VELA

José Luis Vela, el gurú de la mecatrónica en la Copa América

Dos aragoneses, Vela y Javier Cuevas, lideran los avances de la disciplina puntera en la alta competición desde el American Magic.

José Luis Vela, en la base del American Magic. /LAURA CARRAU
José Luis Vela, en la base del American Magic. LAURA CARRAU
Nacho Gómez

Nacho Gómez

La mecatrónica es una nueva disciplina que ha surgido en los últimos tiempos ya no solo en el deporte de alto nivel, sino en una infinidad de procesos productivos. Los veleros de la Copa América o los coches de la Fórmula 1 son la punta de lanza de esta disciplina, y dos españoles son los grandes gurús del asunto. Sus nombres son José Luis Vela y Javier Cuevas su equipo, hoy en día, el American Magic, que luchará este verano por ganar la Copa América en Barcelona.

Vela, que no puede tener un apellido más apropiado para lo que hace, no tenía ni idea de barcos en 1999, cuando le llegó la primera petición para un desafío español de Copa América mientras estudiaba en la Universidad de su Zaragoza natal. El ingeniero atiende a Relevo en la base barcelona del American Magic en una jornada promovida popr Helly Hansen, la firma de ropa que viste a los estadounidenses.

¿Podrías explicarnos en qué consiste exactamente la mecatrónica y cómo se aplica en el mundo de los barcos?

La mecatrónica es una disciplina relativamente nueva en la ingeniería. Engloba conceptos de mecánica, informática y electrónica en un solo currículum académico. En la industria actual, ya no se concibe un sistema que no integre electrónica, ordenadores, inteligencia artificial y programas que actúan y controlan procesos. Antes, existían ingenieros mecánicos, electrónicos e informáticos por separado, pero a medida que los sistemas se volvieron más integrados, surgió la ingeniería en mecatrónica, que combina estos tres aspectos. En los barcos ha sucedido algo similar. Todos los sistemas ahora son una mezcla de componentes mecánicos actuados por hidráulica, controlados por ordenadores y electrónica que decide cuándo abrir y cerrar ciertos sistemas.

Los expertos dicen que el gran factor diferenciador en esta Copa América serán los sistemas. Comparado con la edición anterior, las reglas han abierto más posibilidades a los equipos de desarrollo. ¿Cuál es la diferencia?

En la edición pasada, al presionar un botón movías algo, y el tripulante decidía cuándo detenerse. Ahora, el ordenador sabe exactamente dónde está el elemento y puedes programar movimientos precisos, como mover algo hasta una posición específica y detenerse automáticamente. Esta es la gran diferencia que han permitido las nuevas reglas.

Tú no eras navegante de pequeño, pero llegaste a la Copa América con un proyecto relacionado con la informática y la electrónica a bordo. ¿Cómo fue ese proceso?

Estaba en mi último año de universidad cuando mis profesores formaron un grupo de investigación y desarrollo para colaborar con el equipo español de la Copa América. Esto fue después de la edición de 1995, comenzando para la del 2000. Nos enfrentamos al desafío de estudiar los esfuerzos en las quillas de los barcos. Fuimos a Valencia para instrumentar la quilla y, a partir de ahí, no he dejado de trabajar en este campo. Empezamos midiendo los esfuerzos y desarrollamos un software que incorporaba estas mediciones para mejorar la navegación en tiempo real. En esa época, no éramos conscientes de la magnitud de nuestro trabajo. Para nosotros, era simplemente resolver un problema técnico. Pero nuestras soluciones impactaron tanto que otros equipos de regatas se interesaron en ellas. Después de la Copa América, trabajamos en la vela de crucero y nuestras innovaciones fueron incorporadas en productos marinos tradicionales.

¿Puedes dar un ejemplo de esas innovaciones?

Una de nuestras novedades en la Copa América del 2000 fue que los displays cambiaban la información según la dirección del barco. Esto era algo que nadie tenía en ese entonces. También mostramos más información con menos displays, lo que impresionó a muchos y, eventualmente, todos los competidores adoptaron esta tecnología. Nuestra ventaja fue la capacidad de personalizar y crear soluciones a medida sin grandes costos ni tiempos prolongados. En la Copa América, cada elemento del barco es específico y único, desde el casco hasta las velas. Nosotros aplicamos la misma lógica a la electrónica, creando soluciones específicas para cada problema sin necesidad de proyectos masivos.

Tú y tu compañero Javier Cuevas trabajasteis juntos en varios proyectos, pero os separastéis en la Copa América de 2007. ¿Cómo fue esa experiencia?

En la Copa América de 2007, seis equipos llevaban nuestra tecnología. Tuvimos que elegir a quién dar soporte exclusivo. Decidimos quedarnos con Alinghi y el Desafío Español. Separarnos fue difícil, ya que nuestro trabajo es muy intensivo y nos complementamos bien. Al final, decidimos seguir juntos y fichamos por Oracle, donde trabajamos durante diez años, ganando y defendiendo la Copa en diferentes ediciones. Ahora estamos con American Magic.