Las lágrimas de Zverev tras perder la final de Grand Slam más extraña: "Miraba a la grada y sólo veía 7 personas"
El alemán reta este domingo a Alcaraz por el título de Roland Garros (15:00 en Eurosport). En su primera final de Grand Slam dejó escapar una ventaja de dos sets y terminó llorando.

París.-Es septiembre de 2020 y Alexander Zverev está en su primera final de Grand Slam. Tras varios años esperando, el alemán se encuentra a un paso de levantar su primer grande. Y enfrente no tiene a ningún miembro del Big Three, sino a Dominic Thiem. Es una ocasión inmejorable. Y encima en Nueva York.
El alemán se lleva el primer set. Se lleva también el segundo. Thiem, además, ha jugado tres finales de Grand Slam y ha perdido las tres. Lo tiene en el bolsillo. Esto no se le puede escapar. Pero cuando está acariciando la copa, cuando le queda solo el último pasito, su cabeza se esfuma de la pista de tenis más grande del mundo y le abandona.
Un par de horas después es Thiem el que celebra un 2-6, 4-6, 6-4, 6-3 y 7-6 (8-6) y es Zverev el que lamenta. Porque el germano rompe a llorar durante la ceremonia posterior como no se le había visto nunca. Tiene que interrumpir su discurso porque la emoción le invade. Mira a su box y se siente vacío. Se acuerda de sus padres, ausentes. Tierra, trágame. No hay ni aplausos que lo consuelen, porque el estadio está totalmente vacío por las restricciones de la pandemia. Es la final de Grand Slam más extraña de todas.
"Por supuesto que estaba nervioso. Claro que estaba nervioso, como para no", recuerda el alemán cuatro años después, cuando está de regreso a una gran final. Será la de este domingo en Roland Garros, donde retará a Carlos Alcaraz (15:00 en Eurosport) dos semanas después de tumbar a Rafael Nadal en primera ronda.
Los recuerdos de Zverev
Poco o nada se parece este Zverev al de 2020. Es un tenista mucho más maduro, campeón olímpico, que ha resucitado tras romperse los ligamentos del tobillo en 2022 y que parece haberse quitado ya esa fama de pecho frío que le ha perseguido. Este domingo tiene una ocasión inmejorable para demostrarlo. Pero será inevitable que no le vuelvan recuerdos de Nueva York y esa ventaja de dos sets que se fue por el sumidero.
"Fue una sensación muy extraña, porque estábamos jugando en el estadio más grande del mundo, mirabas a la grada y sólo veías a siete personas. Cuatro de mi equipo y tres del suyo. Fue como si estuviéramos jugando un partido de entrenamiento, pero en realidad nos estábamos jugando un Grand Slam", responde Zverev en alemán tras vencer a Casper Ruud en la semifinal de Roland Garros. "Pero aquella era una época completamente diferente. Ya no era un niño, es cierto, pero todavía era una especie de pollito saliendo del cascarón en el circuito. Ahora soy un tenista completamente diferente y espero poder demostrarlo sobre la pista".
Zverev es de los pocos tenistas que le tiene ganado el cara a cara a Alcaraz. De momento, ha ganado 5 de los 9 partidos que han jugado.
Zverev, número cuatro del ranking y doble campeón de las ATP Finals, está actualmente en el mejor momento de su carrera. A sus 27 años, viene de ganar el título en Roma y ahora está en su primera final de Roland Garros, el mismo lugar que abandonó en 2022 en una silla de ruedas tras reventarse el tobillo en las semis frente a Nadal.
"Ahora mismo siento muchas emociones hermosas e indescriptibles. Porque este es un lugar donde he vivido algunas las mayores emociones de mi carrera. Muchas hermosas, como esta final o las semifinales seguidas, pero por supuesto también malas como lo del tobillo. Espero que este domingo me vaya de aquí con una emoción que no olvide en toda mi vida", dice el tenista de Hamburgo.
"Me alegro de poder jugar una final de Grand Slam después de todos los días dolorosos y momentos bajos que he pasado. Este año, sin ir más lejos, iba 2-0 arriba con Medvedev en las semis de Australia y perdí... Así que estar aquí ahora significa mucho para mí".
Zverev es uno de los pocos tenistas que tiene ganado el cara a cara con Alcaraz. En total, se han enfrentado en nueve ocasiones y el balance ahora es de cinco triunfos para el alemán y cuatro para el murciano. En tierra domina Alcaraz por 2-1, pero en Grand Slam manda el germano por 2-1.