WIMBLEDON

Y cuando todo va mal... Alcaraz se convierte en Roddick: "Era una asignatura pendiente"

Cuando Tiafoe más apretaba, Alcaraz fue capaz de encontrar sus mejores servicios. Se ha convertido en un punto fuerte.

Alcaraz, al servicio. /AFP
Alcaraz, al servicio. AFP
Gonzalo Cabeza

Gonzalo Cabeza

Londres.- En el cuarto set Alcaraz va camino del cadalso. Las cosas no han salido bien, está agitado como el día, incluso se le ven algunos rasgos de contradicción en el rostro. En el ambiente empiezan a pesar todas esas cosas que llegan con la derrota. Caer tan pronto, no ser capaz de revalidar, no ser tan fuerte como se pensaba... todo o nada, siempre es así.

El set puede ser definitivo y hay dos juegos con el servicio de Alcaraz en el que la situación pasa de grave a crítica.. 0-30 en contra, mirando el abismo sin poder pestañear. Es ahí cuando saca el rifle y dispara. Pum, un ace. Pum, un saque abierto, precioso, que saca de la pista a Tiafoe y le obliga a un resto difícilisimo. La siguiente vez que le ocurre lo mismo se repite la secuencia.

Sacar así de bien es algo muy poco español. Hubo antes otros con esas armas, Feliciano López, por ejemplo, sacaba más fuerte que Alcaraz. Pero probablemente no mejor, porque la clave en este caso es ser capaz de aflorar ese servicio cuando más lo necesitas. Que cuando estás contra las cuerdas y el puñetazo del otro te va directo al mentón seas capaz de mover la cabeza y responder con un golpe durísimo. Durísimo como un saque de 200 kilómetros hora angulado e inalcanzable.

Los dos jugadores que van a ser citados se parecen poco o nada a Alcaraz, pero tenían la misma capacidad de salir de problemas con servicios inspirados. Piensen en Roddick o en Sampras, tipo que conseguían templar los nervios y encontrar el saque óptimo que les sacaba de problemas. Federer también era así.

Eso en el tenis vale oro, porque la mayor parte de los jugadores no se pueden permitir esas alegrías, tienen que trabajar más los puntos y no son capaces de encontrar ese saque inspirado en los momentos más duros, cuando el pulso se acelera y el rival está concentrado en su mejor versión.

Un gesto aprendido

Cuando se le pregunta por el tema, Alcaraz sonríe. Tiene una explicación, el murciano es uno de esos talentos tan enormes que parece que todo le ha venido de la gracia de dios, algo innato como si no hubiese necesitado más que nacer para tener todas las herramientas que necesita un tenista. Pero en este caso no es así, él sabe que este golpe no estaba en su repertorio pero por el camino ha pasado a formar parte del mismo.

"Es algo que hemos mejorado bastante el tema del saque, es algo que durante muchos años ha sido una asignatura pendiente, intentar mejorar el saque y en situaciones como las de hoy intentar sacar puntos fáciles", relata el jugador español. Esa evolución habla de él como deportista. Hoy es estelar, pero como es capaz de crecer, es todavía mejor. "Me alegra pensar y saber que lo hemos mejorado y seguiremos mejorándolo"

El saque tiene mucho de rutina, de mecánica, y ahora mismo parece estar en un instante dulce. "Me está yendo bien en este momento, tengo que intentar que me saque de situaciones difíciles como las de hoy. Tener puntos en los momentos difíciles es muy importante, tiene que ser un factor clave en nuestro juego", argumenta.

Es evidente que el saque está en su punto. Contra Tiafoe encontró un servicio a 217 km/h, más que su rival que es un excelente sacador. La media con primeros fue de 196, velocidad más que respetable que le ayuda mucho para poder ser agresivo, empujar al rival al fondo de la pista y poder así él subir a la red y dominar el punto.

"El primer partido no saqué bien y lo hemos ido mejorando. En la segunda ronda saqué ya muchísimo mejor y hoy en muchos momentos clave el saque me ha salvado de muchos apuros, aquí en hierba es todavía más importante que en otras superficies", destaca.

Un entrenador que lleva una vida entera en el tenis español analiza su servicio. "Es claramente un punto fuerte, saca a 200 y pico y además puede hacer lo que le de la gana. El saque abierto que hace bota un montón y saca una ventaja increíble, sobre todo porque le permite sacar la derecha que tiene y le deja la pista muy abierta", relata el experto.

Ve en ese servicio una semejanza Nadal, un jugador algo peor en ese sentido pero muy inteligente: "Él también lo hacía mucho, sacaba muy abierto y era una jugada con la que sacaba mucha ventaja". También puede tirar un ace a la T, porque además para un buen sacador es imprescindible ser variado, no ser un poni de un solo truco, ya que si siempre haces lo mismo es seguro que aprenderán a leerte. Eso no preocupa en Alcaraz.