El descubridor de Medvedev explica el muro que espera a Alcaraz en Wimbledon: "Daniil no admite chorradas"
Jean-Renè Lisnard fue el primer entrenador del ruso en Francia, con él pasó siete años y ahora explica todos sus secretos.

Londres.- "Nos llamó el padre y nos dijo que el chico no jugaba mal, que le hiciésemos una prueba. Era un sábado o un domingo y estuvimos esperándole, porque se retrasó más de una hora. Cuando ya nos íbamos a ir nos pidió cinco minutos más. Ya me habían hablado de él, pero nada concreto. No tenía agente y ni siquiera sé cómo dio con nuestra academia, que no nos anunciamos ni nada. Su padre se había jubilado y la familia se había trasladado a Antibes para ayudarle. Por eso terminó con nosotros".
Jean-Renè Lisnard no vio en aquel joven Daniil Medvedev un talento arrollador, aunque sí un jugador con potencial cuando le aceptó en Elite Tennis, la academia que regenta en Cannes, en el sur de Francia. Ese chico ruso con ganas de ser tenista buscaba un lugar donde desarrollarse. Era bueno, pero tampoco llamaba tanto la atención.
"Cuando le vimos por primera vez mi colega Gilles Cervara, que es hoy su entrenador, me preguntó si yo le veía potencial. Yo le respondí que ya veríamos, que había que trabajar con él para saber a dónde podía llegar. Tenía una técnica algo extraña con su derecha y algunos defectos más. Era muy nervioso cuando era un niño. Pero al final es el trabajo, yo creo que mucha gente puede llegar con el trabajo, no necesitas ser una superestrella desde niño, si trabajas duro y eres fuerte mentalmente puedes alcanzar a cualquiera, y eso es lo que ha terminado pasando con Daniil", cuenta Lisnard en conversación con Relevo. El técnico está en Wimbledon con varios jugadores del cuadro junior.
El francés conoce al detalle al jugador ha visto su evolución y le admira. "Es muy inteligente, muy muy inteligente. Es alguien que cada año se adapta y mejora su juego. Muy rara vez pierde tres o cuatro veces seguidas contra alguien, incluso con Djokovic o Nadal, porque aprende de lo que hace. Y esto es así desde que era muy niño, es una persona muy inteligente, aprendió francés rapidísimo y se adaptó sin problemas, cada año progresaba", recuerda de sus tiempos en la academia.
"Cuando ya había estado un par de años o tres en la academia, yo ya decía que el chico tenía un futuro interesante porque no importaba lo bueno que fuese, pero no paraba de progresar y de aprender. La gente que aprende no tiene límites, solo los que ellos mismo se ponen", reflexiona.
Y eso explica en parte que Medvedev tampoco fuese el junior del que todo el mundo hablaba. "Conocí a Alcaraz cuando tenía 14 años, era uno de los mejores pero no el mejor. Daniil con 16 era bueno, pero no de los mejores, si lo comparabas con Rublev era mucho peor, pero esto es un error que todo el mundo comete, cuando son muy buenos de jóvenes se les termina tratando como a divas y eso no es bueno. Daniil tenía con nosotros un perfil muy bajo, lo sigue teniendo, no hay chorradas a su alrededor y se ha mantenido siempre humilde y pensando en el día a día. Creo que sigue siendo así porque es muy inteligente, muy discreto, y ese es el secreto por el que ha superado a todos esos chavales que podías decir que tenían más talento, ellos no han hecho un 10% de lo que ha hecho Daniil", cuenta el entrenador francés.
