WIMBLEDON

Una hora y media de sonrojo para Wimbledon: "¿Qué está pasando si aquí siempre llueve?"

La leve lluvia detiene el partido de Djokovic ante Cachín en la pista central más de ochenta minutos, a pesar de lona y techo multimillonario.

Djokovic no paró de bromear sobre la situación en plena pista./REUTERS
Djokovic no paró de bromear sobre la situación en plena pista. REUTERS
José M. Amorós

José M. Amorós

Londres-. "¿Qué está pasando si aquí siempre llueve", pregunta un aficionado volviendo a su asiento con una cerveza recién comprada. "No sé cómo, pero la pista tiene mucha agua", le responde su acompañante de la grada de la central de Wimbledon. Esa incredulidad del primero y esa búsqueda de explicación del segundo resumen a la perfección lo que ha ocurrido en el debut de Djokovic ante Cachín en la central de Wimbledon.

Las primeras gotas caían sobre el All England Club a las 15:30h. Bajo el grito de "Play suspended!", se activa el protocolo de protección de la hierba, previsto para tener todo cubierto en menos de un minuto y medio (un protocolo que se seguía ensayando una y otra vez este domingo). Lo consiguen y pista central empieza a cerrar su techo. El mecanismo tarda 10 minutos, pero la lona ya hace su labor de estar cubriendo la hierba. En cuanto se cierre el techo, se debería empezar a jugar.

La aparición de la lluvia no es algo raro en el torneo. A pesar de ser julio, esto es Londres. Eso sí, llama la atención lo que ocurre en la pista 7. Karatsev estaba sacando para ganar el partido ante el francés Van Assche en cuatro sets. Con 40-40 en el marcador del juego, el partido se para provocando el enfado del ruso que quería terminar con el partido. Pero no iba a ser lo más llamativo de la tarde, ni de la aparición del agua.

La pista principal se convierte en protagonista con el rato más surrealista de esta primera jornada. Al levantar la lona, uno de los fondos de la pista tiene demasiada agua. Los jugadores, que se habían marchado al vestuario, saltan a la pista y lo comprueban. No se puede jugar. Pero, ¿y entonces? ¿qué tiene preparado un torneo habituado a la lluvia?

Empiezan a pasar los minutos y la perfección inglesa comienza a hacer aguas (nunca mejor dicho). Las gradas llenas de incrédulos, la pista mojada y nada más. Bueno, sí, los supervisores pasean y Djokovic mira desde una esquina cómo nadie soluciona la papeleta. Desde su banquillo, Carlos Gómez-Herrera, español y miembro de su equipo, bromea zarandeando una toalla para secar la pista. La broma hace gracia al serbio que decide saltar a la pista, coge la toalla y se poner a secar el pasto.

Pasan los minutos y se sigue sin jugar. Es entonces cuando la organización aparece con cuatro chavales y unas máquinas de aire. Djokovic sigue con su show y con sus bromas con estos jóvenes que se apresuran a secar, al menos, las líneas de fondo. Cachín aparece con manos en los bolsillos y empieza a reírse de la situación. Parece que el problema está solo en una zona. Es curioso, porque el techo retráctil cierra desde ambos lados hacia el centro y parece que el agua está en uno de los fondos y no en la zona de la red.

Así transcurre un buen rato. Tanto, que deja de llover. A las puertas de la pista central, la gente pasea ya sin paraguas y la colina donde cientos de aficionados se congregan para ver los partidos, ya una gran muchedumbre para ver el espectáculo. El de que no haya tenis, no el de los tenistas. Las pistas sin techo ya no tienen la lona y, a pesar de que siguen secando la pista, el techo retráctil de la central empieza a abrirse de nuevo.

Djokovic aplaude a los encargados de secar la pista. RELEVO
Djokovic aplaude a los encargados de secar la pista. RELEVO

A las 16:41h., Novak Djokovic y Pedro Cachín vuelven a saltar a la pista para calentar. Han pasado 71 minutos desde que el partido se paró y, a ese paso, casi vuelven a jugar antes en las pistas descubiertas. Y eso que el coste de la remodelación para esa cubierta translúcida estuvo por encima de los 78 millones de euros. Relevo busca respuestas entre la organización, pero la única es que "con la hierba mojada no se puede jugar" con una piel que se sonroja con nuestra pregunta. La lluvia siempre es protagonista en Wimbledon, suele suspender varias jornadas, pero hoy no era para tanto.