Juan Merediz y una vuelta al mundo solo y del tirón
El navegante asturiano ultima los detalles de su circunnavegación en solitario y sin escalas.

La Global Solo Challenge es la última gran regata oceánica de este 2023. Se trata una vuelta al mundo en solitario y sin escalas con salida y llegada en Marina Coruña y compuesta por una flota ciertamente heterogénea, lo que la convierte en una regata muy peculiar.
Los veleros que van a participar van desde un pequeño 34 pies hasta un imponente 70 pies, de ahí que los organizadores hayan buscado una curiosa manera de dar la salida: los barcos más pequeños y lentos saldrán antes que los más grandes y rápidos para intentar que la competición esté igualada.
De hecho, el primero de los participantes toma la salida este sábado 26 de agosto, y es un Sparkman and Stephens de 34 pies patroneado por el galés Dafydd Hughes, que tendrá varios meses de ventaja sobre el Volvo 70 turco que es el más grande de la flota (tiene más del doble de eslora que el más pequeño) y que tomará la salida a principios de enero.
Y entre todos estos participantes tenemos a un representante español: el gijonés Juan Merediz, un veterano hombre de mar de 54 años al que le supura el salitre por todos los poros. "Yo empecé limpiando redes de pesca porque la mar me fascinaba y lo normal es que hubiese sido pescador, pero por circunstancias de la vida me fue más fácil ganarme la vida con la vela y aquí sigo", relata a Relevo.
Juan tiene una gran reputación como navegante; de hecho, en su palmarés tiene una Barcelona World Race, una de las regatas oceánicas más importantes del mundo, que se hacía por parejas y sin escalas; el único reto que le queda por delante es el sueño de todos los navegantes del mundo, la vuelta al mundo en solitario y sin escalas, que es lo que sueña con cumplir en esta Global Solo Challenge. "Yo cuando no estoy navegando, estoy soñando que navego. Este es el proyecto de mi vida y, aunque en la práctica llevo dos años con él, sueño con hacerlo desde que tengo uso de razón", reconoce Merediz.
Para llegar a la línea de salida, que en el caso de Juan será el 28 de octubre, ha tenido que conseguir muchos apoyos: su pareja, toda su familia y amigos, un crowfunding que se ha hecho muy popular entre los aficionados y, como no, el apoyo de los patrocinadores. "El último que ha entrado es una maravillosa empresa gallega que se llama Piedras de Santiago, y que hacen dulces. Con su apoyo hemos podido confirmar definitivamente que vamos a tomar la salida. Ahora falta conseguir algún apoyo más para poder ir lo más rápido posible", indica.
Juan va a competir con un Pogo 40, un clásico de la vela oceánica que ha optimizado con sus propias manos para ser lo más competitivo posible. "Hay ciertas cosas que tienes que comprar sí o sí, pero todo lo que he podido revisar y mejorar con mis propias manos lo he hecho. Incluso una vela de proa que me falta me la voy a hacer yo mismo", remata.