Paula Badosa ha vuelto y no solo ella lo celebra: "Siento que disfrutan viéndolo"
La jugadora española, que parece haber superado una racha muy negativa, tiene un indudable carisma necesario en el deporte.

Londres.- Paula Badosa ha estado unos meses fuera del radar. Para los aficionados casuales había desaparecido, pues cuando los torneos en los que participaba se empezaban a calentar ella ya estaba fuera. Primera ronda, segunda ronda, no mucho más. En esos momentos la tenista desaparece pero la vida sigue. En su caso una lesión de espalda lo ponía todo muy difícil, no podía entrenar, no rendía... "Me he pasado diez meses viendo el tenis desde el sofá de casa", dice ahora.
La espalda dolía, de hecho todavía duele, pero en estas cosas el daño físico nunca llega solo. Paula Badosa ha pasado un tiempo sin verse como ella se quiere ver, rodeada de gente, vitoreada, aplaudida. Siendo una estrella. Porque ella es de esas personas que parecen nacidas para ser una diva.
"Me viene a la cabeza cuando en febrero o marzo no estaba pudiendo jugar, me tuve que retirar de torneos de Indian Wells, que era un torneo muy especial, estuve muchos días llorando y estaba muy mal en esa época porque no sabía lo que iba a pasar. Al final a mí esos momentos difíciles me han dado fuerza", explica tras el partido jugado contra Kasitkina, en le que impone su exuberante juego contra una rival pétrea, de esas que quizá no son capaces de ganar a golpetazos pero sí de resistir hasta el desespero. Badosa, y esto es una muestra de su buen momento, nunca se desesperó.
Cuando termina el partido, la afición la vitorea. Hay una disonancia entre ese amor y su posición en el ranking. Lo normal es que alguien que está cerca del número 100 no sea un factor en la grada. Su rival era favorita, venía jugando bien, era ella la que se merecía los focos. Pero no, el público está con ella.
Tiene que ver con el pasado, pero también con el carisma. Badosa no es una más, cuando camina por la pista los ojos de la gente se van irremediablemente a su figura. Tiene planta de diva, es atrayente, de esas personas que no necesitan ni hablar para que las miren. Y ella no solo lo sabe, sino que también lo disfruta.
"Yo creo que eso es lo que me hace seguir, sinceramente. Ir a París y escuchar mi nombre de la manera que lo estaba escuchando y ver la gente que me anima de la manera que me anima. Ir a un entreno y ver la gente tan pendiente de mí, ir a un partido y ver que aunque la otra es favorita y lo normal es que la animaran más a ella pero me animan a mí...", explica la española.
Badosa borraría sin dudarlo todos estos meses de penurias, es normal, pero eso no quiere decir que ese camino no le haya dejado nada. Ahora es mucho más consciente de quién es. "Yo me estoy dando cuenta ahora que he vuelto y lo valoro más que nunca, eso me parece superbonito y es una de las razones por las que juego, por sentir eso, sentir que los fans están detrás de mí, que disfrutan viéndome", explica.
Puede parecer algo narcisista el discurso, pero en realidad no lo es, los deportistas profesionales están ahí para ganar y para ser queridos, para provocar emociones en la grada, para ser el centro de atención.
En este proceso tiene que volverse a querer a sí misma, porque su profesión tiene un punto cruel, cada partido que pierdes parece decirte que no vales para nada. Ella ya está saliendo de eso, y también de la fatiga. En ese sentido, el partido contra Kasatkina era una prueba de fuego, pues la lluvia ha obligado a Badosa a jugar dos días seguidos partidos muy intensos. También un tic verde de reto superado.
Controlar la fatiga
"Es de las únicas o pocas veces este año que he jugado seguido, porque siempre he tenido un día de descanso en los demás torneos y era algo que ayer me incomodaba un poco mentalmente, decir "¿cómo voy a estar mañana para jugar?". Y no me preocupaba, pero sí que tenía eso en la cabeza. Hoy he jugado tres horas, una batalla muy física, a pesar de que fuera en hierba, era muy física porque es una jugadora que siempre está ahí, te devuelve todo. Es muy dura y físicamente ha aguantado muy bien y sinceramente la espalda no la estoy sintiendo para nada", relataba la jugadora que llegó a ser número dos del mundo.
Y hay algo más que refuerza todos estos conceptos, que ayuda a saber que esto no es casualidad sino que forma parte de un crecimiento. Badosa no solo está ganando, está jugando muy bien, está dominando. Todo el que vio el partido vio una jugadora agresiva, mandando, moviendo a su rival y con golpes ganadores. Un tenista, en definitiva, sensacional.
Ella misma también se sintió así. "Yo sentía que merecía ganar, hay veces que lo sientes dentro, ¿no? Aunque iba 4-2 abajo, era como tenía la sensación de que no sería justo que perdiera porque creo que estoy yendo a por el partido, estoy jugando, luchándolo, estoy jugando bien", explica.
Paula Badosa se ha clavado en la segunda semana de Wimbledon, lo que ya es todo un éxito viendo de donde venía. No se esperaba tanto o, mejor dicho, no se esperaba ahora, pero todos parecen celebrarlo. Badosa juega en pistas buenas, la entrevistan cuando terminan los partidos y sus conferencias de prensa se hacen en la segunda sala más grande.
Un trato propio de la estrella que es, diga lo que diga el ranking Da la sensación de que no solo ella disfruta de su fuerza recobrada, los aficionados, los periodistas y la organización también sonríen. Porque al final el carisma tiene esas cosas, puede generar envidias, pero también hace la vida un poco más alegre y divertida.