Alcaraz ya piensa en Djokovic y avisa: "Sé lo que tengo que hacer"

Londres.- Estamos ya camino de la final de Wimbledon y este es el punto en el que Carlos Alcaraz ya se ha adaptado tanto que parece australiano. Él, que analiza con cuidado su juego, pone incluso un día concreto en el que ya se encontró cómodo en la hierba. "Fue en el partido de Tiafoe, en el tercer o el cuarto set, me veía casi perdido y dije ' o todo o nada' cuando vi que empezaba a resbalar de manera natural yo creo que vi la ventaja, agradezco que haya pasado pronto", relata.

Es corta la temporada sobre verde, y eso hace que la mayor parte de los jugadores pasen por ella sin haber logrado la comodidad de jugar en la superficie. La mayoría juegan menos y tardan más en hacerse a la novedad. Carlos explica cómo lo hace él, aunque probablemente sus consejos no le valgan a nadie que no sea él mismo para llegar a ese nivel.

"Horas y días para ser mejor en hierba, es difícil, no voy a mentir, cambiar de tierra batida a hierba, todo el mundo pudo verlo en Queens, no jugué bien, tenía mucho trabajo que hacer, decidí quedarme para jugar y estar tan cómodo como pudiese. No hay un secreto, son horas, trabajo y creer en que irá mejor", explica el tenista.

La semifinal contra Medvedev fue un despliegue tenístico formidable, pero Alcaraz se ha visto mejor en otros momentos de esta misma semana. "Sinceramente, yo creo que he jugado partidos mejores en Wimbledon este año, creo que jugué mejor contra Tommy Paul. Por supuesto son estilos diferentes entre Daniil y Tommy Paul, es diferente, pero creo que he jugado mejor. Llego a la final sintiéndome muy bien, con un momento bueno de tenis, confiando, moviéndome bien, espero tener un buen partido el domingo", cuenta un rato después de conseguir el pase a la final.

Entre los temas de conversación que han ido trufando este Wimbledon, Alcaraz ha hablado en diversas ocasiones sobre estar o no nervioso. Es llamativo que cuente la verdad en este tema, pero lo hace. Después de Medvedev, una más. "Esto es algo en lo que estoy trabajando, tener nervios es normal, pero tienes que controlarlos. Si no los controlas es es un problema. Eso me pasó en el primer set, necesitaba calma, estaba nervioso y Daniil parecía que estaba controlando el partido. Después de ese set, aunque lo perdí, me calmé y empecé a jugar mejor. Voy a pasármelo bien y por eso voy a jugar mi mejor tenis", cuenta.

La psique humana es un entorno extraño, y eso hace que los nervios afloren más en Londres que en otros lugares. "En Roland Garros quizá no hablé de los nervios, estaban ahí, quizá los controlé un poco mejor salvo quizá la final que me pasaron un poco factura. Pero aquí... el torneo en Wimbledon en sí, jugar en la pista central, me genera un poco más de nervios, por cómo veo yo el torneo, pero es algo que estamos trabajando", explica. Es decir, estar en el torneo por antonomasia, el centro de este deporte, sí que es algo distinto. Aunque al final sea tenis en todos los casos.

En todo lo que implica a Carlos, que no son pocas cosas, una de las más llamativas en su manera de jugar es la alegría de su tenis. A veces, es verdad, se complica de más. Quizá otra versión de sí mismo podría ser más efectiva. Pero, claro, igual no sería él.

"Muchas veces a lo mejor debería jugar al tiro efectivo, a lo seguro o lo que requiere el partido, pero a veces buscar ese punto divertido me ayuda a relajarme, a disfrutar de ese momento del partido y gracias a ello es cuando despliego mi mejor tenis. A lo mejor cuando pasen los años maduro y esto se acaba, pero de momento vamos a seguir disfrutando de lo que nos gusta, buscar los golpes complicados y hacer disfrutar a la gente", dice en una frase que los aficionados al tenis no puede hacer sino agradecer. Tampoco es que con este estilo extrovertido, si es que ese término se puede usar en estas circunstancias, las cosas le estén yendo mal.

Queda solo una prueba más, el ganador del partido entre Djokovic y Musetti. Lo más probable es que ese rival sea el serbio. Tampoco sorprende a nadie el duelo. Alcaraz lo espera sin agitarse.

"Djokovic sabe mucho mejor que yo lo que es jugar una final de Wimbledon, de Grand Slam, él está más preparado que yo, pero yo creo en mí mismo, creo que voy a ganar, eso está en mi cabeza. Hasta el domingo voy a tener nervios, sé lo que es estar en esta posición y cómo tengo que lidiar con todo, sé lo que tengo que hacer. Con el tema de la rodilla de Djokovic a lo mejor me ven favorito, pero si está en una final es porque está en un nivel muy alto. Yo en una final ya no veo favorito, vamos a ver quién juega mejor y lidia mejor con las situaciones. Yo creo que estoy capacitado para hacerlo mejor", dice.

Vale que Alcaraz ha sido número uno y tiene ya tres grandes en el zurrón, pero a pesar de todo eso no es normal que un chico de 21 años exude confianza cuando se va a enfrentar a, quizá, el mejor deportista de la historia.

"Yo sé cómo se va a sentir jugar contra Novak, he jugado varias veces contra él, sé lo que tengo que hacer. Estoy seguro de que él sabe lo que tiene que hacer para ganarme también. Será muy interesante si juego contra él, estoy preparado para hacerlo", relata.

Y después, gane o pierda, a ver España: "El domingo, como dije, va a ser un día muy divertido para los españoles, pero yo tengo que pensar en mi trabajo y espero que la final sea a una buena hora pero pensaré sobre el partido y ya veremos lo que pasa".