ROLAND GARROS

Y nos quejábamos del Mutua Madrid Open: las imágenes que retratan al público de Roland Garros

Durante la segunda semifinal masculina entre Zverev y Ruud, las gradas de la Philippe Chatrier mostraron un aspecto desolador.

Imágenes de la Philippe Chatrier medio vacía durante la semifinal entre Alexander Zverev y Casper Ruud./Twitter/@MesQueUnPulga
Imágenes de la Philippe Chatrier medio vacía durante la semifinal entre Alexander Zverev y Casper Ruud. Twitter/@MesQueUnPulga
Nacho Encabo

Nacho Encabo

París.- Cada año, cuando llega la primavera a Madrid, la Caja Mágica abre sus puertas para albergar uno de los torneos de tenis más prestigiosos del mundo. Y raro es el día en el que no hay comentarios en las redes sociales sobre el público -o la ausencia de él- en las gradas de la pista Manolo Santana.

Salvo que jueguen Rafael Nadal o Carlos Alcaraz -y en su momento Roger Federer o Novak Djokovic-, los palcos que copan toda la parte baja del estadio suelen ofrecer un aspecto desangelado. Esos palcos son alquilados por grandes empresas y dan acceso a la zona VIP, con todo lo que eso conlleva a nivel de negocios.

"El palco del Bernabéu se queda corto en comparación con esta zona VIP", decía a Relevo hace un año un exdirectivo de una de las mayores compañías de España sobre los hilos que se mueven en la Caja Mágica. Para el torneo, el alquiler de esos palcos es vital para subsistir: por la cantidad de dinero que mueven (el más caro ronda los 80.000 euros por todo el torneo) y porque las empresas pagan por adelantado.

El problema de las gradas y los palcos no es algo propio de Madrid. Porque una semana y media después, en Roma, el siguiente torneo del calendario, la pista central era un desierto durante el partido que disputaron Ana Bogdan y Leylah Fernández en el turno de tarde de la primera ronda.

Sin embargo, el problema tampoco es una cosa de los torneos de Masters 1000. Y la prueba de ellos se ha podido ver los dos últimos días de Roland Garros, uno de los cuatro Grand Slam. Y esta vez poco o nada tiene que ver con la diferencia entre tenis masculino y femenino, como se argumenta muchas veces.

El jueves, la Philippe Chatrier estaba prácticamente llena para la primera semifinal femenina, el partido que disputaron Iga Swiatek (nº1) y Coco Gauff (nº3), pero cuando acabó ese duelo muchos aficionados abandonaron sus asientos y no vieron la segunda semi entre Jasmine Paolini (nº5) y Mirra Andreeva (nº38) pese a que la entrada valía para ambos partidos.

La pista Philippe Chatrier, durante el Paolini-Andreeva de semifinales.  N. Encabo
La pista Philippe Chatrier, durante el Paolini-Andreeva de semifinales. N. Encabo

El viernes sucedió algo parecido: nadie se quiso perder el partido entre Jannik Sinner (nº2) y Carlos Alcaraz (nº3), la primera de las dos semis, pero un rato después, en el duelo entre Alexander Zverev (nº4) y Casper Ruud (nº7) había miles de butacas vacías. En ese caso, el asunto tiene más miga porque eran dos sesiones diferentes: es decir, una entrada para la primera semifinal no valía para la segunda. En la web de Roland Garros aparecía como que todas las entradas para el Zverev-Ruud estaban vendidas, pero eso no es lo que se vio en el estadio.

Imagen del Zverev-Ruud de las semifinales de Roland Garros.  N. Encabo
Imagen del Zverev-Ruud de las semifinales de Roland Garros. N. Encabo

En las horas posteriores a la semifinal entre Zverev y Ruud se hizo viral un vídeo que grabó un aficionado que estaba en una de las zonas VIP de la parte alta, justo encima de donde se sientan los equipos de los tenistas. Stan Wawrinka, campeón del torneo en 2015, reaccionó en su cuenta de Twitter con unas caras de asombro y tristeza ante las imágenes.

La pista central de Roland Garros fue remodelada hace unos años -se tiró abajó entera y se instaló un techo retráctil- y el arquitecto encargado del nuevo diseño fue precisamente el mismo que el de la Caja Mágica, Dominique Perrault. Al igual que en Madrid, todo el primer anillo de la Philippe Chatrier está reservado para palcos, por lo que cuando los invitados se van al VIP, el aspecto del estadio es similar al de la pista Manolo Santana.

Los problemas de Roland Garros con el público

El tema de las gradas durante las semifinales es el último de los problemas que le ha surgido este año a la organización de Roland Garros, que ya se vio obligada durante la primera semana de torneo a prohibir el alcohol en las gradas por el comportamiento inapropiado de algunos aficionados.

"El alcohol estaba autorizado en las tribunas, no en todas. Pero esto se ha terminado", dijo la directora del torneo, la ex tenista Amelié Mauresmo, durante el primer jueves del torneo. "Vamos a ser intransigentes con el respeto a los jugadores, al juego. Hemos lanzado consignas para que los jueces de silla sean muy reactivos y al más mínimo comportamiento que desborde los límites, sean expulsados. Si no te comportas bien, si lanzas cosas a los jugadores, te vas. La seguridad es clave, no nos va a temblar la mano".

La prohibición del alcohol llegó después de las quejas de varias tenistas. Swiatek, por ejemplo, criticó al público de la central por gritar y hablar durante los peloteos, mientras que David Goffin acusó a un hincha de escupirle incluso un chicle. "Esto empieza a desmadrarse, es una total falta de respeto, empieza a parecer un partido de fútbol, pronto veremos bengalas y hooligans que se pegan en las tribunas. Empieza a ser ridículo", se quejó el belga.