TENIS

París se sumerge en la incertidumbre sin Nadal: bienvenidos al Roland Garros más atípico

La ausencia de Nadal, el mal momento de Djokovic y la necesidad de los jóvenes de confirmar su estatus en un grande convierten el Grand Slam parisino en una caja de sorpresas.

Rafael Nadal, durante la edición 2022 de Roland Garros. /Christophe ARCHAMBAULT / AFP
Rafael Nadal, durante la edición 2022 de Roland Garros. Christophe ARCHAMBAULT / AFP
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Cuando la primavera empieza a asomar en París, hay un asunto que se ha mantenido inalterable en las últimas dos décadas: Rafael Nadal es el gran favorito para Roland Garros. Pero en este 2023 el Grand Slam se va a sumergir en una incertidumbre inédita. Y no sólo por la ausencia del balear, que lo explicará en rueda de prensa.

Nadal es el indiscutible rey de la tierra batida francesa. Catorce veces campeón en Roland Garros, buena parte de su legendaria carrera se ha construido en la pista Philippe Chatrier, su templo, su casa, el lugar donde es prácticamente invencible. Ese mismo escenario que se quedará huérfano en las próximas semanas.

Los problemas físicos impedirán a Nadal competir en su torneo fetiche. Desde que irrumpió en el circuito en 2005, el zurdo jamás se ha perdido una edición de Roland Garros. En ese mismo tiempo se ausentó dos veces del Abierto de Australia, tres de Wimbledon y cuatro del US Open. Cada vez que empieza una temporada, Nadal planifica todo con un objetivo por encima de todo: estar bien en París. En algunas ocasiones ha forzado lo que no está escrito para poder ir. Como en 2022, cuando conquistó el título jugando todo el torneo con un pie dormido.

La oportunidad de Djokovic

Hay una generación entera que no sabe lo que es un Roland Garros sin Nadal. Desde su primera participación en París, sólo hay cuatro tenistas que hayan ganado el título: él, Djokovic (2016 y 2021), Roger Federer (2009) y Stan Wawrinka (2014). Con Federer retirado, Wawrinka perdido en el ranking y Nadal ausente, Djokovic es el único que podría repetir. El balcánico llegará a París como número dos del ranking, pero con muchas dudas en su mochila.

Djokovic, con el título de 2021 en París.  Anne-Christine POUJOULAT / AFP
Djokovic, con el título de 2021 en París. Anne-Christine POUJOULAT / AFP

La oportunidad que se le presenta a Nole es tremenda: si gana, podría convertirse en el tenista con más Grand Slam de la historia, 23, desempatando en lo más alto de la lista histórica con Nadal. Además, sería el primero en ganar al menos tres veces cada uno de los cuatro grandes.

El caso es que Djokovic está lejos de su mejor momento. Tras ganar en enero el Abierto de Australia, se perdió toda la gira americana por el tema de la vacuna y en la temporada de tierra no ha podido despegar: perdió en Montecarlo en tercera ronda, cayó en los cuartos de Banja Luka, se ausentó de Madrid por problemas en el codo y este miércoles se despidió de Roma en cuartos con malas sensaciones. Su balance es de cinco victorias y tres derrotas en los dos últimos meses.

Los jóvenes, al ataque

El gran rival de Djokovic por el título será Carlos Alcaraz, que aterrizará en París como número uno del mundo y como el tenista más en forma. Este año ha ganado en Buenos Aires, Indian Wells, Barcelona y Madrid y la única duda que hay en su lado es cómo le afectará su reciente derrota en Roma y cómo soportará la presión de llegar a un Grand Slam siendo el número uno del mundo.

Con el cuadro más abierto que nunca, otros que buscan su oportunidad son Stefanos Tsitsipas, finalista en 2021, Daniil Medvedev, Casper Ruud, Andrey Rublev o Holger Rune.