Novak Djokovic recoge el estrellato que se esperaba de Carlos Alcaraz: "El tenis nos sobrevivirá, es más importante que nosotros individualmente"
El serbio arrancó su estancia en Madrid elogiando al tenista español y explicando qué supone para él este torneo.

Novak Djokovic llegó a Madrid con la idea de encontrar sensaciones, probarse un poco en tierra antes de que llegue el objetivo de verdad, que es Roland Garros, pero por el camino se ha topado con una sorpresa, y es que además de lo estrictamente tenístico tendrá también que acarrear con la responsabilidad de ser la cara del torneo. La ausencia de Carlos Alcaraz, que era el nombre en negrita en los carteles, genera un vacío que quizá nadie puede llenar, pero si alguien es capaz de hacerlo es, no puede ser de otra manera, el mejor tenista de todos los tiempos.
Él lo disfruta, además. Está muy cómodo delante del micrófono, no teme responder preguntas, se extiende, es minucioso. Incluso cuando habla en castellano, que no es su idioma y se nota, pero no tiene problema de hacerse entender también en esas circunstancias. Ha nacido para esto.
En su discurso hay verdadera lástima por la ausencia de Alcaraz, a quien colma en elogios, pero también una declaración de amor al tenis, ese deporte al que le ha entregado buena parte de su vida y que él, que lo ha domado como pocos, considera que está muy por encima de los nombres.
"No depende solo de los grandes nombres, de las estrellas. El deporte debe sobrevivir a todos, sobrevivirá a todos y es más importante que cualquiera de nosotros individualmente, estamos aquí para servir al deporte", contaba en una de sus respuestas, en este caso hablando del ocaso del big three que configuró con Nadal y Federer, pero que es obviamente extensible a todos los demás, empezando por Alcaraz.
Él es el último gran faro de una generación, y cuando pasan los años y se va esa gente que ha ido copando titulares años y años, es normal que haya un poco de agitación e incertidumbre. De hecho, Nole dice que uno de los motivos por los que sigue en pie, viajando por todo el mundo a este ritmo loco, es precisamente pasar la antorcha a quienes están por llegar.
"Es difícil comparar eras, pero la competencia está siempre ahí, cada generación tiene su propia competición. Los últimos 20 años han estado dominados por cuatro de nosotros, y cuando se han retirado tres de ellos es normal sentir un cambio, el foco está en ellos. Supongo que toma un poco de tiempo para la gente en aceptar que Roger y Rafa ya no están y que yo algún día... aunque trato de seguir ahí y representar a la vieja generación", se explaya el jugador, que, además de haber ganado 23 grandes, es el líder del sindicato de tenistas que actualmente amenaza a los más poderosos del tenis.
Djokovic desarrolla su visión del tenis, ese deporte que ya era un éxito antes de ellos y que espera que lo siga siendo para siempre. Él sigue, porque le gusta, porque ama el tenis y porque cree que conviene. "Espero que eso tenga un efecto positivo en el tour, es uno de los motivos por los que sigo jugando, porque quiero que el tenis siga teniendo atención y que la gente se interese, pero si ves los números de asistencia en los grand slam o Indian Wells, están consiguiendo récords, lo que son buenas noticias".
Se mantiene en el circuito, pero hace tiempo ya que ha dejado de competir en el día a día. Sus objetivos solo están con la gloria y en Madrid está porque le conviene a su particular agenda. Ahora bien, el torneo ha tenido bastante suerte en este cruce de caminos. Como el propio Djokovic recuerda, solo ha jugado dos o tres veces en los últimos años, así que lo normal era casi no esperarle. Ha llegado y tendrá, qué remedio, que cubrir el espacio en el que no estará Alcaraz.
Alcaraz. Es el nombre, claro, porque se ha convertido en la cara del tenis y tiene ya cuatro grandes, si hay un jugador con opciones de suceder a los colosos que se van es él. El caso es que, por su personalidad, por las frases de su entrenador, por sus idas y venidas, una parte del universo no se le termina de tomar muy en serio. Sí, es muy bueno, peeeeroooo...
Son los matices que se hacen desde el sofá delante de la tele, pero quien ha pasado por esas fases, como Djokovic, tiene una mirada más benévola sobre el fenómeno. No es que Alcaraz vaya a ser gran jugador, vaya a ser una leyenda, es que, en opinión del serbio, ya lo es.
"Él ha llegado ya, a nivel tenístico y de resultados. Creo que a su edad se puede decir que ya ha sido más que todos nosotros con esta edad. Tiene la carrera y todo lo necesario para hacer historia en nuestro deporte", enfatiza Djokovic, que siempre que es preguntado por el español solo encuentra en su memoria palabras de elogio.
"Carlos es la estrella número uno aquí, con el público español, pero ha ganado Montecarlo, después ha jugado dos días después en Barcelona, otra final. Físicamente he escuchado que tiene problemas, pero espero que todos nosotros podamos darle buenas sensaciones al público sin Alcaraz también", reflexionaba sobre su ausencia.
La mejor opinión sobre Alcaraz
El runrún que persigue a Carlos, más allá de su aproximación al juego, tiene que ver con el físico. Le está costando enlazar muchos torneos seguidos al máximo nivel. Cuando está a tope es prácticamente perfecto, pero la primera condición de esta frase no se cumple con la suficiente frecuencia. Subyace en esto una doble pregunta. La primera, si el tenis se ha puesto en un nivel físico que ya no permite la regularidad, en este deporte lleno de jugadores potentísimos y un ritmo que lleva a desfallecer. La segunda habla de su actitud, pero de esa ya se habla suficientemente en el documental de Netflix como para embarrarse ahí.
Djokovic es optimista, que, aunque mucha gente piense lo contrario, en ocasiones solo es una representación de tener memoria. ¿Por qué Alcaraz no consigue las rachas que sí lograban el propio Djokovic en duras o Nadal en tierra?, le cuestionan. Según Nole, es solo una cuestión de tiempo.
"Tampoco era antes algo común, pasaba una vez cada cinco años o así. Obviamente, Rafa dominaba en tierra, Roger en hierba o yo en duras, podíamos ganar varios seguidos. Pero en mi caso ese nivel de dominio solo llegó cuando yo tuve 23 o 24 años y después hasta los 33 o así. Alcaraz todavía no tiene 23 años, tenemos que recordar su edad y lo que ha hecho con su edad, que tampoco es normal, estoy seguro de que veremos mucho de él en los grandes torneos en el futuro", explicó el tenista.
Djokovic, rozando los 38, ya tampoco logra esas rachas, pero se congratula de saber disfrutar del ambiente del tenis. Ha llegado a ese punto de la vida en el que todo te parece bien, y si no es así pues tampoco lo vas a decir. ¿Madrid? Todo perfecto. "Creo que es una de las mejores atmósferas que tenemos, los estadios son muy lindos, muy eléctricos, con una gran atmósfera, particularmente de noche. Siempre hay un buen nivel de tenis en Madrid", relató.
Viene a la Caja Mágica y, si gana bien, aunque no es el objetivo. "Este año estoy buscando el nivel en el que puedo jugar el tenis que quiero, particularmente para Roland Garros, no tengo muchas expectativas por el resultado, para ser honesto. Tengo ilusión porque la gente me apoya y me siento bien", destaca.
17 minutos después de empezar a hablar Novak Djokovic se marcha con la misión cumplida. Al torneo le duele Carlos Alcaraz, pero él hará todo lo posible para mantenerlo en buenas manos.