OPINIÓN

Russell Coutts pone patas arriba al equipo español de SailGP

El F50 español levanta la proa durante una regata. /SAILGP
El F50 español levanta la proa durante una regata. SAILGP

Esta semana Australia acoge una nueva cita de SailGP, un circuito de antiguos barcos de la Copa América, creado gracias a la fortuna del multimillonario Larry Ellison y dirigido por la leyenda de la vela Russell Coutts. Este evento no pasaría de anecdótico si no fuese por el atípico contexto en el que llega el equipo español que participa en el mismo: Jordi Xammar, su patrón hasta la fecha, ha sido despedido y en su lugar asume la caña Diego Botín… por decisión del mencionado Coutts.

Deportivamente, la decisión podría tener incluso su lógica. La curva de aprendizaje que estaba experimentando Xammar para llevar la caña del F50 no estaba siendo veloz; más bien al contrario. Desde que el bronce olímpico asumiera el timón, los resultados del equipo español han sido francamente malos y van penúltimos en la general por delante de Suiza. Y eso que Xammar es un patrón excelente (nadie que no lo sea gana una medalla en los Juegos), pero los resultados no le han acompañado.

Además, su relevo a la caña es otro talento descomunal. Diego Botín viene de ser cuarto en los Juegos rozando el bronce y compite en una clase, el 49er, cuyas características pueden favorecerle la adaptación. Y la fe que tiene Russell Coutts en él viene de lejos: el pasado mes de agosto ya declaró públicamente que él cambiaría a Xammar por Botín si España seguía sin rendir. "Jordi es un regatista excelente, pero su pedigrí viene del 470, que no es un barco de alto rendimiento", decía el astro kiwi. Si ha aguantado tantos meses es porque Xammar era el líder natural del equipo, quien apostó desde su origen por crearlo y quien llevaba la voz cantante dentro y fuera del agua.

Lo curioso del caso es el porqué Coutts, director del circuito, puede poner y quitar patrones de los equipos, un hecho totalmente atípico en el deporte de alto nivel. La explicación fundamental es que, como la gerencia del equipo español no ha conseguido atraer patrocinios, el propio circuito es quien asumía los costes de los españoles. Y claro, quien paga manda, aquí y en Nueva Zelanda.

SailGP lo paga casi en su totalidad Larry Ellison, dueño de Oracle y una de las mayores fortunas del mundo, que ganó para los Estados Unidos las Copas América de 2010 y 2013, precisamente con Russell Coutts como mano derecha (Coutts ganó las de 1995, 2000 y 2003 con Nueva Zelanda y Suiza). La inversión de Ellison incluye financiar a diversos equipos para que entren en el circuito y poco a poco consigan patrocinadores con los que sean autosostenibles.

La idea sobre el papel es buena, pero en la práctica no le ha funcionado. De hecho, aprovechando el despido de Xammar, Coutts ha fulminado también a la gerente del equipo. Si los españoles estuvieran dirigidos por un profesional tipo Xabi Fernández (que colaboró tímidamente como entrenador), Íker Martínez, Pepe Ribes… probablemente Russell no habría tenido la osadía de discutir con ellos decisiones deportivas. O la gente del equipo de tierra (Pablo Rosano, Pinacho, etc), grandes profesionales del mar que se han visto mil veces envueltos en historias de este tipo.

Quizás lo que mejor explica la situación lo pude vivir en Cadiz el año pasado. "SailGP no es vela, es otra cosa", me dijeron antes de entrar a la base del equipo mientras llamaban pilotos a los patrones y carreras a las regatas. Si recordamos a qué deporte estamos jugando, las cosas puede que mejoren para España.