La retirada de Albert Ramos, igual que la de Rafa Nadal, muestran cómo los finales no se planean: "Tras una vida entera, debo madurarlo"
Albert Ramos jugó el último partido en en la pista central del RCTB en el Conde de Godó, y afronta su último año de profesional.

Albert Ramos, de 37 años, afrontaba la temporada 2025 como una más, intentando recuperar su mejor juego para disputar los máximos torneos posibles y seguir un camino que inició hace 18 temporadas en el mundo del tenis profesional. Obviamente, ya era consciente por edad y ránking que todo sería más difícil, que el final se acercaba, pero se resistía a creer que todo estaría tan cerca.
Pero todo viró hace justamente tres semanas, cuando una serie de lesiones y de dolores de cabeza cada vez que jugaba o se preparaba para un partido le hicieron reflexionar. Y tomar una decisión dura y difícil para la que nadie está preparado, que suponía un cambio radical en su vida, como le ocurrió en 2024 a Rafa Nadal, quien se retiró del tenis en un final que guarda muchos paralelismos con el de tenista de Mataró.
"Mi idea no era retirarme", se arranca un tenista que recibió un homenaje en la pista central del Barcelona Open Banc Sabadell-Torneo Conde de Godó, después de morder el polvo contra el danés Rune en un partido igualado (7-5 y 6-4) en el que el catalán fue de más a menos. "Tuve una rotura de fibras, una osteopatia de pubis... Me di cuenta que los años han pasado y que necesitaba entrenar fuerte para estar en forma. Yo no tengo un gran saque, necesitaba prepararme. Y cuando lo hago me salen dolores", dijo.
Y hace tres semanas, después del Challenger de Girona, dijo basta. Y tomó una decisión definitiva. "Todo eso me llevó a decidir que esto se tenía que acabar. Después de toda una vida, hay que madurarlo. Mi cabeza necesita una preparación mental. La mejor manera es tomarme un año para jugar lo que me apetezca y pueda", aseguró. Le encantaría estar en Madrid, jugar la fase previa de Roland Garros y otros torneos en los que "ha disfrutado" a lo largo de su carrera, en la que ha conseguido ganar cuatro títulos ATP y ascender a la 17ª posición en 2017, cuando perdió la final del Masters 1000 de Montecarlo ante un lanzado Rafa Nadal.
Curiosamente, el de Manacor vivió un final inesperado. Aunque desde hacía años lidiaba con lesiones y tenía que jugar con dolor, decidió precipitar su adiós para 2024, donde tampoco pudo jugar todo lo que tenía planeado. Hace un año, los espectadores del Real Club Tenis de Barcelona lo disfrutaron en su último Conde de Godó, mientras que puso el broche final en la Copa Davis en Málaga de forma prematura en primera ronda con un homenaje que no se pudo hacer completo.
La gran victoria de su carrera ante Federer, cuando el suizo 'explotó'
"El problema es el ránking (234)", explica Ramos, que recuerda con más cariño sus primeras victorias de profesional en el Conde de Godó en la edición de 2010, especialmente la de Fernando González, que en aquel momento era uno de los cabeza de series del torneo. Incluso, en 2015 en el Masters 1000 de Shanghai, llegó a ganar a Roger Federer en un encuentro que sacó la rabia del suizo, quien llevaba desde 2012 sin ganar un Grand Slam, un paso por detrás esos años que Rafa Nadal y Novak Djokovic.
Fue un encuentro resuelto por 7-6(4) 2-6 y 6-3 a favor del de Mataró, quien, después del encuentro, no pudo ocultar su sorpresa por la victoria y que cuando estaba en la pista creía que iba a perder. "Creo que es mi primera victoria contra un top-10. No lo esperaba durante el partido. Después del segundo set, pensé que sería lo de siempre: voy a perder. Pero jugué muy bien. Estoy muy feliz porque es la victoria más importante de mi carrera", explicó en aquel momento, todavía con la efervescencia de la victoria ante el suizo.
Federer no se lo tomó tan bien y empezaron a aparecerle esos fantasmas que le martirizaron al final de su carrera. Respondió así a los que consideraban que, en cada torneo, lo importante era saber cuándo se iba a medir con Nadal o Djokovic. "Respeto a todos los jugadores profesionales. Por eso nunca me gusta cuando me preguntan sobre las semifinales con Nadal o finales con Djokovic. Hay que jugar todos los partidos".