Rebeka Masarova, la tenista española de las seis lenguas que despega en Auckland
La deportista, de 23 años, ha disputado su primera final de la WTA ante la estadounidense Coco Gauff. Es la cuarta española en pelear un título desde 2019.

Siempre se ha dicho que hablar idiomas es abrir puertas. Sin embargo, la realidad es que aunque Rebeka Masarova (Basilea, 1999) habla seis -alemán, francés, eslovaco, inglés, español y catalán-, el que mejor se le está dando es otro distinto: el idioma del tenis. Esa lengua comenzó a aprenderla con solo tres años, cuando casi aún sin saber hablar bien, vio por la tele a Roger Federer ganar su primer Wimbledon. Desde entonces no se ha separado de la raqueta y la pelota hasta el punto de haberse convertido en futuro y ya también presente del tenis español. Por primera vez ha disputado una final WTA, donde no ha podido hacer nada ante Gauff (6/1, 6/1), pero que la ha lanzado a colarse dentro del Top-100 del ránking, y que ha dejado claro que lo suyo no es casualidad.
Lo cierto es que hace año y medio que Masarova ya venía demostrando que su nombre iba a dar que hablar dentro del mundo de la raqueta. Sin embargo, ha sido este 2023 cuando la nacida en Suiza, de padre eslovaco y madre española, se ha reivindicado. Y para ello no hizo falta esperar a la final del WTA 250 de Auckland -su primera gran final- en la que se midió, nada más y nada menos, ante la estadounidense y cabeza de serie Coco Gauff. En los seis partidos disputados antes de esta cita, ha logrado seis victorias y todas ellas sin perder ningún set, lo cual la ha catapultado hasta situarse entre las 100 mejores tenistas del mundo.
Sin embargo, aunque desde pequeña ya apuntaba maneras, el camino no ha sido fácil y con solo 18 años tuvo que superar una compleja lesión de rodilla y, solo un año después, otra en el pie. Aunque vamos a empezar por el principio: los idiomas.
Sus inicios entre España y Suiza
Que Masarova hable seis lenguas es consecuencia de su familia. Su padre es esloveno, por lo que le inculcó esta lengua desde pequeña. Su madre es española, por lo que también le habló en castellano desde la cuna y esta, precisamente, estaba en Basilea, la ciudad suiza en la que nació donde se habla alemán y francés (otros dos idiomas para ella). El inglés lo aprendió en sus estudios y el catalán a raíz del traslado de su familia a Cataluña. Precisamente por ello, de los nueve a los 15 años ya defendió la bandera española, aunque fue bajo la estela suiza con la que logró sus mejores éxitos. Entre los 16 y los 18 años se volvió al país helvético, y bajo el paraguas suizo ganó el Roland Garros júnior en 2016 y quedó finalista en el Open de Australia júnior de 2017.
Tras ello, al cumplir la mayoría de edad decidió finalmente volver a España y se enroló en la academia BTT de Valldoreix de Barcelona bajo las órdenes de Pipo Maresma, quien actualmente es su entrenador. Eso sí, aquel 2018 no fue una época fácil, pues sufrió una rotura en los ligamentos de la rodilla que la tuvo apartada de la pista y poco después, ya en 2019, otra lesión en el pie que también puso en jaque su trayectoria.
Pese a ello, Masarova no se rindió y demostró que, además de su buen hacer en el deporte, también estaba dispuesta a ayudar a quienes más lo necesitaban. Durante la pandemia aprovechó ese 'parón' para prestar servicio de ayuda en una clínica de neurorehabilitación. Eso sí, lo hizo pese a no tener estudios en medicina o enfermería, aunque en su familia sí que son dos profesiones bastante asentadas (su padre es médico y su madre y su hermana, enfermeras).
Cuarta española en disputar una final desde 2019
Desde que regresó al país, Masarova ha sido seleccionada en varias ocasiones por España para disputar la Billie Jean King Cup, aunque, sin duda, su mayor hito ha llegado este enero. Además de ser finalista en Auckland, se ha convertido en la cuarta española en disputar una final desde el año 2019, tras Garbiñe Muguruza, Paula Badosa y Sara Sorribes.