TENIS

El problema de Navratilova y su coincidencia con Donald Trump: "Los hombres que se identifican como mujeres deberían competir con los hombres"

"No es justo que los cuerpos masculinos compitan contra las mujeres. Y estoy totalmente a favor de los derechos de las personas trans a nivel civil", explica la extenista.

Navratilova, durante una entrevista en 2022. /EFE
Navratilova, durante una entrevista en 2022. EFE
Sebastián Fest

Sebastián Fest

Navratilova no es solo una de las mejores tenistas de todos los tiempos o una figura legendaria del deporte: no, es además un ícono de la lucha por los derechos de la comunidad homosexual, desde que ella misma, en los años 70, dio un paso que casi nadie se atrevía a dar. Pero hoy está en contra de que los hombres que se identifican como mujeres compitan en la categoría femenina. Que es, precisamente, lo que hizo Trump el mes pasado: firmar una orden ejecutiva por la que se prohíbe que los atletas transgénero compitan en la categoría femenina.

¿Cómo puede Navratilova, siempre del lado de las causas progresistas y del Partido Demócrata, coincidir con Trump? "No es justo que los cuerpos masculinos compitan contra las mujeres. Y estoy totalmente a favor de los derechos de las personas trans a nivel civil, al 100 por ciento, en todos los sentidos", explicó recientemente la ex jugadora, de 68 años, al pódcast "On with Kara Swisher".

"Esto no va en contra de los atletas trans. Va en contra de los cuerpos masculinos que compiten como mujeres, si se identifican como mujeres. Muchos deportes ni siquiera tienen ninguna mitigación, ninguna concesión para reducir el nivel de testosterona, etcétera. Pero lo que se ha demostrado, incluso cuando se toman esos bloqueadores de testosterona o terapia hormonal, incluso después de 15 años, los cuerpos masculinos siguen teniendo ventaja física sobre las atletas mujeres", añadió la nueve veces campeona de Wimbledon.

"Así que no estamos en contra de los atletas trans. Estamos a favor de que las atletas compitan en un campo de juego lo más nivelado posible. Lo que significa que los hombres que ahora se identifican como mujeres deberían competir en una categoría masculina. Y las mujeres que se identifican como hombres, pero no toman testosterona pueden competir como mujeres. Porque todavía no hay ventaja física sobre otras atletas. De eso se trata".

Navratilova dice que "de eso se trata", pero su postura generó decepción entre mucha gente que siempre se identificó con ella. El titular, el resumen, es que la estadounidense nacida en la entonces Checoslovaquia coincide con Trump. Y eso es mucho decir en los Estados Unidos de hoy, en el mundo de hoy.

Swisher, la presentadora del pódcast, se lo preguntó directamente: "Los republicanos y Donald Trump han utilizado a los deportistas trans como una cuestión divisoria. Tengo curiosidad por saber si fue problemático para ti entrar en escena aquí, o ¿crees que es algo separado de lo que los republicanos están haciendo en todo el país, que es atacar a las personas trans? Creo que estamos de acuerdo en eso".

Navratilova dice estar de acuerdo, y enseguida se sumerge en una explicación tan compleja como valiente. "Estoy totalmente de acuerdo. Los republicanos están en contra de las personas trans. Nosotros estamos a favor de las mujeres. Hay una gran diferencia. Y los republicanos solo lo están usando como excusa. Y dicen: "Oh, mira, estamos protegiendo a las mujeres". No, no están protegiendo a las mujeres. Les importan un bledo las mujeres".

La exnúmero uno del mundo distingue entre la vida civil y el deporte cuando se trata de trans. "A nivel civil, las personas trans deben tener todos los derechos. No se puede despedir a alguien por ser trans, al igual que no se le debería poder despedir por ser gay. Pero cuando se trata de deportes y espacios femeninos basados en el sexo, debe haber segregación por sexo".

