Una anécdota con Andre Agassi resume el valor de las estrellas como Carlos Alcaraz para el Mutua Madrid Open: "Santana estaba asustado"
La baja del murciano supone un golpe para Madrid. El torneo, sin embargo, ha adquirido una entidad para no sufrir en exceso la ausencia de los grandes nombres.

Pasados unos minutos las 12:30 del jueves, Carlos Alcaraz entró en la abarrotada sala de prensa del Mutua Madrid Open para comunicar lo que era un secreto a voces: que no va a poder jugar este año en la Caja Mágica. También reveló un detalle que prácticamente nadie de los presentes sabía, y es que además lo que le impedirá salir a la arcilla madrileña no son las molestias que sufrió en el muslo derecho durante la final del Conde de Godó, sino una lesión en la otra pierna, concretamente en el isquio del muslo izquierdo.
Después de cuatro días sin ejercitarse y sin tocar la raqueta, en la planta noble del Mutua Madrid Open llevaban ya un tiempo masticando y digiriendo la baja del murciano. Después de la sanción por dopaje a Jannik Sinner, una lesión de Alcaraz era el peor escenario para el equipo que dirige Feliciano López. Porque Carlitos es el mayor reclamo posible: es un tenista que llena estadios, que agota entradas y que mueve masas, un auténtico lujo para un torneo como el Mutua Madrid Open, y más justo después de la retirada de Rafael Nadal.
El torneo llegó a la capital española en 2002, después de que Ion Tiriac se aliara con Manolo Santana y con José María Álvarez del Manzano, entonces alcalde de la capital, para traer un evento que hasta entonces tenía su licencia en Stuttgart. Aunque nació en la época pre-Nadal, el éxito y la consolidación del Mutua Madrid Open no se entendería sin la figura de balear, campeón hasta en cinco ocasiones. Y el destino quiso que justo cuando la llama de Nadal se apagaba empezara a brillar la de Alcaraz. A sus 21 años, el murciano ya sabe lo que es ganar dos veces en la Caja Mágica.
"Esperamos poder transmitir buenas sensaciones al público sin Alcaraz", decía el jueves por la tarde Novak Djokovic, que se queda como principal cabeza de cartel. Más todavía tras la baja confirmada hoy de Paula Badosa. Eso sí, el serbio contará con escuderos de lujo como Alexander Zverev, Aryna Sabalenka e Iga Swiatek.
El susto de Santana con Agassi
Las estrellas son fundamentales para el éxito de cualquier evento deportivo de gran magnitud. De hecho, hay una anécdota de la primera edición del torneo en Madrid que resume bien esa idea. En 2002, cuando el torneo se disputaba en el Madrid Arena -bajo techo y en pista dura-, el número uno del ranking mundial, Lleyton Hewitt, se bajó del torneo poco antes por un virus, dejando a Andre Agassi como el principal reclamo.
El estadounidense, campeón de ocho Grand Slam por aquel entonces, estuvo a punto de perder en la tercera ronda ante un desconocido para el gran público de nombre Feliciano López. El toledano, número 71 del ranking ATP en ese octubre de 2002, había recibido una invitación por parte del director, Manolo Santana, y se cargó a Clement y a El Aynaoui para medirse a Agassi en octavos de final.
Feli puso contra las cuerdas a Agassi y, en la grada, Santana tenía sentimientos encontrados. Por un lado, se enorgullecía de que su apuesta por Feliciano le diera la razón. Pero, por otro, temblaba de la posibilidad de quedarse sin Agassi en los octavos.
"Estuve a punto de joderles el torneo", se reía Feliciano hace unos meses entre risas."A nivel personal, a Manolo no le hubiera hecho más ilusión que le hubiera ganado yo a Agassi en ese momento. Pero era el primer año del torneo. No habría acabado con el torneo, pero en ese momento para los patrocinadores era mucho más importante que llegaran lejos las estrellas como Andre Agassi, que venían por primera vez a Madrid".
"Estaba Manolo Santana asustado, diciendo 'le he dado un wildcard a un chaval que pensaba que no iba a pasar y se me va a cargar al nº1 y me va a hacer una faena'"
"Ahora vemos al torneo donde está, pero ha costado mucho llegar hasta aquí. Mi jefe, Gerard (Tsobanian), siempre me lo dice, y Tiriac, también. Madrid siempre mostró mucho interés, pero los primeros tres, cuatro o cinco años, hasta que el torneo consiguió tirar para adelante... Ahora se ven muchos palcos vendidos, mucha gente, muchas empresas interesadas, pero costó y fue duro. En ese momento, que era el primer año, un chaval desconocido de Madrid se carga al número uno, pues no hubiera sido..."
"Estaba Manolo Santana asustado, diciendo 'le he dado un wildcard a un chaval que pensaba que no iba a pasar y se me va a cargar al nº1 y me va a hacer una faena'", añadía durante ese mismo acto de hace unos meses Miguel Díaz, actual presidente de la Federación Española de Tenis. En aquella primera edición, además, no hubo ni final, porque Jiri Novak se retiró antes de partido decisivo por una inoportuna lesión.
Un torneo consolidado
Veintitrés años después de aquello, el Mutua Madrid Open puede respirar algo más aliviado, porque ha adquirido un estatus a lo largo de los años que le permite no sufrir en exceso la ausencia de un gran nombre. Obviamente, la baja de Carlos Alcaraz se notará estos días en la Caja Mágica, pero Feliciano no tiene el susto en el cuerpo que él mismo le metió a Santana en 2002.
"El torneo está muy establecido, el torneo lleva más de 20 años y hemos conseguido, creo, que el torneo no dependa tanto de uno, dos o tres jugadores que pueden ser los más atractivos, los que más interés generen", decía Feliciano López, director del torneo, en una reciente entrevista con Relevo. "Eso ha sido un trabajo muy duro y muy difícil de conseguir, porque al final en cualquier deporte los grandes nombres son los que venden, y los que marcan la diferencia, sobre todo el interés general que despiertan en público, patrocinadores, etc., pero creo que estamos en un momento en el que creo que no dependemos tanto de un jugador en concreto".