Stefanos Tsitsipas recuerda el día que remontó dos sets a Rafael Nadal y nadie le aplaudió: "Todo cambió en un instante"

¿Te imaginas estar perdiendo dos sets a cero ante Rafael Nadal en los cuartos de final de un Grand Slam y acabar remontando jugando el mejor tenis de tu vida? ¿Te imaginas que lo consigues y que, cuando pegas el último golpe, un winner de revés paralelo, nadie en la grada te aplaude? Pues eso es precisamente lo que le ocurrió a Stefanos Tsisipas en el Open de Australia 2021.

En realidad, el asunto tiene un pequeño truco: a Tsitsipas no le aplaudió nadie porque las gradas estaban prácticamente vacías. Apenas estaban los equipos técnicos de los jugadores y poco más. Era la época del coronavirus, de las restricciones y las mascarillas, y el Open de Australia de aquel enero de 2021, como la mayoría de eventos deportivos durante la pandemia, se jugó sin público en los estadios.

Tsitsipas ha recordado ahora aquel capítulo después de su victoria sobre Matteo Berrettini en la tercera ronda de Indian Wells por 6-3 y 6-3 y de las palabras de italiano: "Stefanos ha jugado un partido perfecto". El griego ha recibido el elogio con una sonrisa en rueda de prensa, pero ha dicho que no, que de partido perfecto nada. "Jugué un buen partido. No existe el partido perfecto. Probablemente, solo haya jugado dos veces en mi vida un partido perfecto, si esa es la definición de que nada sale mal".

Unos minutos después, y preguntando por esas dos veces, Tsitsipas ha echado la vista atrás y se ha ido hacia la vez que remontó dos sets ante Nadal en la Rod Laver Arena para imponerse 3-6, 2-6, 7-6 (7-4), 6-4 y 7-5, una batalla que duró más de cuatro horas y que entró de lleno en el libro de las fatalidades australianas del español, entonces número dos del ranking mundial.

"Es interesante, porque aquel día tuve un mal comienzo contra Nadal en Australia. No fue genial. Recuerdo que pensé que no estaba jugando bien", ha señalado Tsitsipas en Indian Wells. "Perdí los dos primeros sets y creo que algo simplemente hizo clic. Empecé a jugar un poco mejor, me metí más en pista porque sentí que estaba esperando demasiado cuando él sacaba y como que no podía entrar en el ritmo del partido. Así que intenté probar algunas cosas que me ayudaran a entrar en ritmo".

"Desde ese momento, cuando estuve dos sets abajo y hasta el final, alcancé mi punto máximo. Jugué un tenis casi perfecto y terminé ganando el partido", ha añadido el griego, actual número nueve de la ATP. "Sigue siendo uno de esos momentos que hace que me sienta realmente orgulloso. Sentí que todo cambió en un instante. Lo llamaría un partido semiperfecto, digámoslo así". Tras su victoria sobre Nadal, al que ya había derrotado años antes en las semifinales del Mutua Madrid Open, el griego cayó en semifinales con Daniil Medvedev.

El segundo partido "perfecto" que recuerda Tsitsipas fue en el mismo escenario, la Rod Laver Arena de Melbourne, y ante Roger Federer. El heleno empezó perdiendo aquel duelo de octavos de final de 2019, pero acabó remontando y tumbando al legendario suizo, que llevaba dos títulos consecutivos en Australia.

"Ese es el otro partido. En primer lugar, debido al jugador que es. Le tenía un enorme respeto y era mi ídolo de la infancia, así que jugar contra él por primera vez y encima en un Grand Slam no fue fácil", ha contado Tsitsipas, que se impuso en ese duelo por 6-7 (11-13), 7-6 (7-3), 7-5 y 7-6 (7-5).

"Entré en la cancha decidido. Pensé que no me iría de la pista, a menos que hubiera algo que aprender de esta experiencia y realmente quería llegar hasta el final en ese partido. Pensé 'No voy a dejar que gane solo porque es Roger Federer' y logré ganar ese partido", ha agregado Tsitsipas seis años después. "Jugué un tenis perfecto, a pesar de que me enfrenté a muchos momentos de presión en ese partido. No estaba sacando de manera increíble, pero de alguna manera lo hice funcionar. Mi entereza y mi fuerza interior en esos momentos fueron los factores que me hicieron ganar".