Medvedev es un jugador curioso, no siempre estético, pero muy eficaz. Lisnard ayuda a definirlo. "Es un jugador muy fluido desde el fondo y es técnico en la red. Pega a la pelota desde atrás y tiene dificultades para pegarle pronto cuando está subiendo, pero es muy fluido. Él no fuerza, cuando le miras no parece que esté jugando superrápido. Él juega bajo, mantiene la bola muy baja. Comparado con otros jugadores, es capaz de controlar la bola. En los momentos clave, muy pocas veces falla, muchos chicos jóvenes tienen el brazo fuerte, pero comenten muchos fallos, él siempre mantiene la pelota dentro y siempre sigue luchando", cuenta su exentrenador, que pasó siete años a su lado. Esta consistencia, la capacidad de mantener siempre en juego la pelota, es el rasgo que más elogió de él Alcaraz cuando le preguntaron sobre Medvedev.
"Y luego tiene lo más importante en tenis, la mentalidad, él nunca se rinde, nunca deja de pelear. Además de todo eso, un gran servicio, él no necesita forzar como muchos otros, él siempre pone la bola en la pista, en eso probablemente es el número 1 del tenis", disecciona Lisnard.
Esto de pasar siempre la bola tiene bastante miga. "Él es así, tiene que pelear ante el número 150 por su juego, pero también le hace partido al mejor del mundo. Es que nadie quiere luchar, es muy duro jugar contra Daniil, gana muchos partidos por la impaciencia del rival. Ahora mismo tampoco hay gente que juegue a saque y volea, si alguien le hiciese eso estaría en problemas, pero no hay nadie que juegue cortando la bola todo el rato, todos juegan como robots", explica.

La ventaja de Alcaraz
De hecho, quizá el jugador del circuito más creativo actualmente es, precisamente, Carlos Alcaraz. "Por eso le gana a veces, porque es capaz de mezclar el juego un poco más", asume.
¿Cuál puede ser entonces la clave de esta semifinal? Pues, como suele ocurrir con Alcaraz, depende más de él que de su rival. "Si Carlos falla demasiado probablemente perderá, pero si no falla ganará porque él mezcla el juego lo suficiente", relata. Un poco más adelante, en la conversación es todavía más específico: "Los dos tienen un juego capaz de ganar al rival, dependerá de qué día tengan y quién sepa sacrificarse más. Si Alcaraz es impaciente terminará perdiendo, si Daniil es pasivo y falla más de lo que suele será él quien pierda".
Lo obvio es que se habla de la élite más élite, y ahí empieza a hacerse difícil encontrar los lugares en los que se puede atacar. "Estos chicos no tiene debilidades, pueden hacer de todos. Luego ya depende de otras cosas. Por ejemplo, Sinner en el partido contra Medvedev no estaba en buena disposición, antes del partido ya podías decirlo. Son humanos, cada mañana te levantas de una manera distinta y depende de cuánto estés dispuesto a sacrificarte ese día para ganar el partido. A veces todo se decide por uno o dos golpes, es imposible hacer una predicción. Los dos saben lo que tienen que hacer y lo normal es que no cambien su juego por un rival. Novak Djokovic lleva ganando partidos 20 años jugando siempre igual, son los otros los que tienen que adaptarse a su juego. Eso es lo que hay que buscar", comenta para finalizar.
Gilles Cervara, el técnico actual, coincide en las líneas generales. Habla con la prensa española desplazada en Wimbledon un par de minutos a la salida del entrenamiento de su pupilo. "Tenemos que estar listos tanto a nivel tenístico como mental si queremos ganar a Carlos. Es un gran reto para nosotros. Sabemos que Daniil está capacitado para hacerlo", explica.
Entiende que el camino de Alcaraz no está siendo del todo fácil, pero eso tampoco quiere decir demasiado: "Ha tenido partidos duros y eso nos indica que le puedes llevar al límite y también que es muy difícil de ganar porque siempre encuentra la manera de volver y ganar. Por eso de la dificultad que tiene ganarle".
Medvedev perdió el año pasado, pero más tarde volvió para imponerse en el US Open. Es un estudioso del tenis, en su memoria están todos esos partidos. Sabe cuáles son sus armas, solo queda por ver si con eso será suficiente.