y voy a intentar estar al 100%. Decidiré estos días, creo que estaré bien para jugar allí". En Italia esperarán los mejores, incluido Djokovic.