New Zealand y Luna Rossa deslumbran en Jeddah
Unas excelentes condiciones de viento propician el mejor día de navegación en la breve historia de los AC40.

La segunda jornada de competición en la prerregata de Jeddah, segundo de los eventos previos a la Copa América de 2024 en Barcelona, arrojó las mejores condiciones de viento posibles para los AC40, en las que el Emirates New Zealand y el Luna Rossa Prada Pirelli cuajaron una actuación sobresaliente.
El New Zealand ha llegado a aguas del mar Rojo en un estado de forma intratable. Los actuales defensores de la Jarra de las Cien Guineas han ganado cuatro de las seis mangas disputadas hasta la fecha, y la pareja de patrones formada por Pete Burling y Nathan Outteridge demostró una compenetración que resulta clave en estos AC40 en los que cada patrón dirige el velero cuando el viento sopla por su costado en lugar de cambiar de banda como se hace en otro tipo de barcos.
Con un viento que osciló entre los 12 y los 16 nudos, los AC40 superaban con facilidad los 30 nudos de velocidad en ceñidas y los 40 en popas, lo que obligaba a las tripulaciones a tener que realizar unas maniobras excelentes si no querían arruinarse el día. En un contexto tan complicado como este, el italiano Marco Gradoni dejó con la boca abierta a toda la flota. Con solo 19 años, está demostrando una pericia a la caña del AC40 que está a la altura de los mejores patrones del mundo, formado una pareja perfecta de patrones con Ruggerio Tita en el Luna Rossa.
"El viento ha sido bueno y nos hemos divertido. Las dos primeras regatas estuvieron 'caldeadas' porque se trataba de un match-race con el Emirates Team New Zealand. La primera la ganamos por mucho, la segunda estuvimos apretados hasta el final, y ellos la ganaron, pero eso nos dio más hambre. Y en la última, por desgracia, tuvimos un problema con las comunicaciones, así que fue más difícil hacer una buena regata. Tampoco hicimos una buena salida, así que fue duro... Nos quedan dos regatas y tenemos que asegurarnos de estar entre los dos primeros, así que tenemos que mantener la calma, hacer dos buenas regatas y luego ya veremos... Sólo tenemos que navegar bien, no tenemos presión y no tenemos que pensar en la final", relataba el joven Gradoni tras la jornada.
Desde el New Zealand, una leyenda como Blair Tuke destacaba la intensidad de las regatas. "Sabíamos que estos barcos pueden navegar así, con esa acción de proa contra proa, esos cruces tan apretados, esas viradas al role buscando el mejor ángulo y la máxima velocidad, como si fueran regatas de flota tradicionales pero todo mucho más rápido. Ha sido fantástico ver lo que pueden hacer estos barcos".