Barbora Krejcikova, la campeona a la que empujó Jana Novotna
La tenista checa, ahora campeona de Wimbledon, se decidió a ser profesional por un consejo de la fallecida tenista de los años 90.

Londres.- Jasmine Paolini y Barbora Krejcikova pelean bajo el sol -por fin- de Wimbledon un poc a lo loco. En principio la primera es una recuperadora muy capaz y la segunda una pegadora, pero la realidad es que tiene un poco de anomalía que las dos hayan llegado a jugar este partido.
Paolini antes de esta temporada no había ganado un solo partido en Wimbledon, y no es que no haya venido veces, pues a los 28 años se sigue siendo joven en la vida pero en el deporte ya no eres un aprendiz. Es la jugadora más bajita del cuadro pero resiste hasta la final sin las herramientas clásicas del tenis de hierba: no tiene un saque potente, no anda sobrada de golpes pegadores. Pero viene muy fuerte, esta temporada ha sido finalista en Roland Garros y ganadora en Dubai. Un tremendo salto en unos meses cuando antes estaba muy lejos de despuntar de esa manera.
Se llevó el gato al agua Barbora Krejcikova que sí da un poco más el perfil de campeona de Wimbledon. Lo será para siempre tras vencer este partido por 6-2, 2-6 y 6-4, como también lo es ya de Roland Garros, un torneo que ganó en el año 2021. Es verdad que desde entonces no cruzaba los cuartos de final de ningún Grand Slam, porque en el tenis femenino son muchas las que tienen fogonazos de genio y escasas las que son capaces de mantenerse. De hecho, en los últimos ocho Wimbledon ha habido otras tantas campeonas distintas. Krejcikova ahora puede decir que ha ganado mucho más que la mayoría.
La checa tiene una derecha magnífica con la que intentó todo el partido encontrar golpes ganadores. Los encontró solo en parte, los 26 con los que terminó el partido no son historia del tenis, pero sí suficiente para haber desequilibrado a Paolini. En esa estadística no están los que la velocista italiana consiguió alcanzar pero sin poder responderlos con presteza.
También tiene una historia que contar, una que involucra a Jana Novotna, que también logró Wimbledon, en su caso en 1998. La niña Krejcikova era una joven llena de dudas, no sabía si tenía sentido perseverar en el tenis o si era mejor la alternativa de los estudios. En esas dudas su madre le invitó a que escribiese una carta a su ídolo, Novotna, y esta respondió diciéndole que tenía sentido que lo intentase y que en algún momento ganaría un Grand Slam. Ya lleva dos.
"I never dreamed that I'd win the same trophy as Jana did in 1998"
— Wimbledon (@Wimbledon) July 13, 2024
Moving words from Barbora Krejcikova on the person that "changed her tennis life", Jana Novotna ❤️#Wimbledon pic.twitter.com/8eSi3iGvkh
Novotna falleció en 2017 y por lo tanto no pudo ver cómo su deseo era cumplido por Barbora. "Darle la carta a Jana, todo lo que pasó en ese momento, cambió mi vida porque cuando yo era junior no sabía lo que podía hacer, si tenía que ser profesional y Jana fue la que me dijo que tenía potencial y que tenía que intentarlo. Antes de morir me dijo que ganara un Grand Slam, ya lo había conseguido en París, fue un momento increíble, pero nunca pensé que ganaría también el trofeo que ella ganó", explicaba la checa tras llevarse la Venus Rosewater Dish, la bandeja que distingue a la campeona de Wimbledon.
Krejcikova es una muy buena jugadora de tenis y tiene una rareza poco habitual: es una tremenda jugadora de dobles. Hagan paso al historial de la checa. Es campeona olímpica en Tokio, dos veces campeona de Australia, Roland Garros y Wimbledon. Una en el US Open. Todo eso en dobles, claro, y se le pueden sumar tres grandes más, conseguidos todos en Melbourne, en el dobles mixto.
La checa tiene un juego en el que tiene sentido estar aquí y ahora, ganando Wimbledon, también un pasado que explica este camino. Su derecha es fortísima, saca bien, juega bien en la red. Es una jugadora diseñada para dominar los partidos y eso es lo que hizo durante buena parte del partido. No en el segundo set, eso sí, donde se mostró errática, cometió más errores de lo adecuado y terminó aceptando el ritmo más pausado y martilleante de Paolini.
"Es definitivamente el mejor día de mi carrera como tenista y también el mejor día de mi vida", contaba feliz la checa al final del encuentro, buscando las palabras que fuesen capaz de describir la sensación de ganar Wimbledon. "Es superdifícil explicar lo que me está pasando ahora mismo", decía todavía en shock.
"Solo me decía que tenía que ser valiente y seguir jugando. Ha sido un partido muy difícil", añadía. Y después, con mucho humor, aludía a la sorpresa que genera su victoria: "Creo que nadie se cree esto, nadie se cree que haya jugado la final ni que haya ganado Wimbledon. Es increíble, hace dos semanas me planté aquí y tuve un partido dificilisimo, no tuve un buen inicio de temporada, es que es increíble".
Increíble pero cierto, Barbora Krejcikova es la campeona de esta edición de Wimbledon.