ROLAND GARROS

Alcaraz saca a pasear el martillo y se clasifica a cuartos en Roland Garros

El número uno eleva el nivel ante Musetti y da un paso más en busca de su primer título en París. El martes chocará contra Tsitsipas.

Alcaraz golpea una derecha durante su partido de octavos ante Musetti. /CLODAGH KILCOYNE/REUTERS
Alcaraz golpea una derecha durante su partido de octavos ante Musetti. CLODAGH KILCOYNE/REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

En el ciclismo, cuando la carretera se empieza a empinar es cuando se ve quién lleva las piernas frescas. Los sprinters, grandes y corpulentos, se empiezan a apartar; y los escaladores, finos y saltarines, piden la palabra. En el tenis, los octavos de final es la ronda que marca el inicio del puerto. Vienen curvas, avisa el cartel.

Y en las primeras rampas de este Roland Garros, Carlos Alcaraz ha empezado a acelerar. Tras una primera semana seria pero sin florituras, el número uno ha sacado su martillo a pasear este domingo y el que lo ha sufrido ha sido Lorenzo Musetti. Jugador incómodo, talentoso como pocos y de muñeca impecable e impredecible, el italiano ha sucumbido por 6-3, 6-2 y 6-2 en poco más de dos horas.

Alcaraz acabó el partido con 42 golpes ganadores, 31 de ellos con la derecha

Musetti suponía el primer hueso en el camino. Es el número 18 del ranking ATP a sus 21 años y se había llevado el único precedente, hace un año en la final de Hamburgo. Con ese recuerdo en la memoria, el transalpino saltó a la pista central con el cuchillo entre los dientes y rompió el saque de Alcaraz en el primer juego del partido. Pero fue un espejismo.

Porque el murciano carburó pronto y su derecha funcionó como no lo había hecho en este Roland Garros, una señal para el optimismo y un aviso para sus rivales. Cuando el drive le vuela, que se echen a temblar. Exhibiendo además físico, el pupilo de Ferrero llegó a conectar 42 golpes ganadores, 31 de ellos con el drive.

Llegó un momento en el que Musetti no sabía bien qué hacer. Lo intentó con dejadas y no le funcionó. Intentó restar varios metras por detrás y tampoco. ¿Puntos largos? Para Carlitos. ¿Y los cortos? También. No había manera.

"He jugado a un gran nivel, con una gran calidad de tenis en mis tiros. Me he adaptado muy bien al viento y he jugado muy agresivo, muy completo, desde la primera a la última bola", ha señalado Alcaraz nada más acabar el encuentro. "Intento no pensar en el número uno, en la presión, en ser uno de los favoritos. Intento dejar todos esos pensamientos fuera de mi mente".

Con Djokovic en el horizonte

Tras igualar los cuartos del año pasado -cuando perdió con Alexander Zverev-, Alcaraz intentará romper su techo en París el martes. Se enfrentará en la ronda de los ocho mejores a Stefanos Tsitsipas, al que ha ganado las cuatro veces que se ha medido, dos de ellas en arcilla, aunque ninguna en París. Sin embargo, es imposible que los aficionados no miren un poquito más allá y se imaginen cosas.

Porque el sorteo celebrado hace ya diez días fue caprichoso y colocó a Alcaraz y a Novak Djokovic en el mismo lado del cuadro. Esas semifinales serían, desde luego, el partido del torneo. Creciendo partido a partido, el serbio se ha plantado sin ceder un set en los cuartos de final y está acercándose a su gran objetivo: conquistar su 23º Grand Slam en la tierra de París.