Roman Dolidze, el portero que cambió los guantes de fútbol por las guantillas de UFC
El georgiano se dedicó al fútbol de manera profesional durante cuatro años. Desde el 2020 es luchador de UFC. Este sábado se enfrenta a Marvin Vettori.

Roman Dolidze es hoy uno de los nombres más destacados de la división de peso mediano en la UFC, pero su camino hasta la élite de las artes marciales mixtas (MMA) no fue el convencional. Antes de intercambiar golpes en el octágono, el georgiano defendía una portería en los campos de fútbol de Turquía (Trabzonspor y Ankaragucu), donde se desempeñó como portero profesional durante tres años.
Desde su infancia en Batumi (Georgia), el deporte fue una constante en su vida. En el fútbol encontró su primera vocación y, con esfuerzo, llegó a jugar en equipos turcos, destacando por su rapidez y reflejos bajo los tres palos. Sin embargo, a los 20 años, tomó una decisión que cambiaría su destino: dejó el fútbol y se trasladó a Ucrania para estudiar ingeniería naval en la Academia Marítima de Odesa.
Fue en Ucrania donde descubrió su verdadera pasión. Mientras se adaptaba a la vida universitaria, Dolidze comenzó a entrenar en disciplinas de combate como el sambo y el jiu-jitsu brasileño. Su talento natural y su determinación le permitieron progresar rápidamente en el mundo del grappling, alcanzando logros notables en poco tiempo. Se coronó Campeón Mundial y Europeo en esta disciplina bajo las reglas de la United World Wrestling, y en 2016 ganó el Campeonato de Asia y Oceanía de la ADCC en la categoría de 99 kg.
"El fútbol me enseñó disciplina y trabajo en equipo, pero en las artes marciales encontré algo más personal, un desafío constante contra mí mismo", ha comentado en entrevistas. En 2016, Dolidze decidió dar el salto definitivo a las MMA. Debutó en el circuito profesional ucraniano y pronto se hizo un nombre en la escena local. Su estilo agresivo y su versatilidad en el suelo lo llevaron a conseguir el título de peso semipesado en la World Warriors Fight Championship (WWFC), lo que llamó la atención de la UFC.
Desde su debut en la organización en 2020, ha demostrado ser un rival temible, combinando su técnica en el grappling con un poderoso striking. Actualmente entrena en Xtreme Couture, en Las Vegas, puliendo su estilo y preparándose para enfrentar a los mejores de su división. A sus 36 años, cuenta con ocho victorias de once combates en la empresa. Se ganó un puesto en la zona noble de su peso, pero Marvin Vettori le apeó. La derrota frente al italiano seguido un tropiezo contra Imavov le dejó tocado. Era marzo de 2024 y ha querido recuperar el camino perdido. Peleó en mayo y en octubre del pasado año, derrotando a Anthony Smith (peso semipesado) y Kevin Holland. Esos triunfos le han llevado, este sábado, a su segundo estelar. Cerrará el UFC Las Vegas 104 en un pleito que podría devolverle a marzo de 2023.
Marvin Vettori se vuelve a citar con el georgiano. El italiano, de 31 años, sólo peleó una vez más desde que se vieron las caras y desde entonces no ha vuelto a meterse en el octágono. Casi dos años de inactividad son los que ha tenido el de Trento. Una lesión, que le dejó sin pelear en abril de 2024, le ha tenido tanto tiempo en el dique seco. Un luchador de tanto ritmo es una incógnita cómo volverá con una parada así. Aun así, llega desde el número 8 del ranking. No ha perdido "valor". El favoritismo, por ritmo, debería ser para Dolidze, pero el triunfo en 2023 iguala la balanza. Son dos luchadores igualados. El georgiano destaca en el striking y el italiano en el suelo. El que lleve la iniciativa tendrá mucho ganado. Los dos se juegan todo. Quieren volver a dónde estaban hace dos años. Sólo la victoria les llevará allí.