TENIS

El gesto de complicidad más bonito de Roland Garros termina en un abucheo

La rusa Kasatkina felicita a la ucraniana Svitolina y respeta que no quiera darle la mano.

El gesto de Daria Kasatkina tras caer ante Svitolina./REUTERS
El gesto de Daria Kasatkina tras caer ante Svitolina. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

El tenis es uno de los pocos deportes donde los deportistas rusos y bielorrusos no han dejado de estar presentes en el circuito. Solo Wimbledon los vetó en 2022 y se llevó por ello una sanción de la ATP y de la WTA dejando al torneo sin puntos para el ranking. Los tenistas han competido sin bandera [y sin himno, en caso de victoria] pero no se han librado de la polémica a su alrededor por la reacción de las gradas o de los propios rivales ucranianos.

Mientras algunos rusos han guardado silencio, otros como Rublev o Khachanov tuvieron que cortar las especulaciones pidiendo el "No a la guerra" en sus declaraciones públicas para evitar este tipo de conflictos. Una de las más activas y valientes en sus posiciones ha sido Daria Kasatkina, que se ha pronunciado contra Putin en varias ocasiones e incluso ha hecho pública su homosexualidad, penada en Rusia.

La exposición pública de la tenista, actual número 9 del ranking WTA, le ha generado muchas críticas en su país, donde un diputado solicitó por carta al Ministerio de Justicia que fuese tratada como una "agente extranjera". Esto significaría ser señalada por el Estado, teniendo que estar obligados a realizar muchísimos y largos trámites administrativos para cualquier cuestión y pudiendo ser multados o sancionados. La tenista ha abierto la posibilidad de no volver a Rusia.

Una felicitación, en la distancia

El último episodio de la historia de Kasatkina ha tenido lugar en Roland Garros con su enfrentamiento ante Elina Svitolina, estrella del tenis ucraniano que ha vuelto al circuito tras dar a luz. La ucraniana ya anunció que no daría la mano a las rivales rusas al final del partido, siendo consecuente con su petición de que deberían ser vetadas en los torneos. A pesar de esta negativa, en el final del partido sucedió una imagen inédita.

Kasatkina, que cayó derrotada por 6-4 y 7-6, aceptó que Svitolina no quería encontrarse con ella ni le daría la mano pero quiso mostrar cercanía con su compañera. Antes de marcharse a su banquillo, esperó a cruzar la mirada con la ucraniana y le levantó su dedo pulgar en gesto de felicitación.

Una imagen de cercanía hacia su compañera que no terminó de ser entendido por la grada de la Suzanne Lenglen. Los aficionados, habituados al cruce de manos, empezaron a abuchear la situación por el desconocimiento de las posiciones de una y otra tenista. "Me abuchearon por ser respetuoso con la posición de mi oponente de no darle la mano", ha comentado una entristecida Kasatkina después de lo vivido tras su eliminación, queriendo también mostrar su solidaridad y apoyo con su rival: "Es normal que tome la decisión de no darnos la mano después de la invasión rusa en su país".

A pesar de lo ocurrido en el entorno, Svitolina ha querido agradecer el gesto de su rival rusa en la rueda de prensa posterior: "Ha demostrado valentía y le estoy agradecida por todo lo que ha dicho en contra de la guerra, es lo que esperamos que hagan otros". Lo que no cabe duda es que los duelos entre ucranianas y rusas o bielorrusas están generando las imágenes deportivas más llamativas en relación con la guerra aunque, en esta ocasión, ha sido por la complicidad gracias a la 'disidencia' de la representante rusa.