COPA ACB

El "suplicio" de jugar contra Pau Gasol: "Decíamos 'pues hay que pararle con hostias' y ni aun así"

Rivales de Fuenlabrada, Valencia y Real Madrid recuerdan la explosión del pívot de Sant Boi en la Copa de Málaga.

Pau Gasol recoge el trofeo al MVP de la Copa del Rey en Málaga en presencia de S.M. El Rey Juan Carlos./Efe
Pau Gasol recoge el trofeo al MVP de la Copa del Rey en Málaga en presencia de S.M. El Rey Juan Carlos. Efe
Guillermo García

Guillermo García

Málaga.- Dibujar un lienzo con Pau Gasol como protagonista se hace complicado para no caer en lugares comunes y en los elogios que ha acumulado en toda su carrera. Adjetivos para definir una trayectoria que tuvo su particular 'big bang' en las mismas tablas en las que estos días se busca un nuevo campeón para suceder a Unicaja en el palmarés de la Copa del Rey.

Allí, en Málaga, surgió el germen de todo lo que vendría después. La explosión de un chico que aparecía en el Carpena como sustituto del fichaje estrella del verano en Can Barça, un Rony Seikaly que no cuajó en la Ciudad Condal. Apenas unas semanas antes Pau era el jugador número 12 en la rotación de Aíto y sus números no invitaban a pensar en todo lo que pasó en la cancha malagueña aquel fin de semana de marzo de 2001.

Aquel espigado chaval de 2,16 con más acné que barba en la cara ya había apuntado maneras tanto en las selecciones inferiores como en sus primeras apariciones con el Barça esa misma temporada. Sin embargo, nadie aventuraba lo que estaba por llegar. Y mucho menos los rivales que le sufrieron durante esa Copa del Rey.

Pau Gasol. Efe
Pau Gasol. Efe

"Teníamos el scouting hecho con Seikaly y le cortan. Creo que fue la semana anterior y en el papel ponía va convocado el júnior Pau Gasol pero no ponía nada más", recuerda Ferrán López, entonces base de un Fuenlabrada que se convirtió en la primera víctima de Pau Gasol en Málaga. El Barça llegaba a la Costa del Sol tras ocho años sin levantar la Copa y el hambre de los azulgrana se veía en la cancha. Y en especial la de ese chico de Sant Boi con el que nadie contaba. "Resulta que el júnior iba de complemento y va y nos mata. Empezó a jugar y quedamos alucinados por su dominio. Nuestro comentario después del partido fue que podían haberse quedado con el Seikaly".

El Barça se impuso con autoridad, por 98-76, y Pau Gasol terminó con 16 puntos y 8 rebotes para un total de 20 de valoración. "Hubo un momento en el que un jugador, no recuerdo quién, dijo que Pau nos estaba fundiendo y entonces David Wood dijo que es que era imparable. O le hacíamos una falta en cada tiro o era imposible", recuerda Óscar Quintana, técnico fuenlabreño en aquel momento. Una opinión que también comparte Salva Guardia. "Fue un suplicio. En aquel Barça estaba Pau y estaba Roberto Dueñas y cuando superabas a uno te encontrabas a otro".

"Resulta que el júnior iba de complemento y va y nos mata. Nuestro comentario después del partido fue que podían haberse quedado con el Seikaly"

Ferrán López

El Fuenlabrada lo intentó todo ("Lo típico que decíamos 'pues a hostias', pero ni así. Queríamos sacarle del campo, pero era un dominio total", apunta López) pero se estrelló contra un Gasol mayúsculo. Aunque lo mejor todavía estaba por llegar.

En semifinales Gasol se encontraba con un Valencia Basket que había barrido en los cuartos de final y que llegaba con la moral por las nubes… hasta que se encontró con Gasol. "Recuerdo de aquella semifinal que llegábamos muy bien porque habíamos ganado a Estudiantes de bastante (73-54) pero el Barça, pasado el primer cuarto nos pasó por encima". Quien habla es Luis Casimiro, técnico del equipo taronja.

Pau Gasol ante el Valencia. Efe
Pau Gasol ante el Valencia. Efe

El conjunto azulgrana se impuso en esa semifinal con holgura (69-95) y Pau sorprendió al conjunto naranja con 13 puntos, cinco rebotes y dos tapones. "No preparamos nada contra Gasol porque en aquel momento, pues, es un chico emergente que sí, que viene jugando bien, que ha aprovechado la oportunidad que se le está presentando por la salida de Seikaly, pero, joder, es que estaban jugadores como Jasikevicius o Karnisovas. Entonces preparas cosas para jugadores que en ese momento eran más determinantes", apunta el técnico de Puertollano.

"No preparamos nada contra Gasol porque en aquel momento, pues, es un chico emergente que sí, que viene jugando bien, pero, joder, es que estaban jugadores como Jasikevicius o Karnisovas"

Luis Casimiro

Ese jugador cuyos brazos y envergadura había sorprendido a pívots como Bernard Hopkins o Derrick Alston ("Ambos hablaban de su capacidad física y de esos brazos kilométricos") subía un peldaño más en su camino para convertirse en leyenda de la Copa. Pero, otra vez, lo mejor estaba por llegar.

Aquel 18 de marzo de 2001, alrededor de 8.500 espectadores asistieron al nacimiento de una leyenda cuando Pau Gasol fue nombrado MVP de la Copa del Rey tras superar al Real Madrid (en una de las finales más recordadas de la Copa. Y todo gracias a un jugador que destrozó al eterno rival con 25 puntos y un total de 39 créditos de valoración.

"Recuerdo un pabellón Martin Carpena absolutamente abarrotado, con muchísimo ambiente, y un Pau Gasol que entraba en pista y hacía cosas diferentes para un jugador de esa altura. Tenía mucha movilidad, echaba el balón al suelo, y recuerdo especialmente un mate que sería toda una declaración de intenciones de un jugador que marcaría una época. Fue absolutamente clave". Son palabras de Roberto Núñez, base del Real Madrid en aquella final.

"Sergio introdujo diferentes variantes defensivas para tratar de minimizar su rendimiento, pero estábamos ante la eclosión de un jugador que marcaría una época"

Roberto Núñez

Ni siquiera un mago de la pizarra como Sergio Scariolo logró que cayese en sus numerosas trampas defensivas, como recuerda Núñez: "Sergio introdujo diferentes variantes defensivas para tratar de minimizar su rendimiento, pero estábamos ante la eclosión de un jugador que marcaría una época. Era rápido, competitivo, tenía "hambre" de triunfar, con muchísima envergadura y jugaba con muchísima inteligencia. Además, se juntaron todos los ingredientes: estábamos en el escenario perfecto, con la competición más emocionante y ante el gran rival".

Reconocimientos, recuerdos y palabras que definen la primera gran demostración de Pau Gasol. Pero, como decíamos antes, lo mejor estaba por llegar.