Sabalenka gana el 'mejor partido del mundo' a Swiatek para ser la nueva campeona de Madrid

"Quiero venganza". Esas fueron las palabras de Aryna Sabalenka en la rueda de prensa posterior a conseguir el pase a la final del Mutua Madrid Open. La bielorrusa, que ha comenzado el año de manera inmejorable, tenía la espina de vencer a Swiatek en tierra batida tras caer en la final de Stuttgart hace dos semanas. Hoy, en un nuevo a cara a cara entre la número 1 y 2 del mundo en la pista Manolo Santana, ha roto el maleficio.

Algo ha cambiado en Sabalenka en este 2023. Como contamos en Relevo en la previa de la final, la tenista buscó el pasado verano a un técnico en biomecánica para mejorar su saque, hasta entonces su gran hándicap, y desde entonces las alegrías se multiplican. Tras ganar en Adelaida en el estreno de temporada, pudo levantar su primer Grand Slam en Australia y empieza a reinar en la superficie que más se le resiste y que mejor se le da a su gran rival: la tierra batida.

Swiatek llegaba a la final de Madrid con 24 victorias consecutivas sobre la tierra batida de torneos WTA500 o superiores. En ninguno de esos partidos, su rival consiguió tener mejor porcentaje de puntos ganados con segundo saque y eso ha cambiado en el duelo de la Caja Mágica. Sabalenka, que hace menos de un año tenía una media de 14 dobles faltas por partido, ha conseguido un gran 65% clave en la victoria.

Si la bielorrusa mejora sus problemas y suma su arrollador y potente golpe de derecha, se convierte en una jugadora casi invencible. Los aciertos la llevaron a ganar el primer set en un solvente 6-3. A pesar de mostrar un acierto y carácter imponente, enfrente tenía a la número 1 y dominadora del circuito en el último año. '1GA', con el ánimo de la grada que quería alargar el encuentro, conseguía igualar el marcador. 

El inicio del tercer set recordó por qué este es el mejor partido femenino de tenis que se puede ver en la actualidad. El ímpetu de la jugadora bielorrusa, que compite en el circuito sin bandera por el veto a su país, parecía poner paso firma hacia la victoria ante una Swiatek con una bandera polaca en el marcador y una ucraniana en la gorra. El 3-0 en el marcador, con un spagat incluido de la primera cabeza de serie, parecía no tener vuelta atrás. Como había pasado en el segundo set a la inversa, se volvió a la igualdad con 3-3. Aunque por poco tiempo.

Pocas veces las buenas sensaciones en el tenis se marchan sin victoria. Sabalenka estaba siendo mejor y Swiatek no era la que nos tiene acostumbrados. Break y 5-3 en el marcador para que a la cuarta bola de partido llegara el triunfo de una bielorrusa que ya sueña con el número 1 del mundo.

Después de conseguir el objetivo, más vale dejar atrás cualquier tipo de polémica. Con una sonrisa, Sabalenka ha querido bromear con la polémica del tamaño de la tarta que le regaló el torneo por el día de su cumpleaños en comparación a la entregada a Carlos Alcaraz. "Estaba tan buena...", dijo en plena entrega de trofeos.