TENIS

El tenis encuentra un tesoro en un coliseo romano de 2.000 años de antigüedad: "Nunca he visto algo así"

Ideado por el 'gurú' Patrick Mouratoglou, el circuito UTS deja unas imágenes muy poderosas en el impresionante Arena de Nimes. Tiene un formato que recuerda a la Kings League de fútbol.

Imagen aérea del Arena de Nimes durante la celebración del UTS.  /UTS
Imagen aérea del Arena de Nimes durante la celebración del UTS. UTS
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El tenis vivió la semana pasada unos días "valle". El 30 de marzo, con la victoria de Jakub Mensik sobre Novak Djokovic en la final del Masters 1000 de Miami, se echó el telón al primer tercio de la temporada y los tenistas empezaron a pensar ya en la tierra batida. Pero la primera gran parada de la primavera, el Masters 1000 de Montecarlo, no empezó hasta el domingo 6 de abril.

Entre medias, Houston, Marrakech y Bucarest, en categoría ATP, y Charleston y Bogotá, en WTA, fueron los escenarios que albergaron torneos oficiales. Pero casi todas las grandes estrellas se tomaron unos días de descanso para preparar bien su desembarco en la gira de tierra batida. De hecho, la imagen tenística de la semana no ha sido Flavio Cobolli levantando su primer título ni la final all-american entre Jessica Pegula y Sofia Kenin en Charleston, sino un coliseo romano de hace 2.000 años en el que no se disputaba ningún evento del calendario oficial.

Hablamos del espectacular Arena de Nimes, el anfiteatro de la ciudad del sur de Francia que se llenó hasta la bandera -12.500 espectadores- para albergar la última parada del Ultimate Tennis Showdown. ¿El qué? El UTS, un circuito de exhibiciones con un formato totalmente rompedor -similar a la Kings League-, fundado por el 'gurú' Patrick Mouratoglou hace unos años y cuya imagen en Nimes supone un tesoro para el tenis.

Porque no es ya solo por la sensación que provoca ver un lugar como el Arena de Nimes hasta arriba de gente y con una pista de tenis en el lugar donde normalmente luce el coso para las corridas de toros, sino también por constatar que el tenis gusta más allá de la tradición y la rigidez de los circuitos profesionales. El Arena de Nimes lució un aspecto similar a un Grand Slam, con las gradas abarrotadas de gente y un ambiente festivo difícil de encontrar en la mayoría de las paradas del calendario: el público puede hablar y gritar durante los puntos, hay música... Y se llenó pese a que las entradas no eran precisamente baratas: para la jornada final del sábado, los precios iban de los 24 a los 129 euros. El viernes, a precios algo más asequibles, se dieron cita otros 8.000 fans.

A diferencia del tenis clásico, con juegos y sets, en el UTS cada partido va por tiempo y consta de cuatro cuartos de ocho minutos

Sobre la tierra batida, el espectáculo lo pusieron Andrey Rublev, Ben Shelton, Alex de Miñaur, Ugo Humbert, Casper Ruud, Tomas Machac, Gael Monfils y Alexei Popyrin. De los ocho, todos menos Monfils están actualmente en el top 30 del ranking ATP y tres de ellos -Ruud, De Miñaur y Rublev- brillan incluso en el top ten. La bolsa de premios ascendía a un millón de dólares: el cheque para Ruud, el campeón, fue de 301.000 dólares.

"Nunca en mi vida he experimentado algo así, ni siquiera yendo como turista. He estado muchas veces en Roma, pero nunca había estado dentro del coliseo, así que poder estar dentro de un sitio similar y encima jugar, es uno de los momentos más increíbles de mi vida", señaló Rublev, una sensación que comparten también el resto de colegas. "Yo nunca he visto algo así. Antes peleaban aquí y ahora jugamos al tenis", añadió por su parte Ben Shelton.

El formato del Tennis Ultimate Showdown

Uno de los hombres que está detrás del circuito UTS -con varios eventos a lo largo del año- es Patrick Mouratoglou, dueño de una de las mejores academias de tenis del mundo, exentrenador de leyendas como Serena Williams y que actualmente se sienta en el banquillo de Naomi Osaka. Junto a Mouratoglou, el otro organizador es el empresario Alex Popyrin, padre del Alexei.

Este circuito se fundó en 2020 justo después de la pandemia de coronavirus y suele visitar varias ciudades cada temporada por el mundo. Este año se celebró un evento en febrero en Guadalajara, ahora el de Nimes y en octubre habrá un nuevo show en Hong Kong. El formato puede variar, con fase de grupos o eliminatorias directamente, pero nunca dura más de tres días y su gran novedad está en los marcadores.

A diferencia del tenis clásico, con juegos y sets, en el UTS cada partido va por tiempo y consta de cuatro cuartos de ocho minutos. Si un jugador gana tres cuartos, se lleva el partido, y si hay empate a dos, se disputa una muerte súbita en la que el primer tenista que gane dos puntos seguidos será el vencedor. Además, se permite el coaching, los jugadores pueden usar cartas y no hay segundo saque.