El enésimo desastre de Francia en Roland Garros acaba entre abucheos y polémicas
Ninguno de los 29 tenistas franceses consigue avanzar a la tercera ronda. Fritz, verdugo del último local, mandó callar a la grada de la Lenglen, que después le dedicó un sonoro abucheo.
París.- Otro año más... Muchos han perdido ya la cuenta de cuándo fue la última vez que un tenista francés ganó Roland Garros. La sequía no se acabará tampoco en 2023, una edición especialmente dolorosa para los anfitriones: de los 29 franceses que empezaron el torneo ninguno ha llegado a la tercera ronda.
Arthur Rinderknech, 78 del ranking ATP, fue el último en caer, pese a todos los intentos por parte del público de sostener su sueño. Rinderknech se enfrentó el jueves por la noche a Taylor Fritz en la Suzanne Lenglen y el segundo estadio más importante de Roland Garros fue un auténtico caldero. Como si de una eliminatoria de Copa Davis se tratara, los más de 10.000 espectadores que había en las gradas animaron sin descanso al francés, cantaron la Marsellesa e intentaron llevar en volandas al jugador.
Pero no sólo eso: también silbaron y abuchearon a Fritz. Hasta festejaban los errores del estadounidense, una actitud que siempre se ha reprobado en el tenis. Harto de los abucheos y sin poder contenerse, nada más tumbar al francés por 2-6, 6-4, 6-3, 6-4, Fritz se llevo el dedo a la boca como mandando callar a la grada.
Repitió el gesto en varias ocasiones y unos minutos después, en la entrevista protocolaria todavía sobre la tierra batida, se llevó un sonoro abucheo que duró más de un minuto. Los miles de franceses sólo empezaron a aplaudir cuando en las pantallas gigantes apareció el rostro de la mujer de Fritz. "Me animaron tanto que quería asegurarme de ganar. Gracias, muchachos", dijo en torno burlón el tenista estadounidense.
Sin franceses en tercera ronda, es la peor edición para el tenis galo de la historia, igualando la de 2021. La última vez que un tenista francés ganó en Roland Garros fue en 2000, con el triunfo de Mary Pierce. En el cuadro masculino hay que retroceder mucho más, concretamente 40 años: fue Yannick Noah en 1983. La espera seguirá.