VELA

Spithill, el campeón que iba en velero al colegio, conquista Cádiz

Estados Unidos gana el evento de SailGP y España se queda fuera de la final tras dos malas salidas.

Jimmy Spithill baña con champán a sus compañeros del Team USA. /SAILGP
Jimmy Spithill baña con champán a sus compañeros del Team USA. SAILGP
Nacho Gómez

Nacho Gómez

Jimmy Spithill, uno de los patrones más legendarios del mundo de la vela en las últimas dos décadas, lideró ayer al equipo estadounidense de SailGP para llevarse la victoria en el Gran Premio de Cádiz, en una cita en la que el equipo español se quedó fuera de la final al completar dos regatas discretas en la última jornada.

Spithill (Australia, 1979) ha sido, entre otras hazañas a lo largo de su ya prolongada carrera, el patrón más joven en llevar la caña de un Copa América (debutó en 2000 con veinte años) y también el más joven en ganarla, en la edición de 2010 en Valencia con el Oracle, una victoria que repitió con el mismo equipo en 2013.

Su pericia al timón de un velero le viene prácticamente desde la cuna, ya que vivía en una pequeña localidad llamada Pittwater, al norte de Sydney, a la que solo se podía acceder en barco, por lo que iba en velero hasta al colegio. Spithill se caracteriza por su gran agresividad a la caña, un hecho que traslada a la vida real y que le ha hecho un gran aficionado al boxeo, donde ha hecho guantes como Monthy Bethan y el ex campeón mundial de los pesos pesados Joseph Parker.

Spithill ha confirmado en Cádiz la progresión del equipo de los Estados Unidos en SailGP después de haber completado un complicado inicio de temporada. En la cita gaditana se han mantenido muy regulares a lo largo el fin de semana y dieron la campanada en una final en la que partían como los menos favoritos ante la omnipotente Australia y una Dinamarca que llegaba en plena forma.

De hecho, los daneses ganaron las dos mangas previas a la final e hicieron una salida de manual en la regata por el título. Sin embargo, se atascaron en un pozo de viento en el primer tramo y dejaron de volar arrastrando a los australianos en su popa, un hecho que aprovecharon los estadounidenses para marcharse como una flecha por el lado opuesto del campo de regatas. La enorme ventaja que lograron con esta acción ya fue imposible de contrarrestar por Australia y Dinamarca.

España, por su parte, protagonizó una última jornada discreta, con dos salidas francamente mejorables. En la primera manga aún pudieron rendir gracias a una gran remontada que les permitió acabar cuartos, pero en la segunda manga no tuvieron su mejor momento y acabaron últimos, con lo que se quedaron fuera de la gran final.

Diego Botín, patrón de España, reconocía haberse quedado un tanto despagado. "Nos queda un sabor agridulce. Después del día de hoy, habiendo estado tan cerca de la final en casa y no haberlo conseguido, ahora mismo pesa la emoción pero estoy seguro de que lo vamos a superar. Hemos hecho un gran evento en general, ha sido el mejor en el que hemos competido esta temporada aunque no se ha visto en los resultados pero el equipo sale de aquí con mucha más confianza, reforzado. Es una temporada larga y se trata de ser el equipo que más mejora y estamos en esta línea", destaca.