ROLAND GARROS

El cabreo de Zverev con el error arbitral que pudo cambiar la final de Roland Garros: "Es frustrante"

El juez de silla Renaud Lichtenstein cantó buena una pelota de Alcaraz que habría supuesto un break a favor de Zverev en el quinto set. El ojo de halcón mostró que la pelota había salido.

Alexander Zverev, enfadado tras la pelota que pudo cambiar el partido./Eurosport
Alexander Zverev, enfadado tras la pelota que pudo cambiar el partido. Eurosport
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.-Carlos Alcaraz acabó el domingo abrazado a la Copa de los Mosqueteros tras otro quinto set descomunal en la final ante Alexander Zverev. Sin embargo, el resultado podría haber sido bien diferente si el juez de silla no hubiese cometido un error en un momento clave.

Cuando Alcaraz sacaba con 2-1 en el quinto parcial, con break a favor, Zverev se procuró dos pelotas de break. Con 15-40, Alcaraz falló su primer saque y el juez de línea cantó también malo el segundo. El árbitro, Renaud Lichtenstein, bajó a ver el bote y, para sorpresa de todos, dijo que la pelota había sido buena.

Zverev no se lo podía creer y le señaló el bote repetidas veces, pero el juez de silla no cambió de opinión. Así que, en vez de break para Zverev, el árbitro ordenó de nuevo repetir el saque a Alcaraz, que terminó sosteniendo el servicio y avanzando hacia su primer título de Roland Garros.

Las imágenes de la televisión mostraron después la recreación de ojo de halcón y, tal y como defendía Zverev, la pelota se había ido fuera por un milímetro. El alemán se puso con los brazos en jarra, incrédulo ante lo que veían sus ojos. Un rato después, Alcaraz abrochaba el triunfo por 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2.

De momento, en la tierra batida no se utiliza el ojo de halcón porque la pelota deja marcas en el suelo y los árbitros se fían de su vista. Aunque a algunos les entren dudas, como a Fernando Verdasco, que preguntó en X a la gente si creían que la bola estaba bien cantada.

La reacción de Zverev: "Es frustrante"

El alemán mostró después su enfado en la rueda de prensa. "En el quinto set hubo momentos en los que tuve mala suerte. He escuchado que la bola del 2-1 era fuera, que su segundo saque se había ido según el ojo de halcón. Lo he visto. Si llego a romper ahí, el quinto set podría haber acabado de otra manera", señaló el número cuatro del ranking.

"Hay una diferencia si estás 3-1 abajo en el quinto set o si empatadas 2-2. Es una diferencia definitoria. Y al final es frustrante, pero es lo que es. Los árbitros cometen errores, son también humanos y ya está. Pero por supuesto que en una situación así deseas que no haya errores".