Aryna Sabalenka se lleva el partido del "odio" ante Marta Kostyuk, que no dio la mano a su rival

París.- La guerra de Ucrania sigue pasando factura en las pistas de tenis con la tensión que se vive cuando se cruzan jugadores ucranianos con tenistas rusos o bielorrusos. Y eso fue lo que sucedió en la primera jornada de Roland Garros, en el duelo que enfrentó a Aryna Sabalenka, número 2 del mundo, y a Marta Kostyuk.

Un duelo que ya venía precedido por la tensión, después de que la tenista ucraniana fuera la primera en negar la mano a sus rivales rusas y bielorrusas, como muestra de su repulsa a la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Hoy, ante Sabalenka, Kostyuk ha repetido el gesto y se ha marchado de la pista sin dar la mano a su rival.

Un día antes de que ambas tenistas se vieran las caras la tenista ucraniana se refirió a su relación con Kostyuk y aseguró que no le importa si su rival "me odia. No quiero perder mi energía en eso. No es mi negocio. Si me odia, me da igual. Siempre habrá gente que me quiera y gente que me odie. Si me odia, yo no siento nada parecido por ella".

La tensión se vivió en la pista desde el primer momento. Kostyuk comenzó el choque sin posar en la tradicional foto que se toma antes de los partidos. Y al terminar el encuentro la tenista ucraniana se marchó de la pista sin dar la mano a su rival, lo que provocó ciertos pitos por parte del público presente en la primera jornada del Grand Slam francés.

"Que diga con quién va. Yo nunca he dicho que la odie, pero evidentemente no la respeto. Han pasado 15 meses desde que empezó todo y ningún ruso o bielorruso se ha interesado por mi situación", aseguraba Kostyuk tras un choque en el que terminó siendo abucheada. "Me han pillado por sorpresa. Me gustara ver si me pitan dentro de 10 años cuando esto acabe. Seguro que en Wimbledon no me van a silbar".

En lo que sólo al tenis se refiere, Sabalenka comenzó su participación en Roland Garros como un ciclón y pasó por encima de su rival a la que se impuso en dos sets por 6-3 y 6-2. Un encuentro marcado por la intensidad de los golpes en el que las ganas y la precisión de la tenista de Minsk marcó la diferencia.

"Ha sido un partido duro, complicado emocionalmente. Lo siento, chicos, al principio no lo he comprendido, pensé que los abucheos eran contra mí, por lo que estaba un poco sorprendida. Pero entonces sentí vuestro apoyo, así que muchas gracias", aseguró Sabalenka sobre un partido que ha inaugurado Roland Garros con lío.