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El Punto Nemo, donde tu persona más cercana es un astronauta

La flota de The Ocean Race acaba de pasar por el punto más aislado de la tierra, ubicado a 2.500 kilómetros de tierra firme: el Punto Nemo.

Un tripulante del MAPFRE, en la anterior edición de The Ocean Race. /UGO FONOLLÀ
Un tripulante del MAPFRE, en la anterior edición de The Ocean Race. UGO FONOLLÀ
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Hay un punto del planeta Tierra que está considerado como el lugar más inhóspito e inacesible del globo terráqueo. Es conocido como el Punto Nemo, está en mitad del Océano Pacífico y es es el lugar más alejado de cualquier superficie terrestre. Por este legendario enclave acaban de pasar los cuatro veleros que compiten en la monstruosa tercera etapa de The Ocean Race.

Además, la flota ha pasado por el Punto Nemo con una igualdad totalmente increíble cuando llevan más de tres semanas de etapa y casi nueve mil millas recorridas. El primero en pasar fue el Team Malizia, pero el cuarto clasificado, el 11th Hour Racing, lo hizo tan solo 23 minutos después. De hecho, los cuatro barcos se ven entre ellos en el agua, algo inaudito en una etapa de este tipo.

Nemo no es ni siquiera un pedazo de tierra, sino un punto que obedece a unos números de GPS, concretamente 45º52.6S, 123º23.6W, y que se encuentra a más de 2.500 kilómetros (1.400 millas náuticas) de la masa terrestre más cercana: las islas de Pitcairn al norte, la Isla de Pascua al noreste y la Antártida al sur.

Aunque los científicos lo denominan 'Polo de inaccesibilidad del Pacífico', el nombre más popular de Punto Nemo no le viene como homenaje al pez de Pixar, sino al mítico Capitán Nemo inventado por Julio Verne en sus 'Veinte mil leguas de viaje submarino'. El significado de Nemo en latín es 'nadie', con lo que parece traído al pelo para denominar un lugar al que los únicos despistados que se acercan son los veleros participantes en regatas de vuelta al mundo.

De hecho, uno de los datos más curiosos que acompañan a esta ubicación, y que ha popularizado su conocimiento, es que los seres humanos que están más cerca de los regatistas cuando pasan por esa zona son los astronautas de la Estación Espacial Internacional, que orbita a 400 kilómetros de altura. La relación entre el Punto Nemo y el espacio no acaba ahí, desgraciadamente. Durante décadas, ha sido una especie de cementerio espacial, donde se dejan caer los satélites que acaban su vida útil y regresan a la atmósfera, debido a su lejanía con tierra firme.

Una de las grandes contribuciones que hace The Ocean Race en este sentido es la monitorización de la zona a nivel medioambiental. Todos los veleros que compiten llevan a bordo diversos sensores que miden, entre otras muchas cosas, el nivel de microplásticos de la zona y dejan caer boyas que seguirán transmitiendo esos datos en el futuro para conocer el estado de estos mares tan remotos.

Lo más duro del asunto es que, tras la última edición de la regata, se detectaron en el punto Nemo entre 9 y 26 partículas de microplástico por metro cúbico de agua. Hasta la zona más remota del planeta acaba llegando la basura que no reciclamos, las redes de pesca abandonadas y un sinfín de porquería que acaba tragándose el mar.