TENIS

Sale a la luz el trato vejatorio que sufrió Rybakina de su entrenador: "Estúpida, retrasada, estarías recogiendo patatas sin mí"

Una investigación de 'The Athletic' arroja luz sobre el caso y asegura que Rybakina y su técnico mantenían una relación sentimental. Vukov ha sido suspendido un año.

Stefano Vukov y Elena Rybakina, durante el torneo de Miami 2024. /Robert Prange/Getty Images
Stefano Vukov y Elena Rybakina, durante el torneo de Miami 2024. Robert Prange/Getty Images
Nacho Encabo

Nacho Encabo

El planeta tenis lleva varios días con el monotema de la sanción de tres meses a Jannik Sinner por su doble positivo en un control antidopaje, pero The Athletic amenaza con cambiar el paso con una investigación sobre la relación entre Elena Rybakina, campeona de Wimbledon 2022 y una de las mejores tenistas del último lustro, y su entrenador, Stefano Vukov, que acaba de recibir un año de suspensión por su trato vejatorio hacia la actual número siete del ranking WTA.

En un extenso reportaje publicado este martes, The Athletic ofrece múltiples detalles sobre un caso tan extraño que parece el guion de una película: la WTA ha suspendido a Vukov tras concluir que tuvo un trato vejatorio hacia la tenista kazaja, pero ella ha defendido a capa y espada al técnico croata y ha seguido trabajando con él a la distancia. Incluso, según señala el medio, llegaron a tener una relación sentimental y compartir habitación de hotel en el último Open de Australia.

The Athletic ha tenido acceso a la carta que envió la directora ejecutiva de la WTA, Portia Archer, el 31 de enero tanto a Rybakina como a Vukov, en la que se les comunicada la suspensión de un año para el entrenador. En la misiva, Archer ofrece muchos detalles hasta ahora desconocidos sobre el comportamiento de Vukov: "Participar en abuso de autoridad y conducta abusiva hacia la jugadora de la WTA, incluyendo comprometer o intentar comprometer el bienestar psicológico, físico o emocional de la jugadora; participar en abuso físico y verbal de la jugadora; y aprovechar su relación con la jugadora para obtener mayores intereses personales y/o comerciales a expensas del mejor interés de la jugadora".

Rybakina, nacida en Rusia pero adoptada a los 18 años por la Federación de Kazajistán, a la que representa desde entonces, rompió su relación profesional con Vukov justo antes del US Open 2024. Un par de meses después, la jugadora fichó a Goran Ivanisevic, que estaba libre después de su larga y fructífera etapa en el banquillo de Novak Djokovic. La WTA, mientras tanto, lanzó una investigación sobre el comportamiento de Vukov —al que suspendió provisionalmente a principios de enero— tras tener conocimiento de algunos hechos y después de recibir una denuncia anónima de otro entrenador del circuito. No obstante, Rybakina siempre ha defendido públicamente a Vukov y ha admitido que sigue hablando con él muy a menudo y recibiendo sus consejos.

La WTA llegó a la conclusión de que Vukov había ridiculizado y abusado mentalmente de la jugadora, llamándola "estúpida" y "retrasada". También "le lanzó pelotas y le gritó", además de decirle frases como que "todavía estaría recogiendo patatas en Rusia" si no fuera por él. Vukov, según la carta de Archer, también recibió un correo electrónico de la madre de Rybakina pidiéndole que no hiciera llorar a su hija. "Tengo claro que la relación que ha creado con la jugadora no es saludable", añade la carta firmada por Archer.

La información de The Athletic añade mucha luz a los hechos que ocurrieron en agosto de 2024, justo cuando Rybakina le comunicó a Vukov que no seguiría en su equipo técnico. La kazaja, explica el medio estadounidense, tuvo muchos problemas para dormir en el torneo de Cincinnati e incluso durante sus partidos a menudo no sabía el marcador ni dónde tenía que sacar. Poco después, y tras varios días sin dormir, llegó a Nueva York para el US Open y su entorno "había expresado su preocupación por su apariencia y comportamiento".

"Tras enterarse del despido, Vukov llamó por teléfono más de 100 veces a Rybakina"

The Athletic

Fue en Nueva York donde Rybakina informó a sus representantes de que estaba lista para despedir a Vukov, pidiendo que cancelaran su habitación de hotel y su acreditación para el torneo. Tras enterarse de su despido, Vukov se negó a abandonar el hotel sin hablar con la jugadora, a la que llamó por teléfono más de 100 veces y a la que envió numerosos mensajes de texto.

"Sea cual sea su situación actual, usted ha cultivado una relación de dependencia, haciendo que la jugadora crea que tiene que ser tratada de la manera en la que usted la ha tratado y que no podría haber tenido éxito sin su presencia, cuando en realidad su éxito depende de ella", dice la carta de Archer.

A pesar de las investigaciones y de la suspensión, Rybakina nunca se quejó formalmente ante la WTA del trato de Vukov. De hecho, solo ha alzado la voz para lo contrario: para defenderlo y para pedir que le dejaran trabajar con él. Incluso "consideró boicotear torneos o giras" si no le permitían entrenarse con su técnico. El 1 de enero, de hecho, anunció en sus redes que Vukov se uniría a su equipo técnico a lo largo de la temporada.

Vukov ha negado cualquier irregularidad y tiene hasta el 21 de febrero para presentar una apelación a su suspensión.