Iga Swiatek repite título en Roland Garros y entra directa al olimpo del tenis
La tenista polaca sufrió más de lo esperado ante Karolina Muchova pero no dio lugar a la sorpresa y logró su tercera conquista en París.

En París, con Iga Swiatek sucede lo mismo que con Rafael Nadal. Las rivales, acongojadas al otro lado de la red, afrontan cada encuentro como un reto imposible, casi epopéyico. En frente, un muro en forma de tenista que no solo devuelve todo sino que, cuando puede, aniquila sin compasión. Y se está convirtiendo en costumbre.
Sobre la tierra de la Phillipe Chatrier, la tenista polaca, 22 años recién cumplidos, ha ganado este sábado su tercer título de Roland Garros, segundo consecutivo. La víctima, la checa Karolina Muchova, número 43 del mundo y azote de Aryna Sabalenka en semifinales, que, lejos de achicarse, ha podido arrebatarle un set a la tricampeona, que había llegado a la final sin ceder una sola manga—y con menos de cuatro juegos perdidos por partido—. Al final, 6-2, 5-7, 6-4.
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🇵🇱 Iga Swiatek se deshace de Muchova en la Philippe-Chatrier y logra su tercer Roland Garros y su cuarto Grand Slam.
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Así, con la conquista de este sábado, premonitoria bajo el incesante sol parisino, Swiatek, seria, fuerte y disciplinada como pocas —revisando sus notas constantemente durante el partido—, ha demostrado por qué es la mejor raqueta del mundo, asentándose todavía más en el olimpo del tenis mundial, ese al que solo acceden las elegidas.
Por entender la gesta, y citando solo algunos ejemplos, la de Varsovia ha igualado a Mónica Seles y Naomi Osaka como las únicas tenistas de la 'era Open' en ganar sus cuatro primeras finales de Grand Slam. En ese terreno, el de los cuatro grandes torneos de la temporada, Swiatek ofrece ahora un balance de 65 victorias y 13 derrotas en su carrera.
Pero la cosa no queda ahí. Desde marzo de 2022, fecha en la que alcanzó el número uno del ranking mundial por primera vez, la polaca ha sido apabullante en los Grand Slams, con 26 triunfos y únicamente dos derrotas. Por ese dicho común de que lo difícil no es llegar a la cima, sino mantenerse.
Pero sí. Esperen. Todavía hay más. Solo Serena Williams, considerada por muchos como la mejor tenista de todos los tiempos —hombre o mujer—, había ganado 60 de sus primeros 75 encuentros de Grand Slam. En el camino hacia el título conseguido este sábado en París, Swiatek ha repetido la hazaña. Casi nada.
Con todo, la polaca ha levantado en una abarrotada Phillipe Chatrier su cuarto Grand Slam —tres Roland Garros y un US Open (2022)—, igualando a Naomi Osaka como la segunda jugadora en activo con más majors. Solo Venus Williams, que a sus 42 años aún no ha dicho adiós —aunque no disputa un partido desde enero—, ha levantado más (7).
A la misma altura, aunque ya retiradas, Kim Clijsters, Hana Mandlíková y Arantxa Sánchez-Vicario, todas con cuatro grandes. Inmediatamente por delante, con cinco, Martina Hingis y María Sharapova, próximos objetivos de Swiatek, que llegará en julio a Wimbledon, como siempre, con el título como único objetivo.
Emoción a flor de piel
Una vez concluida la final, y ante las lágrimas desconsoladas de su rival, Swiatek subió al podio habilitado sobre la arcilla de la pista central y, de manos de Chris Evert, vencedora en París siete veces, recibió su tercer trofeo Suzanne Lenglen.
👑 La 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐚 recogiendo su corona
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😅 La 'accidentada' celebración de Iga Swiatek con el trofeo Suzanne-Lenglen.#RolandGarros | @iga_swiatek pic.twitter.com/CLpW6pGsUo
"No estaría aquí sin mi equipo. Les quiero agradecer acompañarme en este camino y pedir disculpas por ser tan borde alguna que otra vez con ellos", declaró una Swiatek visiblemente emocionada, con dificultad incluso para articular palabra.
Tal fue el clímax emocional, que la de Varsovia, acostumbrada como pocas a levantar el título de campeona en la capital francesa, tiró la tapa del propio trofeo al llevarla al cielo de París. Contratiempo sin importancia. Lo relevante ya estaba hecho. Y la historia, también.