"Por una franquicia de SailGP ya se pagan 30 millones"
Tony Alquézar, CEO del equipo español, analiza para Relevo el circuito que aterriza este sábado en Cádiz.

Cádiz acoge este fin de semana por tercer año consecutivo una nueva prueba de SailGP, a la que el equipo español llega con opciones de victoria por primera vez en su historia. Para analizarlo, en Relevo nos sentamos con el nuevo CEO de la franquicia española, Tony Alquézar, que tras cuatro meses en el cargo parece haberle dado una estabilidad al equipo inimaginable meses atrás.
¿De dónde viene Tony Alquézar?
Yo llevo más de 25 años trabajando en el deporte, sobre todo en el aspecto del negocio del deporte. Empecé en el Comité Olímpico Internacional en Presidencia con Juan Antonio Samaranch padre. De ahí me moví a Estados Unidos en diferentes agencias de marketing deportivo, después estuve en Italia de director de marketing a nivel mundial de Kappa y de allí me fichó Alinghi para llevar todo el tema de patrocinios en la Copa América de Valencia de 2007, y también estuve en la de 2010. Es normal que la gente de la vela tampoco me conozca mucho porque hay 20.000 técnicos mucho mejores que yo, pero yo estoy más enfocado a toda la parte de negocio y de gestión de equipos. En la parte deportiva tenemos a grandes regatistas, aquí a lo que he venido es a gestionar un equipo y hacerlo sostenible.
Entiendo que la intención de Russell Coutts, CEO de SailGP, es conseguir que el equipo español deje de costarle dinero al circuito, que es quien lo financia hoy en día, y sea autosuficiente...
Exacto, y eso es lo que más me atrajo del proyecto. Yo estoy involucrado en otros proyectos del mundo del deporte, pero cuando Russell y su equipo me llamaron, una de las cosas que más me atrajo era poder conseguir ser independientes y montar un proyecto profesional. Y creo que vamos por el buen camino. Acabo de empezar, ahora llevo cuatro meses y no nos está yendo mal, pero bueno, nos queda muchísimo trabajo por delante. Sí que es cierto que las perspectivas que tenemos son muy buenas, pero todo tiene un proceso y estamos progresando adecuadamente.
¿Qué presupuesto necesita el equipo español para ser autosuficiente?
A ver, por una parte está lo que cuesta comprar la franquicia, que son unos 20 millones de euros, aunque en algunos casos ya se van a pagar unos 30 millones. Se puede comparar con la Fórmula 1, somos un circuito que vamos por todo el mundo y es un escaparate a nivel mundial. El modelo que estamos intentando construir aquí es como una franquicia de la MLS, al final tú lo que tienes que hacer es aportar valor, crear proyectos alrededor del equipo aparte de la competición. Al final esto es un circuito cerrado, ahora somos 10 equipos y el año que viene alguno más aparecerá, pero hay un límite. Por otra parte está el presupuesto del equipo, que para hacer una temporada entera estamos hablando de unos ocho millones de euros. Lo que consiguieron mis antecesores fue increíble, el poder conseguir una plaza, y ahora nuestro objetivo es dejar el equipo mucho mejor de lo que nos lo hemos encontrado.
Tú tienes experiencia en conseguir patrocinios para la Copa América. ¿Tiene algún paralelismo con lo que estás intentando atraer para el equipo español de SailGP?
Hombre, son diferentes porque la Copa América son tres o cuatro años de desarrollo y un mes o dos de competición pura y dura. Esto es totalmente diferente porque tú tienes una plataforma constante durante todo el año en el que viajas por todo el mundo. Para marcas globales es mucho más atractivo porque pueden activar un patrocinio en diferentes partes del mundo. La única cosa parecida puede ser la Fórmula 1 o un poquito MotoGP.
¿Qué te has encontrado al aterrizar en el equipo español de SailGP?
Un equipo con mucho talento, muchas ganas y yo lo que he intentado ha sido trasladarles un poquito más de estabilidad. El talento lo tienen y lo están demostrando, y había que darles la tranquilidad. Yo les digo a los regatistas que todo el mundo me dice que tienen un talentazo, pero que les hacía falta ir fuera y coger lo que es suyo. Ahora ya estamos viendo que estamos yendo muy bien y la gente ya nos mete cañita, eso es divertido. Ya no somos tan simpáticos.
Tu llegada al equipo coincidió con la primera victoria en Los Ángeles. Puede ser coincidencia, suerte o casualidad, pero es un hecho...
Yo creo que todo el equipo les hemos machacado la cabeza, recordando que aquí estamos para ganar, no para participar. Estos son barcos muy complejos y estamos compitiendo con auténticas leyendas que no regalan nada, y el equipo necesitaba horas de vuelo. Es cierto que la temporada pasada fue muy dura para ellos y se tomaron las decisiones que se tomaron. Cuando decidieron apostar por mí yo sabía que técnicamente no les voy a poder ayudar, pero sí que hablé mucho con ellos para entender qué necesidades tenían y buscar las soluciones que ellos necesitaban para poder competir. Hemos hecho muchos pequeños cambios, pero nada drástico. Los chavales están poniendo mucho su parte. Hasta que yo entré había un período de inestabilidad y todos dieron un pasito hacia adelante, han cogido un poco el toro por los cuernos y lo están dando todo.
¿Cómo es una leyenda como Russell Coutts como jefe?
Yo había tratado antes con él, y la verdad es que fenomenal. Es muy directo y muy drástico y a mí me gusta cuando la gente viene de cara, yo también le digo las cosas como las pienso y es una persona que te escucha. Las dos o tres veces que hemos tenido algún desacuerdo lo hemos razonado y alguna vez incluso me ha dado la razón. Cuando llegué, Russell me dijo que tenemos un equipo con un enorme talento y que puede marcar una época. Yo nada más llegar hablé muy claro con Diego (Botín) y con Flo (Trittel) y al acabar me dije: con estos me voy yo a la guerra. Y aquí estamos.