ROLAND GARROS

Los planes de Alcaraz: tres días de desconexión, pruebas médicas y el interrogante de Queen's

El español viaja directamente de París a Ibiza para descansar y después se realizará pruebas médicas para ver el estado del muslo izquierdo. Si todo está bien, su idea es jugar Queen's y Wimbledon.

Carlos Alcaraz besa la copa de campeón de Roland Garros tras vencer en la final a Alexander Zverev. /REUTERS
Carlos Alcaraz besa la copa de campeón de Roland Garros tras vencer en la final a Alexander Zverev. REUTERS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.- Tras celebrar el domingo por la noche su primer título de Roland Garros en un restaurante del centro de París, Carlos Alcaraz regresó el lunes a las instalaciones del torneo para realizarse las fotos oficiales y después cogió su maleta y se montará en un avión que le llevará directamente a Ibiza.

En la isla, uno de sus lugares favoritos para perderse, pasará tres días desconectando y recargando baterías después de dos meses extenuantes desde el punto de vista psicológico: desde que se lesionó el antebrazo en Montecarlo, el español ha vivido inmerso en una incertidumbre muy difícil de gestionar. "Probablemente, este torneo es del que más orgullo siento por todo lo que he pasado en los últimos meses, por todo lo que he hecho el último mes para estar listo para este torneo. Ha sido difícil", decía el domingo por la noche.

Volver con las pilas a tope es fundamental, porque lo que le viene no es precisamente un reto sencillo: si todo va bien, en las próximas semanas defenderá los títulos en Queen's y en Wimbledon y volverá a París para los Juegos Olímpicos, donde competirá tanto en individuales como en dobles junto a Rafael Nadal.

No obstante, en la hoja de ruta de Alcaraz hay una parada previa antes de Queen's que no estaba prevista. Y es que el murciano se hará unas pruebas médicas a su regreso a Murcia para evaluar el estado del muslo izquierdo. Carlitos notó unas molestias durante la semifinal del viernes ante Jannik Sinner, un partido que se fue a más de cuatro horas (2-6, 6-3, 3-6, 6-4 y 6-3), y los dolores reaparecieron el domingo durante la final ante Zverev.

El mensaje tranquilizador del fisio de la ATP

"Lo empecé a sentir en la semifinal. Al final, jugar cinco sets muy demandantes, en tierra y contra Jannik... Obviamente, vas a sentir alguna molestia. Si no, no eres humano. Me vendé la zona para protegerla y empecé la final sin dolores, sin sentirlo, pero al final del tercero y en el inicio de cuarto lo empecé a notar más", relató Alcaraz después de vencer 6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2 al alemán en cuatro horas y 19 minutos.

El murciano, que volvió a echar mano del jugo de pepinillos para no acalambrarse, solicitó la asistencia de fisio cuando estaba 3-1 arriba en el cuarto set. Le masajeó la zona, le apretó más el vendaje y le dio unas pastillas para el dolor. "Avisé al fisio por precaución, pero me movía bien y cada vez me fui sintiendo mejor. Lo pude aguantar y acabé el partido con buenas sensaciones", explicó Alcaraz, que no se vio limitado por los dolores.

Además de esas buenas sensaciones, el fisio de la ATP que le atendió en pista habló después con su equipo y les dejó un mensaje tranquilizador: notó una contractura en el aductor izquierdo, pero a Alcaraz no le dolía ni en la extensión ni en la contracción del músculo. No obstante, en el equipo quieren curarse en salud y el número dos del ranking mundial se someterá a unas pruebas para descartar una lesión.

Si todo está en orden y si Alcaraz se recupera física y mentalmente de lo que lleva encima, viajará a finales de esta semana a Londres, donde pasará el próximo mes en clave césped. El murciano está apuntado al ATP500 de Queen's (del 17 al 23 de junio) como preparación para su próximo gran objetivo: defender la corona de Wimbledon (de 1 al 14 de julio). En el primer torneo de la gira de hierba estará acompañado por Samuel López, el mismo que viajó con él hace un año a Queen's y el que se sentó en su banquillo durante el último Open de Australia debido a la ausencia de Ferrero por una operación de rodilla.