TENIS

El problema de Alcaraz con las lesiones: ni "la mejor pretemporada" le permite estar tranquilo

El murciano sufre una nueva lesión muscular pese a que está más concienciado que nunca con la preparación física.

El problema de Alcaraz con las lesiones: ni «la mejor pretemporada» le permite estar tranquilo
Nacho Encabo

Nacho Encabo

Era una mañana fría del último diciembre en Villena, en la Academia de Juan Carlos Ferrero. Dicen quienes se han entrenado ahí, entre huertas y descampados, que el viento aprieta y que los días desagradables ahí se multiplican por dos. Carlos Alcaraz estaba algo resfriado y no se encontraba del todo bien, pero aquel día dejó boquiabiertos a los miembros de su equipo. "Hizo el mejor entrenamiento de la pretemporada", dicen. Fue la constatación de que Alcaraz iba muy en serio, que había reaccionado tras aquel tirón de orejas de Ferrero en Turín.

La pretemporada de Alcaraz se centró en el aspecto físico. Entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 el murciano sufrió tres lesiones musculares, una en el abdomen y dos en el muslo derecho, y se encendieron las alarmas. No quería que le volviera a pasar algo así, por lo que durante la última pretemporada se esforzó al máximo para reforzar su armadura. "Incluso los días que estaba cansado hizo unos entrenamientos espectaculares porque él se propuso hacer ese sobreesfuerzo. Fue su mejor pretemporada", cuentan desde su entorno.

Alcaraz cerró la temporada en las ATP Finals de Turín y se marchó unos días de vacaciones a México. Las palabras de Ferrero en aquel torneo retumbaron un tiempo en los oídos del tenis. "Hay que aprender a ser un gran profesional y hacer las cosas cuando tocan. Entrenar cuando toca; pasárselo bien cuando toca; y descansar cuando toca", dijo el exnúmero uno a los periodistas en Italia, un mensaje claro y directo.

"Todas las lesiones me ayudan a saber qué cosas tengo que hacer mejor este año, cómo tengo que trabajar, descansar, comer, cómo tengo que hacer las cosas fuera de la pista"

Carlos Alcaraz

Alcaraz volvió de las vacaciones a tope y se puso a las órdenes de Alberto Lledó, su preparador físico, y de Juanjo Moreno, su fisioterapeuta, que diseñaron una pretemporada con dos semanas y media de carga física y otras tantas de tenis. El objetivo era trabajar los músculos y ponerlos a tono para prevenir las lesiones que le asediaron en el inicio del curso pasado. Había jornadas de más de cuatro horas de ejercicio físico.

"Fuera de la pista he hecho las cosas bastante mejor y eso hace que físicamente me haya encontrado mucho mejor", decía al respecto el doble campeón de Grand Slam antes del inicio del curso en Australia. "Todas esas lesiones me ayudan a saber qué cosas tengo que hacer mejor este año, cómo tengo que trabajar, descansar, comer, cómo tengo que hacer las cosas fuera de la pista".

Un cambio en el equipo destinado a la mejoría física

La obsesión de Alcaraz por cuidar el físico también se ve en otro detalle: desde la gira latinoamericana de tierra batida en febrero, su equipo decidió que Alberto Lledó viajara a todos los torneos. En el entorno familiar del tenista había cierta inquietud en ese aspecto, porque veían a otros jugadores top que iban acompañados siempre por un preparador físico.

Hasta el momento, Alberto Lledó sólo viajaba con Alcaraz a determinados torneos y todo el trabajo físico antes y después de los partidos recaía en Juanjo Moreno. "Alcaraz es muy joven, le gusta que el equipo esté con él y si Alberto suma un pequeño plus, pues adelante. Todo lo que sea sumar en un entorno tan exigente como la élite del tenis es bienvenido", dice a Relevo Antonio Cascales, que ejerce de entrenador de Alcaraz en ausencia de Ferrero.

Sin embargo, ni todo ese trabajo, ni "la mejor pretemporada" de su vida han evitado lo que con Alcaraz parece inevitable: que se lesione. Si lo de Río de Janeiro en febrero fue algo puramente fortuito -se torció el tobillo en un punto-, lo de Montecarlo es una nueva lesión muscular, exactamente en el pronador redondo del brazo derecho, un músculo que se encuentra en la cara anterior del antebrazo que permite la pronación del antebrazo y la flexión del codo.

Aunque es una obviedad, conviene recordar que el brazo es la parte del cuerpo que más sufre en un deporte como el tenis. Una lesión muscular en el brazo hábil te obliga a aparcar la raqueta hasta que se recupere. Y en el equipo no son especialmente optimistas con la presencia de Alcaraz la próxima semana en el Conde de Godó de Barcelona, donde defiende título.

Aunque tiene sólo 20 años, Carlitos ya se ha perdido cuatro grandes torneos por lesión en el último año y medio -una Copa de Maestros, un Open de Australia y dos Masters de Montecarlo- y además se ha retirado en partidos del US Open y de otro Masters 1000 desde su llegada a la élite.

La última alarma se ha encendido justo cuando llega un tramo de la temporada crucial para él: defiende título en Barcelona y en Madrid y en el horizonte asoman sus dos grandes objetivos de la temporada, Roland Garros y los Juegos Olímpicos de París.