Nadal convierte las pistas vacías de París en un concierto del Bernabéu: "Es más grande que el torneo en sí"

Decir que Rafel Nadal es el hombre al que todos siguen en Roland Garros es una obviedad. Nadie ha sido tan dominante como el tenista español en la tierra batida y mucho menos en el Grand Slam del país vecino. Este año, en la que será su última participación en el torneo, se respira un aura diferente a su alrededor.

A nadie se le escapa que ya poco queda de ese Nadal tan dominante y el público no se quiere perder el último aliento del que para algunos concluirá su carrera como el mejor deportista de la historia de España. El mallorquín ya pelotea en suelo galo y lo hace con una cantidad ingente de aficionados para lo que es un entrenamiento de tenis. Esta semana 6.000 personas han visto como Rafa Nadal volvía a vestirse de corto en la Philippe Chatrier, una cifra mucho mayor a los asistentes que tienen gran parte de las rondas previas del Grand Slam.

"Rafa, Rafa, Rafa". Era el cántico más sonado durante este lunes en Roland Garos. "Me levanté a las seis de la mañana y conduje desde el centro de Francia para estar aquí", reconoció Peltier, de 50 años, a Associated Press. Su testimonio es tan solo un ejemplo que dibuja un sentir que lo respaldan los números de asistencia a los entrenamientos del 14 veces campeón del Roland Garros.

"Nadal siempre ha tenido mi apoyo, y el apoyo de Francia", continúa a Peltier al citado medio. En su segundo entrenamiento en París, la expectación no ha sido menor. La cola para ver a Nadal superaba los 200 metros de largo y la espera para acceder a la pista superó los 45 minutos, como asegura Associated Press.

"No podía dejar pasar esta oportunidad. Es más grande que el torneo en sí", dijo Morgan Chevallier a la mencionada agencia. Un afán por Rafa Nadal al que se suma Sergiu Popa, aficionado francés, no dudó en acudir al entrenamiento del manacorí. "Me salté el trabajo por Nadal", aseguró.

Por ahora, la hoja de ruta de Rafa Nadal en su último Roland Garros es incierta. El torneo, que sigue en las fases previas, no tiene orden de juego y el tenista español todavía no ha confirmado que disputará esta edición. Todo apunta a que jugará en su torneo fetiche, pero sus dolencias físicas podrían romper ese sueño en cualquier momento. Por este motivo, la expectación es total por ver los últimos golpes de Nadal en Roland Garros.