Djokovic toca la fibra de Ferrero en la grada: "Nos veremos más veces aquí, Alcaraz solo tiene 21 años"

No,vak Djkovic, tras cuatro años consecutivos imponiéndose en Wimbledon, repitió derrota por segundo año seguido contra el mismo rival, Carlos Alcaraz. El murciano, que suma su cuarto Grand Slam, no dejó opción al serbio, que apenas tuvo unos minutos de esperanza, al final del tercer y último set, cuando forzó el tie break tras salvar tres bolas de sets del español, que se las prometía felices con 40-0 a favor.

"Ha sido muy duro, hace mucho calor hoy", comenzó entre bromas y sonrisas Djokovic, que se congració con el público de Londres tras sus polémicas palabras al vencer al noruego Holger Rune en octavos de final. "Estoy encantado de salir a esta pista, siempre es como la primera vez, cada vez que vengo me siento como un niño cumpliendo un sueño", dijo.

"Felicidades a Carlos, ha tenido un nivel de tenis increíble y muy completo", comenzó tras la pregunta sobre su rival. "No he podido llegar a su nivel y he luchado por alargar el partido lo máximo posible, pero no era el día, no puedo estar satisfecho con el resultado", desgranó el encuentro. "No he estado bien en los dos primeros sets, lo ha hecho todo bien. Carlos es el merecido ganador", explicó.

En mitad de su discurso sobre su rival, las cámaras enfocaron al palco de Alcaraz, donde su padres y su entrenador aplaudían al serbio. Ferrero, incluso, visiblemente emocionado, al borde de la lágrima mientras Nole dirigía elogios a Carlitos. "Nos veremos más veces aquí, solo tiene 21 años", dijo entre admiración.

Tras diez finales en Wimbledon y presente en todas desde el año 2018, Djokovic ha sufrido en esta edición las molestias en la rodilla que le han mermado pero no le han impedido acceder al último partido del torneo. "Estoy orgulloso pero ahora algo disgustado. Cuando reflexione de las últimas semanas que he pasado seguro que estaré más satisfecho por una nueva final", matizó.

Además, entre los agradecimientos a su mujer, tuvo un especial capítulo para sus dos hijos, reconociendo que cada vez aman más el tenis. "Hay muchas cosas hermosas en la vida, pero si quieres dedicarte al tenis, te apoyaré", le dijo a Stefan, el mayor, admitiendo que le sería difícil entrenarle por el hecho de poder mantener los nervios.