La sanción por controles antidopaje a Brooksby indigna a Rune: "Les importa una mierda"
El tenista estadounidense se alejará de la competición por no estar presente en tres pruebas sorpresa. El protocolo, discutido por sus compañeros.

Jenson Brooksby, promesa del tenis estadounidense y actual número 101 del ránking ATP, ha aceptado la suspensión provisional por dopaje tras no estar presente en tres pruebas sorpresa a lo largo del período de 12 meses. A nivel reglamentario, este hecho es suficiente para imponer un severo castigo, independientemente de que otros test demuestren que no hay restos de sustancias prohibidas en sangre. El jugador ya ha anunciado que va a reclamar ante la ITIA, si bien desde este miércoles no podrá competir.
El caso es que Brooksby no ha dado positivo en ningún test. Simplemente, no estaba presente. ¿Pero cómo puede ocurrir esto? Los tenistas están sometidos a un exigente sistema de controles por parte de la Agencia Mundial Antidopaje. Los 365 días del años tienen que estar disponibles para someterse a una prueba, en cualquier circunstancia. Ni siquiera es solo en torneos.
Por ello, los jugadores tienen que informar de cuál será su destino de forma periódica y estar durante una hora al día disponibles. En la tercera ocasión que no se pueda realizar una prueba, ya es considerado como motivo de grave sanción. Esta circunstancia puede resultar sencilla en determinados momentos, como en la disputa de un torneo, pero no tanto en períodos de transición o en períodos de descanso justo antes o justo después de competir.
Holger Rune, uno de los mejores tenistas del circuito, ha salido en defensa de Brooksby a través de sus redes sociales y, de paso, ha puesto algo de luz sobre el mecanismo antidopaje de la AMA: "Una vez no escuché el timbre de la puerta de mi casa porque cuando estoy en el balcón no lo oigo. No les importa una mierda. Tienes que sentarte en la puerta durante una hora, esperando, todos los días. 24 horas al día, 52 semanas por año. Es muy estresante actualizar estos intervalos de tiempo diariamente porque nosotros viajamos mucho".
I overheard the door bell at my home one time (can’t hear when at the balcony) They don’t give a sh... You have to sit by the door for one hour waiting every day 🤷🏼 24/7 52 weeks per year. Super stressed about updating these time sloths daily because we travel so much
— Holger Rune (@holgerrune2003) July 6, 2023
Entonces, varios usuarios se preguntaron los clásicos detalles propios de un protocolo así. Ni siquiera el propio Rune es del todo consciente de con qué frecuencia pueden visitar a los jugadores: "Tengo pruebas seguras antes de cada torneo y, a veces, durante los propios torneos. Y también en el período entre ellos. Me aman". El talentoso jugador danés bromea sobre el control al que se ven sometidos, pero este ha llevado a un compañero a una dura sanción sin que existiese un positivo de por medio.
Lo natural, en pleno Siglo XXI, es que si un tenista no abre la puerta o no da señales de vida de primeras, pueda existir un nuevo método de comunicación. Sin embargo, existe un férreo control al vínculo que puedan tener los de la comisión antidopaje con los deportistas. Rune lo desvela así: "Ni siquiera se acepta simplemente la oportunidad de devolver una llamada perdida para decirles que regresen si no escuchas el timbre de la puerta. Pero a ellos no se les permite contestar ninguna llamada telefónica".
La indignación de Brooksby, en un comunicado
El tenista estadounidense, tras acatar la sanción, decidió emitir un comunicado en el que explicaba los motivos de su castigo y en el que también anunciaba que iría hasta el final para probar su inocencia:
"A partir del 5 de julio de 2023, aceptaré una suspensión provisional debido a una acusación de tres pruebas perdidas en un período de 12 meses. La suspensión provisional no es una admisión de que he hecho algo malo; por el contrario, he negado este cargo y estoy esperando un arbitraje con un tribunal independiente. Los protocolos del programa antidopaje existen para proteger la integridad de nuestro deporte, y respeto y apoyo estos protocolos.
Nunca he fallado en una prueba de dopaje, y nunca he tomado ninguna sustancia que no me permitieran tomar. Me han hecho pruebas en numerosas ocasiones, incluidas tres veces después de la operación en marzo de 2023. Una de las supuestas pruebas perdidas ocurrió el 4 de junio de 2022 en St.Hertogenbosch, Países Bajos, a 2 días del inicio del ATP 250 en San Hertogenbosch. En el momento de ese intento de prueba, yo estaba en el hotel oficial del torneo donde dije que estaría, en mi habitación y a la hora que había dicho que estaría allí. Miro hacia adelante para proporcionar todas las pruebas y explicar lo que le sucedió a un panel independiente de árbitros.
Este año ha estado lleno de tremendas adversidades y estoy deseando dejar todo esto atrás y volver a la gira".
En su escrito, vuelve a poner en tela de juicio la perfección del sistema. ¿Qué ocurriría para que se perdiera una prueba estando en la habitación del hotel?, ¿se equivocaría la organización de número de habitación?, ¿justo en ese momento habría salido o no escuchó la puerta?, ¿no irían a la hora correcta?, ¿habría un error en la comunicación de la franja en la que estaría disponible? Son cientos de posibilidades con una respuesta que, probablemente, jamás obtendremos.
Son algunas de las dificultades a las que un deportista de élite tiene que hacer frente. En ocasiones, dan lugar a resoluciones, cuanto menos, cuestionables. Holger Rune ha salido no solo en defensa de Brooksby, sino también en honor a sus compañeros y el estricto control que tienen que seguir a diario para defender su limpieza. Puede resultar complicado encontrar alternativas. Ante todo, queda la defensa. La que llevará el estadounidense para tratar de convencer de que perderse tres veces un control no es sinónimo de dopaje.