ROLAND GARROS

Un 6-0 y 6-0 en 40 minutos deja boquiabierto a Roland Garros: "Ha sido rápido y extraño"

La polaca Iga Swiatek, número uno del mundo, gana a Potapova con dos roscos y se clasifica a los cuartos de final.

Anastasia Potapova se lamenta durante su partido ante Iga Swiatek. /AFP
Anastasia Potapova se lamenta durante su partido ante Iga Swiatek. AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.- Si la jornada del sábado en Roland Garros acabó con un récord (el del partido que más tarde acababa), el domingo ha comenzado rozando otra marca histórica: la polaca Iga Swiatek le ha endosado un 6-0 y 6-0 a la rusa Anastasia Potapova en apenas 40 minutos, el partido más corto en el torneo desde 1988.

Swiatek, número uno del ranking mundial, jugó un partido prácticamente perfecto en la pista central: ganó 48 de los 58 puntos disputados, rompió seis veces el saque de su rival, sólo cometió dos errores no forzados y se llevó en blanco cinco de sus seis juegos al saque.

"Yo no estaba mirando el resultado. Me he dedicado a hacer mi juego y a ir punto a punto. Ha sido todo muy rápido y extraño", ha señalado Swiatek, triple campeona en la arcilla de París, nada más acabar el duelo. Su rival en cuartos saldrá del Olga Danilovic-Marketa Vondrousova.

Pese a que la polaca es la mejor jugadora del mundo -y más todavía en arcilla-, nadie se esperaba un resultado así en unos octavos de final. Y más después de que lo sufrió en la segunda ronda frente a Naomi Osaka. Pero este domingo le salió todo perfecto y Potapova, número 41 del ranking WTA, le ayudó a dibujar un resultado que rara vez se ve en un Grand Slam.

"Es que no ve opciones por ningún lado. Es una situación muy dura para ella. Hay momentos en los que no sabe qué hacer y se dice '¿qué más puedo hacer?", analizaba en Eurosport la capitana española de la Billie Jean King Cup, Anabel Medina. "Parece incluso que Potapova se quiere ir de la pista. Swiatek, por su parte, sigue demostrando que en tierra que es la mejor del mundo y que su ambición es infinita".

La última vez que un partido de Roland Garros duró menos fue en 1988, cuando Steffi Graf aplastó a Natasha Zvereva por 6-0 y 6-0 en apenas 34 minutos. Aquello fue además en la final del torneo.