Vuelve la Mini Transat, el cruce del Atlántico en cáscaras de nuez voladoras
Tras ganar la primera etapa, Carlos Manera sueña con repetir el podio de Álex Pella.

Este sábado arranca en la isla canaria de La Palma la segunda etapa de la Mini Transat, la regata oceánica en la que comienzan a competir las grandes figuras de la vela de altura desde que comenzó a celebrarse en 1977. Se trata de un cruce del Atlántico en veleritos de 6,5 metros de eslora, auténticas cáscaras de nuez que ya incorporan foils para volar sobre las aguas.
En la presente edición además la vela española tiene un nombre propio en el que enfocarse: el de Carlos Manera, que ganó la primera etapa entre Les Sables D'Olonne y La Palma, convirtiéndose en el primer español en lograrlo. Ahora Carlos tiene a tiro seguir los pasos del mejor minista español de la historia, Álex Pella, que logró dos podios consecutivos a principios de siglo, llegando a ganar la segunda etapa en uno de ellos.
El velero de Manera, el Xucla, se ha destapado en la primera etapa como el mejor prototipo de la regata. Carlos concibió este velero de principio a fin, contando con la ayuda en el diseño del legendario Sam Manuard y en la construcción de Sinergia, un afamado astillero de Cartagena en el que el joven navegante pasó cientos de horas colaborando en la construcción del velero con sus propias manos.
"El barco ha generado mucha expectativa, es un diseño innovador y arriesgado, pero ni yo me podía imaginar lo bien que ha respondido. Hasta que no cabalgas los alisios no te das cuenta de cómo rinde. Desde la toma decisiones a las infinitas horas que hemos pasado en el astillero, son años y años de preparación que están dando sus frutos", relata Carlos a Relevo antes de afrontar la segunda etapa.
Los participantes tienen prohibida cualquier ayuda mecánica (motor, generador) y cualquier comunicación con el exterior, por lo que tienen que guiarse únicamente por una señal de GPS sin cartografía electrónica (llevan solo cartas de papel) y una radio VHF para casos de emergencia.