MUTUA MADRID OPEN

España descubre en el Mutua Madrid Open una opción de medalla impensada: "Nos apuntamos 15 minutos antes"

Sara Sorribes y Cristina Bucsa ganan el título de dobles en la Caja Mágica en el primer torneo que juegan juntas.

Cristina Bucsa y Sara Sorribes posan tras ganar el título del Mutua Madrid Open. /EFE/chema Moya
Cristina Bucsa y Sara Sorribes posan tras ganar el título del Mutua Madrid Open. EFE/chema Moya
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Cuando quedan apenas dos meses y medio para los Juegos Olímpicos de París 2024, las quinielas del número de medallas que puede conseguir España van cogiendo temperatura.El objetivo es superar los 22 metales de la cita de Barcelona 92 y, según los expertos, hay motivos para el optimismo. Este domingo en la Caja Mágica ha brotado, de sorpresa, una nueva opción con la que nadie contaba.

El Mutua Madrid Open ha celebrado este domingo la final del dobles femenino en la que se han coronado las españolas Sara Sorribes y Cristina Bucsa al derrotar por un impecable 6-0 y 6-2 a la checa Barbora Krejcikova, una leyenda de la especialidad -exnúmero y múltiple campeona de Grand Slam-, y a la alemana Laura Siegemund. No sólo es el primer título para la pareja Sorribes-Bucsa, es que nunca hasta ahora habían jugado juntas. 

De hecho, Sorribes aterrizó hace dos semanas en Madrid apuntada al cuadro de dobles con la checa Marie Bouzkova, su pareja habitual. Sin embargo, una lesión de su compañera y amiga abrió la posibilidad de que Sorribes y Bucsa jugaran juntas. ¿Por qué no? Cinco partidos y cinco victorias después, son las campeonas del Mutua Madrid Open.

"Cuando Marie me llamó y me dijo que no podía, fui al gimnasio y me encontré con el padre de Cristina. Le pregunté si seguían sin tener a nadie para el dobles y si se quería apuntar conmigo. 'Sí, sí, sí', me dijo. Fuimos a la oficina y nos apuntamos 15 minutos antes", ha señalado Sorribes durante la rueda de prensa posterior al título.

Los Juegos, un tema tabú

Tras superar una primera ronda complicada -Bucsa había jugado ese día un partido individual de tres horas-, los engranajes encajaron a la perfección. "Siempre he sabido que Cristina era una gran jugadora, es increíblemente talentosa y tiene un feeling con la pelota espectacular", decía hace unos días Sorribes, número 27 del ranking de dobles y 55ª del individual. "Sara siempre ha sido una jugadora que trabaja mucho en la pista y de fondo es una roca. Y en la volea se mete muy bien. Nuestro estilo de juego se adecúa launa a la otra", añadía por su parte Bucsa, 39ª de la WTA en singles y 79ª del dobles.

Sorribes jugó el dobles de los Juegos de Tokio 2020 junto a Paula Badosa, con la que alcanzó la segunda ronda. De momento, es una incógnita cómo se formarán las parejas para París 2024. El cuadro de dobles es de 32 parejas y cada país puede tener como mucho dos. Ahora mismo Sorribes y Bucsa entrarían fijas por ranking y las opciones de Badosa están difusas dada su mala racha de resultados y lesiones.

"A mí me gustaría jugar con Sara. Yo creo que es posible y siempre confío en que se pueden conseguir grandes cosas y grandes sueños. Si estamos sanas, podemos hacer un gran equipo", dice Bucsa. A Sorribes, en cambio, le tiemblan las piernas y la voz cuando se pone a pensar en los Juegos Olímpicos. "Los Juegos es algo que deseo tanto, que es un tema tabú. No lo hablo con nadie, ni para individual ni para el dobles. Se me pone la piel de gallina y eso sí que me quita energía".