Raquetazos, berridos y patadas, la última pataleta en la eliminación de Andrey Rublev en Roland Garros

Andrey Rublev ha protagonizado una nueva imagen polémica durante Roland Garros. El tensita ruso, que viene de ganar el Mutua Madrid Open, ha dejado que vuelva a salir su demonio interior en la tercera ronda del torneo galo en su partido ante el italiano Matteo Arnaldi. Un partido en el que ha caído rotundamente en tres sets (6-7, 2-6 Y 4-6) ante el número 35 de la ATP.

Durante la segunda manga ha protagonizado dos enfados más para la colección. El primero ha sido durante el 2-3. Un gran punto de Arnaldi tuvo como respuesta la ira de Rublev. El ruso estampó su raqueta contra el suelo y empezó a maldecir y gritar en su idioma.

Está solo sería el primer gran enfado del partido del número seis del mundo. El italiano certificó el 2-5 en el segundo set y eso desató aún más la frustración de Rublev. Varios raquetazos contra el suelo para destrozar prácticamente su raqueta. Posteriomente, durante el turno de descanso, comenzó a golpear su banquillo constantemente con múltiples patadas y gritos airados.

Un comportamiento que incluso ha conllevado descalificaciones por parte de la ATP. El pasado mes de marzo, durante las semifinales del torneo de Dubái ante Alexander Bublik, el ruso fue expulsado por la juez de silla por "conducta antideportiva" puesto que, según el testimonio de otro de los líneas, el jugador le había llamado "idiota" en ruso.

Otro grande mosqueo tuvo lugar en un encuentro ante Carlos Alcaraz cuando se golpeó a sí mismo con su raqueta. Unas actitudes de las que siempre le ha advertido su entrenador, el español Fernando Vicente. "Tiene que gestionar mejor las emociones porque volvió a salir el demonio y no ha estado a la altura. Se ha decepcionado a sí mismo y eso es lo que le quema por dentro", destacó el técnico a Relevo.

Rublev puede caer este viernes en la tercera ronda de Roland Garros, pero más que una simple derrota, que todos los grandes tenistas han tenido en su carrera, siempre queda en evidencia por sus rabietas. Unos enfados que no hacen bien a su carrera y que debe corregir para llegar a otro nivel en su juego.