Que Navratilova se haya lanzado a discutir un tema tan sensible es solo un reflejo de los tiempos. En agosto, durante los Juegos Olímpicos de París, la boxeadora argelina Imane Khelif ganó el oro en la categoría de 66 kilogramos en medio de una feroz polémica en la que intervino hasta la autora de Harry Potter, J.K. Rowling.

Khelif, una mujer cisgénero, entró en la mira al derrotar a la italiana Angela Carini en 46 segundos en su primer combate. La italiana abandonó diciendo que temía morir por estar luchando contra un hombre, y Khelif se convirtió en eje de un feroz debate mundial. "Cualquiera que esté en contra de las personas trans en los deportes es aparentemente transfóbico y fanático. Me han llamado todo tipo de cosas horribles", asegura Navratilova. "Pero claramente ese no es el problema. Somos pro-trans, pero también somos pro-mujeres y se puede ser ambas cosas. Se puede ser ambas cosas".

La extenista cree que el debate se sale de eje por momentos, con acusaciones sin sentido. "¡Hay personas trans a las que se les llama transfóbicas! "Oh, tienen odio hacia sí mismos", o "Son demasiado viejos para saberlo". Lo cual es un poco irónico. Alguien como Renée Richards, que es mujer desde hace años, y cuando ella habla dicen que no sabe de lo que habla. Buck Angel, una mujer que se identifica como hombre, tiene músculos grandes, tatuajes, y dice que los hombres trans no deberían poder participar en deportes femeninos y lo llaman transfóbico".

Richards, hoy de 90 años, es un hombre que en los años '70 cambió de sexo para pasar a competir en el circuito femenino y llegó a ser la número 20 del ránking mundial de la WTA. El caso de su rival y amiga le permite a Navratilova profundizar en su posición, explicarla mejor.

"Yo vengo de muy atrás, de los años 70, cuando Renée Richards fue la primera transexual en demandar el derecho a competir en el tenis femenino, y ganó. Y de hecho, jugué dobles con ella. Jugué individuales contra ella. Y luego terminó siendo mi entrenadora y amiga. Y seguimos siendo amigas, y ella está de mi lado en esto, en el sentido de que ahora dice que no cree que se le debería haber permitido competir, porque la ventaja es demasiado grande".

¿Y entonces? ¿Cómo explica esa contradicción? "La única razón por la que Renée no ganó en aquel entonces fue porque tenía más de 40 años y estaba fuera de forma. Si hubiera tenido 20 años y hubiera estado en forma, nos habría dejado en la cuneta", indica Navratilova. La extenista, que en 2023 reveló que se había curado de un cáncer de garganta, hizo autocrítica en los últimos tiempos acerca de su postura respecto de los trans en el deporte.

"Apoyé a Renée Richards cuando quiso jugar en el circuito femenino en los años 70 porque pensé que era única. No la habría apoyado si hubiera dominado el circuito", escribió en 2023. Su entrevistadora le dice que esa afirmación es pasto para la polémica."Es como si dijeras 'me parece bien que las mujeres transgénero jueguen siempre y cuando no sean una verdadera competencia, siempre y cuando pierdan, o siempre y cuando no haya demasiadas'".

Pero Navratilova rechaza esa síntesis de su discurso. "No, hay demasiadas ganadoras en todos los niveles, en todos los deportes, y no deberían competir en absoluto. No importa si ganan o pierden. Sin duda pueden competir, pero en la categoría masculina, no en la femenina. Simplemente no es justo. Son más altas, y su densidad ósea, su capacidad pulmonar, su estructura ósea, incluso sus vías respiratorias son mayores que las de las mujeres. Las ventajas son numerosas".

¿No le importa, siendo una progresista, coincidir con Trump? No, dice la ex jugadora: "Admiro a la gente que va a contracorriente. Pero mi estrella polar es la justicia, y los cuerpos masculinos en los deportes femeninos no son justos, y esa es mi estrella polar. Y no puedo apartarme de eso".