La llamada al timbre que tiene en vilo a todo el mundo del tenis: "Si fallas tres veces, estás fuera"
Alcaraz, Medvedev, Sinner y De Miñaur analizan en Relevo la sanción de la agencia antidopaje a Jenson Brooksby.

Londres-. "Todos tenemos el mismo sistema antidopaje: en una aplicación, tienes que especificar dónde vas a estar una hora de cada día, y ellos pueden ir a comprobar si estás. Recibes un strike por falta. Si sumas tres 'strikes', te sancionan. Eso es, básicamente, lo que le sucede a todos los tenistas". Así explica Alex de Miñaur a Relevo cómo es el sistema de control antidopaje que tienen que seguir los tenistas cada día durante todo el año, incluido en viajes, vacaciones o lesiones.
El último en caer ha sido el número 101 del mundo Jenson Brooskby, quien no atendió a la llamada de los 'vampiros' en tres ocasiones durante el último año y ha sido sancionado cinco meses. El estadounidense ya ha anunciado que recurrirá aludiendo que los enviados de la agencia antidopaje "tocaron la puerta de la habitación equivocada del hotel".
La noticia, muy comentada entre los tenistas en Wimbledon, ha despertado el debate sobre la idoneidad del procedimiento que ha terminado con un jugador señalado como 'dopado' sin haber dado positivo en ninguna prueba. La mayoría se siente identificado y reconocen que, esto de no estar disponible algún día, les puede pasar a todos por olvido, confusión o cambios de planes.
"Estaba yéndome de casa y justo llegaron"
El primero en quejarse ha sido el joven Holger Rune. En sus redes sociales señaló una curiosa circunstancia que le puede llevar a la sanción: "Desde mi balcón no se escucha el timbre. Por lo tanto, tengo que sentarme en la puerta durante una hora a esperar todos los días, así durante 52 semanas al año".
En la misma línea, a la consulta de Relevo, responde Daniil Medvedev: "Imagina que no estás casado y, en el último momento, decides dormir con tu novia que está a una hora de tu casa. Te olvidas de cambiar la franja horaria en la App y una prueba perdida. Tres pueden llegar bastante rápido. O imagina que tu interfono no funciona. Este tipo de historias pueden suceder...". Las confusiones son habituales y pueden tener un alto riesgo, como estuvo a punto de pasarle a Carlos Alcaraz. "Estaba yéndome de casa y justo llegaron... se me había olvidado cambiar la hora", nos cuenta el murciano.
El propio Medvedev llegó a estar al límite de la sanción, según confiesa a Relevo: "No es fácil. Yo mismo tuve una vez dos pruebas perdidas. Fue el primer año que estuve en el sistema ADAMS. Tuve dos durante mucho tiempo. Me aseguré de no perderme más para no ser sancionado. Desde entonces, creo que no me he perdido ninguna".
Parece raro encontrar un tenista que no haya pasado por alguna de estas confusiones. "Creo que a todos nos ha pasado", nos cuenta Jannik Sinner, que cree que estas situaciones llegan a desvelarse por las asiduidad de las visitas de los controladores: "Hay épocas en las que controlan más y otras menos". Como ejemplo de esta 'presión' en determinadas fechas, el italiano nos revela una experiencia en la que tuvo que estar muy, muy atento: "Pasé el control en Miami después de jugar, viajé a Mónaco y allí vinieron dos días seguidos. ¡Lo hice tres días consecutivos!".
La App a la que se refieren los tenistas es 'Tennis Anti-Doping Programme' y se puede descargar de manera fácil en cualquier móvil. En ella, además de explicar toda la normativa o las sustancias prohibidas, se encuentra el apartado donde los jugadores tienen que actualizar cada día su localización en una hora concreta. "Los controles fuera de competición sin aviso previo son la base de un control antidopaje efectivo, y sin información precisa sobre el paradero de un jugador dichos controles pueden ser ineficaces y, a menudo, imposibles", explica la ITF [Federación Internacional de Tenis] sobre este protocolo de control diario.
No todos los jugadores están dentro de este sistema de control. Los seleccionados para el Grupo Internacional Registrado de Pruebas incluye los 100 mejores hombres y mujeres por rankings individuales, los 10 mejores jugadores por rankings de dobles y los 10 mejores hombres y mujeres de tenis en silla de ruedas. Además, la ITF puede requerir a cualquier otro jugador.
No es que los tenistas se nieguen a pasar controles. Es más, Medvedev nos señala que "el antidopaje en los deportes es algo bueno, lo necesitamos porque nunca se sabe quién hace trampa y quién no". La protesta de los jugadores va encaminada a que, a diferencia de otros deportistas, son de los que más viajan a lo largo del año y su vida es caótica como para estar pegado a la App y al timbre.
¿Qué alternativas puede haber?
"Tenemos una vida caótica", nos responde Alcaraz y no le falta razón. De un lugar para otro, sin parar semana tras semana, tener actualizada la App de la agencia antidopaje se convierte en una parte más de sus ajetreadas rutinas: "Vivo súper estresado por actualizar estos intervalos de tiempo diariamente porque viajamos mucho", cuenta Rune, que cree que la solución pasa por ser avisado de que no has atendido una visita y poder solucionarlo de manera rápida: "Simplemente, tener la oportunidad de devolver una llamada perdida para decirles que regresen, pero es que no se les permite contestar ninguna llamada telefónica".
En definitiva, la realidad es que escuchar el timbre de casa, estar en el punto acordado de manera puntual cada día del año en cualquier lugar del mundo y no ser sancionado 'por despistado' se ha convertido en un quebradero de cabeza para los mejores tenistas del mundo. "Estas son las reglas y tenemos que cumplirlas", zanja Alcaraz.