Un raquetazo de Swiatek y una extraña final enseñan la nueva ola del circuito femenino a la que se debe subir Badosa
En lo que va de año, del Top-4 solo Sabalenka ha ganado un torneo y fue menor. Ostapenko (37) y Anisimova (41) se jugarán el título.

El circuito femenino parece volver por sus fueros en este arranque de temporada tenística. No hay más que ver lo ocurrido en Doha, en el primer WTA 1.000 (segunda categoría en importancia) del año. La final entre Ostapenko y Anisimova así lo evidencia. La letona, número 37 del ranking femenino, consiguió tumbar a Iga Swiatek en las semifinales contra todo pronóstico y peleará por el título sin ser ninguna de las 16 cabezas de serie antes del comienzo. La polaca, resignada, lanzó la raqueta al suelo en señal de que no le están saliendo las cosas como esperaba. El otro lado ha resultado todavía más sorprendente, ya que jugaron la semi Alexandrova (26) contra Anisimova (41). Se impuso esta última por doble 6-3.
Un torneo de gran magnitud, de los más importantes antes de la llegada de Roland Garros, y que, en realidad, no ha mostrado la mejor cara de ninguna de las gigantes del circuito. Un cuadro femenino que se ha caracterizado precisamente por tener grandes alternativas a las mejores y que en los últimos años poco a poco recuperaba la figura de grandes referentes gracias a la irrupción de Iga Swiatek, Sabalenka o Coco Gauff. Queda por ver si en 2025 esta tendencia se mantiene, si bien es cierto que en este comienzo de año no da la sensación de que estén en la cúpula como tiempo atrás.
Jelena Ostapenko becomes the first player with 5+ wins against Iga Swiatek.
— Bastien Fachan (@BastienFachan) February 14, 2025
She did it in 5 matches. pic.twitter.com/Qtn04drVmW
Y eso que Aryna Sabalenka comenzó como un cohete. Se llevó Brisbane, un WTA 500, ideal antes de Australia. Adelaide, por el contrario, fue para Madison Keys, que ganó la final poco antes del arranque del primer Grand Slam del año. Melbourne volvió a coronar a la estadounidense, una gran sorpresa. Se impuso en la final precisamente a Sabalenka. Swiatek cayó en semifinales y Paula Badosa dio síntomas de poder competir con las mejores y cazar algún torneo en esta época de irregularidad.
Tras un respiro de las mejores, Alexandrova se impuso en Linz y Bencic en Abu Dhabi. El siguiente gran escenario a considerar era este WTA 1.000 de Doha, en el que ninguna de las cabezas de serie ha estado a la altura del escenario. Especialmente preocupante resulta el momento de Coco Gauff, incapaz de alcanzar ni una sola semifinal, aunque, por supuesto, esto no ha hecho más que empezar.
Jelena Ostapenko's reaction to Iga Swiatek throwing her racquet in Doha
— The Tennis Letter (@TheTennisLetter) February 14, 2025
😭😭😭 pic.twitter.com/EvIjoEtKBx
La próxima semana, el circuito femenino pondrá rumbo a Dubái. Después, no llegará un gran escenario hasta el 3 de marzo, en Indian Wells, probablemente el quinto torneo en importancia tras los cuatro grandes. Quién sabe si Paula Badosa podrá repetir la hazaña de lograr el título en esa época en la que asombró al mundo y se coronó como la segunda mejor jugadora del ranking.
Precisamente la española ha vuelto este año a las andadas y actualmente se encuentra en el décimo puesto de la clasificación. Por delante, Emma Navarro, Zheng, Rybakina, Madison Keys, Pegula, Paolini, Gauff, Swiatek y Sabalenka. Todas ellas, quizás salvo la excepción de Keys, tienen en común que no están viviendo su mejor tenis. Momento de pescar en río revuelto, con Paula Badosa como una de las grandes aspirantes a dar el salto.
Mientras tanto, el escenario invita a la suspicacia. Este sábado, en Doha, habrá una final de lo más peculiar: Anisimova-Ostapenko. Ninguna de las dos está entre las 35 mejores del ranking y no hablamos de un torneo baladí: un WTA 1.000 siempre suele mostrar la mejor versión de las cabezas de cartel.