TENIS

Sin raquetas, representante y un cambio total en su derecha: el duro camino de Mariano Navone

El tenista argentino alcanzó la final del ATP 500 de Río de Janeiro y se ha colado en el Top 60 del mundo.

Mariano Navone ha dado un salto cualitativo en su juego. /REUTERS
Mariano Navone ha dado un salto cualitativo en su juego. REUTERS
Diego Otero Fontán

Diego Otero Fontán

Hace menos de un mes el nombre de Mariano Navone era desconocido para el seguidor del tenis. Este mes de febrero le ha catapultado a la escena ATP gracias a un torneo en Río de Janeiro magnífico. El tenista de Tucumán llegó a la final del torneo, pero no pudo lograr el título puesto que cayó contra su compatriota Sebastián Báez por 6-2 y 6-1.

Aun así, el torneo de Navone ha sido una grata sorpresa. Entró mediante el clasificatorio y alcanzó la final después de vencer a Cameron Norrie y al nuevo niño prodigio del tenis, Joao Fonseca. Hasta aquí todo normal, pero la historia de Navone es todo lo contrario a la normalidad. El ahora 60 del mundo ha logrado en la ciudad carioca su primera victoria ATP y, obviamente, su primera final. Para ponerlo en perspectiva económica, el argentino había ganado en su carrera 244.000 dólares en premios. Por su parte, con la final en Brasil ha logrado 211.000 dólares.

Pero, la historia de Navone va más allá de una simple inyección monetaria. Es similar al cuento del patito feo que acabó por convertirse en cisne. Un camino hasta el profesionalismo donde prácticamente nadie confiaba en él, salvo una persona que siempre estuvo ahí, el periodista Mario Zugasti.

La final entre Baez y Navone. ATP

"Ah bueno, bárbaro"

Mariano Navone en una conversación de WhatsApp

Mariano nunca destacó en junior y era un tenista que no parecía tener un futuro brillante, sobre todo de cara a las marcas. En una publicación en X, anteriormente conocido como Twitter, Zugasti desveló que cuatro años atrás Navone no tenía representante, una agencia de marketing e, incluso, ninguna marca de raquetas le patrocinaba.

En esa publicación, una de las imágenes es una captura de una conversación de WhatsApp entre ambos en la que logró su primer patrocinio de raquetas. Un contrato inicial que firmó en su ordenador portátil e incluía seis raquetas, un raquetero, un maletero, una mochila, tres tubitos de tinta y tres packs de 30 grips. Posteriormente, Navone se fotografió con todo el material cuando llegó a su hogar. Incluso envió correos electrónicos a Lacoste para que fuese su marca de ropa.

Un cambio completo de su derecha

Mariano Navone llegaba al torneo de Río de Janeiro en un estado de forma ascendente. La temporada pasada alcanzó seis finales de Challenger y alzó el trofeo en cinco de ellas. Aunque tenía un récord de 0-2 en encuentros ATP, las personas que seguían la progresión del original de Tucumán confiaban que podía dar el salto cualitativo en su juego en cualquier momento.

La derecha de Mariano Navone.  REUTERS
La derecha de Mariano Navone. REUTERS

Una de las claves en la mejoría del argentino ha sido la modificación de su golpe de derecha. Cambió, con ayuda de su entrenador Andrés Dellatorre, la empuñadura de agarre y su swing. Una evolución que requiere muchas horas de entrenamiento para adquirir los nuevos automatismos. "El año pasado tomé la decisión de cambiar un golpe desde cero que fue la derecha. Fueron meses que la pasé muy mal porque no podía meter una bola en la cancha", confesó Mariano tras ganar el Challenger 100 de Buenos Aires.

"Mi psicóloga me enseñó a luchar contra la ansiedad"

Mariano Navone

Además de ello, consciente de la importancia de la salud mental para competir al más alto nivel, Navone ha tenido el apoyo de una psicóloga. "Necesitaba empezar a ganar. Mis viejos me ayudaban económicamente, me acompañaban, pero no quería seguir pidiéndoles. Arriesgamos, se arrancó de cero y con una estructura, pero fue complicado. Mi psicóloga me empezó a ayudar para atravesar esas etapas de mi vida. Me enseñó a luchar contra la ansiedad, porque ese cambio era a largo plazo", desvelaba el jugador a La Nación.

Un brutal cambio que se ha manifestado en el último torneo ATP 500 en la ciudad brasileña. El primer paso de una trayectoria ascendente que llega al momento más complicado para un deportista profesional. Mariano se encuentra en el Top 60, pero deberá aguantar la presión y el nivel para poder codearse con los más grandes del tenis.