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Álex Pella: "El récord hacia el este es el más rápido, pero hacia el oeste es mucho más difícil"

El navegante relata en Relevo cómo prepara el récord de la vuelta al Mundo en el mismo sentido que lo hizo Elcano.

Álex Pella. /DESAFÍO VICTORIA
Álex Pella. DESAFÍO VICTORIA
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Álex Pella es uno de los mejores navegantes oceánicos españoles de la historia. Mucho más famoso en Francia, donde es conocido como el diablo español, que en nuestro país por la popularidad de este deporte en el país vecino, está a pocas semanas de arrancar con el programa deportivo del Desafío Victoria, una espectacular iniciativa que culminará con el intento de récord de la vuelta al mundo hacia el oeste, conocido como Trofeo Oceánico Elcano.

Álex atiende a Relevo poco después de presentar el proyecto en Madrid con la presencia en directo del rey Felipe y aprovechamos para repasar con detalle todas las patas que componen este Desafío Victoria.

¿Cómo estás Álex? Se te nota muy ilusionado con este nuevo proyecto...

Pues estoy bien entretenido y muy ilusionado, la verdad. Lo primero que hicimos es recuperar el barco para el reto, que es el maxicat Victoria. Le hemos hecho una transformación que acabamos hace un mes y ahora estamos volviendo a navegar en una configuración pensada para la vuelta al mundo hacia el oeste. Nos ha llevado bastante tiempo porque es barco grande, el desafío es enorme, tenemos un equipo pequeño y nos gusta hacer bien las cosas.

El mensaje que transmitís usando un barco del año 2000 también es rotundo: la verdadera sostenibilidad está en la reutilización de los recursos

Sí, hemos recuperado un barco con pedigrí, de la primera generación de multicascos gigantes, que ganó las dos regatas de vuelta al mundo en que participó. Al usarlo además para un récord de vuelta al mundo es una manera de demostrar que un barco que estaba parado lo podemos reciclar y recuperar para hacer un reto de máximo nivel y máxima dificultad. Hay que adaptarlo primero porque después de la segunda vuelta al mundo lo dejaron abandonado en Qatar. Luego lo acomodaron para uso privado y eso nos ha dado anécdotas divertidas, pues el barco tenía una lavadora, aire acondicionado, tres neveras fantásticas y claro, todo esto es muy cómodo cuando estás fondeado, pero para batir récords no sirve para nada y hay que quitarlo. Además, estos barcos se concibieron para ir hacia el este y ahora tenemos que ir contra el viento y el recorrido es más largo. De todos modos a nivel de estructura no hemos tocado nada, el barco está muy bien, es de carbono y es un barco muy ligero para su época.

¿Cuál es la estructura del equipo?

Pues tengo a tres tripulantes, que son técnicos también del barco, embarcados conmigo desde el principio y espero que me aguanten hasta el final. Lalou Rocayrol, mi viejo amigo y compañero de muchas batallas, es una leyenda que lleva cuarenta años navegando este tipo de barcos y dirige toda la parte técnica. Lalou tiene un astillero fantástico en Francia de este tipo de barcos y de su mano ha venido Alejandro Cantero. También viene Alberto Muñoz, muy buen amigo mío de Denia y, como Alejandro, es muy joven, tienen los dos poco más de veinte años. Pero ambos tienen muchas ganas y mucho conocimiento. Este es el núcleo duro de del barco. La verdad es que ha cambiado un poco mi vida porque estoy haciendo mucha gestión de proyecto y antes ponía más las manos en el barco y ahora esto lo tengo más delegado.

Tú ya tienes en tu poder el récord de la vuelta al mundo hacia el este; el del oeste está mucho menos explorado porque darle la vuelta al Mundo como hizo Elcano es antinatural, en contra de los vientos y la ola predominantes...

Exactamente. Digamos que el récord de la vuelta es el trofeo Julio Verne, que es el que tengo yo, se navega hacia el este. Es el más rápido y lo seguirá siendo por las condiciones de viento y ola. Si el Julio Verne es el más rápido, el Trofeo Oceánico Elcano hacia el oeste es el más duro, es mucho más difícil porque das la vuelta al mundo en un sentiudo en el que te frena elemento natural, sobre todo en un multicasco.

Has configurado un programa deportivo 'in crescendo': vuelta a Menorca, vuelta a España, cruce del Atlántico y vuelta al Mundo.

Exacto, el objetivo es ir avanzando la técnica y el conocimiento del barco, su fiabilidad y su rendimiento. Además todo el proyecto va ligado a la historia con el legado de Elcano y su primera vuelta al mundo y al impacto del humano sobre sobre el planeta y cuáles pueden ser las soluciones a los problemas que tenemos. Empezamos el 15 de mayo con la vuelta a Menorca, que es reserva de la biosfera y va a haber un cambio en la isla para hacerla autosuficiente a nivel energético; nosotros, por ejemplo, en el recorrido de la Vuelta al Mundo seremos autosuficientes a nivel de energía. A partir del 15 de julio iremos a por el récord de la vuelta a España, de Bilbao a Barcelona, que es un recorrido guapísimo. Para final de año nos encantaría batir el récord de la ruta del Descubrimiento, que creo que conoces bien porque ibas a bordo del Mapfre cuando lo fijaron con una gran marca. Es difícil porque ese era un equipazo con unos tíos buenísimos, pero vamos a intentarlo. El cuarto hito de nuestro programa es el récord de vuelta al mundo hacia el oeste, el Trofeo Oceánico Elcano, para el que nos gustaría estar a partir del 1 de noviembre de 2025 listos y en standby para salir a disputarlo.

Ya te has fijado incluso un objetivo ambicioso: bajar de los 100 días

Sí, a mí en los papeles los números me salen (ríe). La teoría a veces sabes que no coincide con la realidad, pero la estimación que tengo es hacerlo en cien días. El récord son 122 días, lo tiene Jean Luc Van den Heede con un proyecto muy diferente, un monocasco muy duro pensado para afrontar las borrascas, desde 2004. Creo es un tiempazo y no lo hizo a la primera, pero sí que vamos a empezar ese intento en noviembre de 2025. Nosotros vamos con otro tipo de barco y la navegación es diferente, tienes que esquivar los sistemas meteorológicos y haremos más millas, pero es un reto apasionante.