Alcaraz-Musetti y otras rivalidades a las que se agarra el tenis para salvar los muebles sin el 'Big Three'
El español y el italiano, de 20 y 21 años, respectivamente, son dos de los estandartes de la nueva generación que dominará el circuito. Este domingo se miden en París.
París.- Un partido con aroma a savia nueva, a cambio de guardia. El Carlos Alcaraz-Lorenzo Musetti que se disputará este domingo en los octavos de final de Roland Garros tiene todos los ingredientes para convertirse en uno de los clásicos del futuro, en una de las rivalidades a las que se aferra el tenis cuando se disuelva el Big Three.
Alcaraz y Musetti son dos de los abanderados de la nueva generación de tenis masculino, un grupo en el que hay que añadir desde luego a Jannik Sinner y Holger Rune y en el que podrían llegar a entrar otros como Ben Shelton, Luca van Assche o Arthur Fils. Esos son los rostros que pueden salir al rescate de un deporte, el tenis, que puede sufrir mucho sin los Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic.
"Por 15 años tuvimos a tres de los diez mejores jugadores de todos los tiempos. Pero como espectador tuve menos interés porque el juego era el mismo, las finales eran las mismas, siempre eran los mismos protagonistas"
Campeón de Roland Garros en 1983Los miembros del Big Three fueron los protagonistas de la época más dorada de la historia del tenis, pero también fagocitaron todo. Más allá de los destellos de Andy Murray, Stan Wawrinka o Juan Martín del Potro, era difícil ver otras opciones. Había un abismo. Con Federer retirado, Nadal entre algodones y con 2024 como fecha límite y Djokovic más cerca de los 40 que de los 35, el tenis tiene que mirar hacia el futuro.
Y la mejor forma de seguir atrayendo nuevos aficionados es que se construyan grandes rivalidades. Alcaraz y Sinner ya se han enfrentado en seis ocasiones y han regalado auténticas batallas, como aquel partido de más de cinco horas en el último US Open. Con Musetti, el murciano sólo se ha visto las caras en una ocasión, pero fue en la final de Hamburgo en 2022, mientras que con Rune ha chocado en dos partidos.
"Vamos a tener grandes encuentros con Jannik, con Lorenzo, con Rune, con mi generación. Y por supuesto que ellos me van a hacer mejorar. Me van a hacer incrementar de nivel y ser mejor jugador", explicaba Alcaraz en la noche del viernes en París tras superar a Shapovalov en tercera ronda. "Nadal, Federer y Djokovic siempre han dicho que se han hecho mejores entre ellos y yo también lo he dicho. Contra ellos no he tenido muchas oportunidades de jugar, pero contra Jannik siempre son partidos de una gran exigencia física y mental y me hace mejorar".
La necesidad de nuevas caras
Hace seis años, antes de aquella maravillosa final que disputaron en Australia Nadal y Federer después de varios meses con sendas lesiones, Mats Wilander negaba con la cabeza en los pasillos del estadio principal. "No, de verdad, no tengo que ver otra final entre Nadal y Federer, de ninguna forma. Necesitamos nuevas caras", decía el sueco en aquel 2017 a la agencia dpa. "Sería bonito también ver a John Lennon y a Elvis Presley cantar de nuevo juntos y ya no se puede. Por eso digo que sería genial ver caras nuevas".
La realidad tardó en hacer caso a Wilander, aunque ese pensamiento es compartido por otras personalidades del circuito. Yannick Noah, el último francés en ganar la Copa de los Mosqueteros en París (1983), se pronunciaba así recientemente en el diario argentino La Nación: "Odio ser el ex jugador que habla y dice mierdas de las nuevas generaciones. No quiero sonar como eso. Por quince años tuvimos a tres de los diez mejores jugadores de todos los tiempos. Pero como espectador tuve menos interés porque el juego era el mismo, las finales eran las mismas, siempre eran los mismos protagonistas. La emoción era siempre la misma. Y cuando yo voy a ver un espectáculo lo único que me interesa es la emoción, la atmósfera. No sentí esa emoción durante muchos de esos partidos".
"Estoy esperando que en el tenis aparezcan seis o siete jugadores que ofrezcan algo nuevo. Estoy buscando al Michael Jordan del tenis, con herramientas y carisma", añadía. Un Michael Jordan será difícil, pero algo está cambiando en el tenis.